Bienvenido xzados, aquí todos los hispanoamericanos son saludados como hermanos de la misma civilización cristiana y española:
Se ve por la fotografía que la cruz es antigua: posiblemente de principios del siglo XX o incluso del siglo XIX (a lo mejor me equivoco al datarla, y resulta ser más antigua.)
No he notado ninguna particularidad en ella. Lo que a usted le extraña es la calavera y las tibias al pie de la Cruz, lo cual no tendría que extrañar. Si cada vez resulta más rara esta iconografía tan profundamente simbólica y católica es por culpa de los católicos flojos que, en su afán por camuflarse con el mundo moderno, han suprimido en las representaciones iconográficas del Crucifijo detalles -como la calavera- que forman parte de nuestra Tradición. Supongo que han suprimido estos enseres por ser recordatorio de algo que provoca tanto miedo y disgusto al hombre actual viciado con el hedonismo: la muerte.
Se trata de una representación totalmente convencional y arreglada a los usos tradicionales: desde los más remotos tiempos del cristianismo existía una antigua leyenda -fundada en tradiciones judías- que afirmaba que el Gólgota (monte en que crucificaron a Jesucristo Señor Nuestro) era el lugar en que habían sido inhumados los restos mortales de Adán. El Gólgota significa en español "monte de la Calavera", precisamente.
La calavera y las tibias puestas al pie de la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo recuerdan que Jesucristo ha vencido a la muerte, convirtiendo los despojos de la muerte en trofeos de la Redención.
La muerte (universalmente representada por una calavera y unas tibias: piénsese en el signo universal que se pone a los contenedores de veneno) es herencia de Adán. Pero Cristo vence sobre el pecado y rescata a la prole de Adán de la muerte, redimiéndonos al ser inmolado en la Cruz. El cráneo pelado es la misma calavera y los huesos, cuando aparecen representados, de Adán.
Por otro lado, le doy a usted mi enhorabuena por conservar esa Cruz, herencia de sus antepasados católicos. No la pierda y haga oración con ella delante de los ojos, considerando lo mucho que padeció Nuestro Señor Jesucristo por nosotros, y lo ingratos que somos cada vez que pecamos por nuestra débil naturaleza.
Espero haberle sido de ayuda.
Saludos en Cristo Rey y María Santísima, Reina de todo lo creado.
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