Anoche asistí a la presentación del libro. La sala estaba llena a rebosar. Esto es verdadera memoria histórica. Hay que dar gracias por que aparezcan libros que digan lo que realmente pasó, libros como este que rescatan del olvido a tantos mártires desconocidos asesinados con una saña y un sadismo espeluznantes. Entre los diversos sacerdotes y seglares reseñados en el libro se incluye, como no podía ser menos, a Antonio Molle. De todos modos, ya haré una reseña más completa una vez que haya leído el libro. En la presentación estuvo presente el padre Teodoro de León, vicario de la Archidiócesis encargado de la postulación de las causas, y dio noticias muy esperanzadoras. Aunque hasta hace pocos años todo ha estado parado por las razones que todos sabemos, están recorriendo las diversas localidades de la Archidiócesis en busca de información y están saliendo a la luz muchos otros casos de mártires olvidados. Dijo que en ocasiones se encuentran con testigos que afirman que no quieren hablar, pero pasado un tiempo los llaman diciéndoles que quieren contar lo que pasó. Eso sí, aconsejó la oración, y yo creo que desde luego hay que rezar mucho para que todo esto llegue a buen puerto, pero si Dios quiere no está lejano el día en que veamos a Antonio Molle en los altares, junto con muchos otros mártires de la Cruzada. Dejando aparte que no son tradicionalistas y no quieren tomar partido, tanto Fernando de Artacho como José Domínguez (el que lo presentó) parecen ser historiadores concienzudos y rigurosos.
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