Aquí tenemos un resumen de lo acontecido por los Mártires en Bocairent, Valencia:
Bocairent o la Tradición. Muchos años hacía que los beatos mártires de la Tradición no eran honrados tan devota y multitudinariamente por los carlistas valencianos. A iniciativa de la junta regional del reino de Valencia, se ha retomado con gran éxito el tradicional Aplech que durante muchos años se celebró en Bocairent.
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Casi un centenar de carlistas venidos de todo el reino de Valencia y algunos correligionarios catalanes se congregaron en la localidad de la serra Mariola. Un autobús salió de Valencia ciudad, y allí se unieron correligionarios de Benicarló, Castellón, Godella, Gandía, Játiva, L´Alcudia, La Llosa, Biar, Ibi, Alicante, Elche y muchas otras localidades. Ancianos veteranos, jóvenes, matrimonios con niños, como siempre, un encuentro que más parece reunión familiar que mitin político.
Tras la concentración en la plaza mayor de la localidad, a las once y media comenzó el Via Crucis que la mayoría de los asistentes (salvo los que por razones de edad no pudieron) realizaron en un ambiente de gran devoción las catorce estaciones. El rezo, expresamente dirigido a los mártires de la Tradición, fue dirigido alternativamente por los dos capellanes presentes, el reverendo don Francisco Suárez, consiliario del círculo Aparisi de Valencia y el reverendo don Carlos Bell, consiliario del círculo carlista de Tortosa. Encabezándolos, un consejero regional oficiaba de crucífero, portando una verdadera reliquia de nuestros bravos requetés: la cruz auténtica que conducía a la la batalla al tercio de Lacar durante la última Cruzada del 36, cedida generosamente para la ocasión por uno de los asistentes.
El fuerte viento que ondeaba gallardamente las banderas y hacía vacilar los pasos, acompañó e hizo más penosa (y más verdaderamente evangélica) la ascensión. Llenaba verdaderamente el alma ver a docenas de carlistas arrodillarse a la llamada a la adoración al Señor en su calvario. A la llegada al alto, donde se halla la ermita de la Inmaculada, se unieron el resto de carlistas que hubieron de acudir en vehículo. Tuvo a continuación lugar la Santa Misa en la ermita, oficiada con gran devoción por el reverendo Francisco Suárez, que aludió en su homilía a la humildad de los mártires de la Tradición en defensa de la Causa. A los lados del altar, el crucífero y tres carlistas (de Valencia, Ibi y Tarrassa) portando las banderas de la Cruz de san Andrés, Española y del Reino de Valencia, que fueron abatidas en el momento supremo de la consagración. El mosén don Carlos, mientras tanto, confesaba a quién lo pidiera, para que nadie que quisiera quedase sin comulgar.
Llegada del autobús de Valencia
Al finalizar el Santo Sacrificio, la comitiva se ha dirigido a la cruz de los caídos en la batalla de Camorra en 1873, erigida aproximadamente en el lugar donde están enterrados, juntos, los españoles caídos en aquel combate: voluntarios carlistas y levas del ejército de la primera república. Don José Miguel Orts ha leído una semblanza del significado político del acto y una carta de don Carlos Javier de Borbón alusiva al acto. A continuación un toque de corneta ha dado paso al responso en latín leído por el reverendo don Carlos Bell, a cuyas plegarias rogando a Dios por los mártires de la Tradición han respondido todos con fervorosa oración. Para concluir, un emocionado Oriamendi cantado a pleno pulmón, con los vivas de rigor.
Finalizados los actos oficiales, hemos bajado de nuevo al pueblo, donde los asistentes, dado su número, se han repartido en dos restaurantes para dar cuenta de la opípara comida de confraternización donde, como siempre, animada charla, risas, discusiones, reencuentros, han sido la tónica, sin faltar canciones carlistas. Tras el café, el presidente regional, reunidos todos en el establecimiento “casa Ximo”, ha leído un discurso en el que invitaba al compromiso y al trabajo de todos para dar alternativa cristiana y tradicional al malgobierno y peor legislación actual, que han corrompido a la sociedad. Ha llamado a todos los carlistas a arrimar el hombro, para que jornadas como la de ayer sean verdaderamente fructíferas.
Saliendo del pueblo en dirección al Via Crucis
A continuación los asistentes han recogido sus efectos y banderas y han regresado a sus hogares, llenos de entusiasmo por la hermosa y auténtica jornada de homenaje y devoción a los mártires de la Tradición, aquellos héroes que nunca son anónimos ante Dios. Los que acudieron desde Valencia en autobús, hicieron una breve parada a la vuelta en la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora (Santa María) en Onteniente, para orar ante tres pequeñas arcas que contienen los restos de tres mártires de la localidad. Dos de ellos son carlistas, y fueron martirizados el mismo día. El delegado local de la Comunión en Biar ha explicado la historia de los beatos Carlos Sanz y Rafael Alonso, ambos carlistas, sacados y tiroteados por las milicias revolucionarias junto a un médico. Se da la circunstancia de que Rafael Alonso fue hallado aun moribundo el día siguiente. Cuando se le inquirió por el nombre de sus asesinos sólo acertó a balbucir: “perdonar, amar”, negándose a revelar sus nombres antes de morir. El reverendo padre Suárez ha dirigido una oración rogando la intercesión de los beatos mártires. Tras admirar las pinturas de José Segrelles del templo, se ha procedido al regreso a la capital del Turia.
Los actos en homenaje a los mártires carlistas han concluido el domingo día 10 (el instituido por S.M.C Don Carlos VII) por la mañana en el cementerio general de Valencia, donde una representación de la junta regional y los círculos carlistas valencianos ha depositado una corona de flores y ha rezado una plegaria ante la lápida que recuerda a los requetés del tercio de la Virgen de los Desamparados asesinados en 1936 al fracasar el Alzamiento en Valencia.
Beatos mártires de la Tradición, rogad por nosotros.
Primeras estaciones
Discurso de don José Miguel Orts, consejero nacional de la Comunión Tradicionalista Carlista, ante la cruz de los caídos en la batalla de Camorra
Este año los carlistas valencianos volvemos a celebrar la fiesta de los Mártires de la Tradición en Bocairent, en el mismo escenario donde hace 140 años los voluntarios del Rey legítimo se enfrentaron a los soldados de leva forzosa del ejército republicano en la batalla de Camorra. Venimos a rendir homenaje a las víctimas de la lealtad y de la disciplina, cuyos restos yacen juntos en esta fosa común presidida por la cruz.
Nuestra presencia, después del ascenso por este Via Crucis monumental, en este lugar y en esta fecha, en lo que este paraje significa y en el tiempo y circunstancias en que se nos ha concedido vivir, tiene varios sentidos:
- La lucha por la legitimidad –lo justo político como paradigma- en la acción de gobierno que guió el esfuerzo de los carlistas del siglo XIX, sigue teniendo vigencia. Si las leyes humanas se oponen a la ley natural, carecen de fuerza de obligar. Si los políticos no administran los recursos de todos los ciudadanos en función del bien común, sus órdenes no merecen ser obedecidas y los tributos que exigen no tienen por qué ser pagados. Sin legitimidad de origen y de ejercicio los reyes no son reyes aunque ocupen tronos. Sin respeto a lo sagrado de la persona humana, hasta con los votos se gobierna tiránicamente. Sin legitimidad sólo hay coacción del que manda sobre el forzado a obedecer.
La única razón de existir del Estado es resolver los verdaderos problemas de las personas y grupos sociales que lo integran, sin alimentar utopías insostenibles. Lo que pueda ser resuelto por cuerpos sociales menores no debe ser gestionado por estructuras superiores. Es el clásico principio de subsidiariedad, núcleo de la concepción foral de la Monarquía de las Españas, ahora manipulado y desnaturalizado por los eurócratas y los apóstoles de “lo público” como eufemismo de “lo colectivista” a toda costa. Es la gran estafa de las Autonomías y de la Unión Europa, edificadas artificialmente reproduciendo a escala regional el modelo centralista, a expensas de los niveles inferiores.
Contemplada desde una óptica positiva, la subsidiariedad obliga al ente superior a ayudar al inferior a alcanzar su cometido, en aras del bien común. El principio de totalidad o solidaridad entre los elementos del mismo cuerpo social implica la ayuda mutua sin absorción ni suplencia. Estos principios vertebran las partes entre si y en el todo regional, nacional y supranacional. Pero su vigencia supone una voluntad previa de pertenencia a un mismo todo y de convivencia armónica en el mismo.
- Cuando el Estado se apodera de las conciencias con falsas promesas de paraísos en la Tierra, termina con la verdadera libertad. Todos los caminos de la deshumanización de la vida pública pasan por forzar la exclusión de Dios no solo de las leyes sino de la cultura y aun de las conciencias. Y la experiencia histórica demuestra que sin Dios, el hombre deja de sentirse hombre y deja de tratar a sus semejantes como humanos, por muchas declaraciones de derechos que publiquen revolucionarios o mundialistas.
Silencio impresionante mientras el pater entona la plegaria
Comunicado de don Carlos Javier de Borbón
Hoy, fiesta de los mártires de la Tradición, instituida por mi antecesor Don Carlos VIII en el día del aniversario del fallecimiento del iniciador de la Dinastía Carlista, no quiero que os falte el testimonio de mi recuerdo, mi homenaje y mi cariño a cuantos lucharon, sufrieron y murieron por la Causa, así como a los que seguís en la brecha trabajando por los mismos principios.
Palabras de don Jesús Blasco, presidente regional de la Comunión Tradicionalista Carlista del Reino de Valencia
Saludos
Saludo de la Presidenta Maria Cuervo
Bienvenida a Javier López de la Junta Nacional, Consejeros nacionales, Jefes Provinciales y Delegados locales
Bienvenidos especialmente por la distancia recorrida, hoy más que nunca bienvenidos a los carlistas catalanes.
Vixca Catalunya foral y espanyola.
Bienvenidos todos a la celebración del día de Mártires en Bocairente.
Hoy quiero hablaros de unidad, de trabajo, de esfuerzo, de compromiso porque hoy más que nunca, nos necesitamos todos, necesitamos estar unidos como una piña, porque no esperamos nada bueno del futuro que nos espera en España.
A nosotros, no nos sorprende ya nada de lo que está sucediendo en España, porque llevamos 180 años advirtiendo de estos mismos peligros a la sociedad española.
¿O es que acaso tres guerras carlistas en el siglo diecinueve contra el liberalismo y la Cruzada del 36 contra el comunismo socialista, no son bastantes muestras de advertencia al pueblo español, de cuales son los peligros que amenazan a España?. ¿Es que acaso la persecución, cárcel, destierro y cierre de círculos y medios de comunicación carlistas durante la dictadura, no dejó bien claro por donde iban los cauces políticos del liberalismo y del socialismo una vez muerto el dictador?
Pues aquí los tenemos, imposición de una monarquía liberal alejada de todo espíritu cristiano, capaz de firmar todas las barbaridades antinaturales que le pongan delante los políticos de turno, como la ley del aborto y los mal llamados matrimonios, entre personas del mismo sexo y una Constitución atea, adecuada a las políticas que los diferentes partidos se iban a encargar de desarrollar en sus respectivos mandatos. Todo estaba previsto y calculado.
Cruz del tercio de Lacar
Más que padres de la Constitución les podríamos llamar hijos de la ignominia, porque tomaron por menores de edad a los españoles, tratando de hacerles creer que eran auténticos demócratas, hombres justos y honrados con diferentes visiones de las cosas pero preocupados por el pueblo al que tenían ( en plena transición), comiendo de su mano con cantos de sirena como aquella canción de “libertad, libertad, sin ira libertad”, todo era una farsa, cuando en realidad a lo que se han dedicado unos y otros ha sido a llenarse el bolsillo y a calentar los escaños de todas las instituciones españolas, turnándose unos partidos con otros y legislando, en contra precisamente, de aquella supuesta “libertad” que prometía la canción.
¿Qué diferencia hay entre un PSOE que aprueba leyes contra el aborto, contra la familia, contra la religión católica y a favor de la eutanasia o de matrimonios antinaturales, y un PP que gana con mayoría absoluta, ojo, conseguida en su mayor parte gracias al miedo que el PSOE había metido en el cuerpo a muchos españoles, que llegan al poder y no cambian ni anulan ninguna de aquellas leyes abominables que aprobaron los socialistas?
Son los mismos perros con distintos collares.
Y no digamos con el tema de la ETA y de los separatistas vascos y catalanes. ¿Es que el PP y el PSOE no se han sentado con todos ellos a pactar y darles prebendas y chanchullos a cambio de mantenerse en el poder? ¿Quiénes si no han dado oxigeno político a Convergencia y Unio? ¿Quiénes sino han dado oxigeno político al PNV?
¿Quiénes si no han permitido que la ETA esté hoy sentada en el parlamento Vasco y encima quedándose con todas sus armas por si acaso? Eso se llama chantaje terrorista, consentido por los distintos gobiernos del PP y del PSOE, para mantenerse en el poder a costa de lo que sea.
Y como valencianos debemos denunciar al PP y al PSOE que han tenido responsabilidad de gobierno en la Generalidad, por haber utilizado al Reino de Valencia, a su cultura, a su historia y a su lengua, como moneda de cambio con el pancatalanismo, catalanizando nuestra cultura en pro de una utopía llamada “Paises Catalanes”. Ya está bien de tomarnos el pelo.
Entonces, ¿que podemos esperar los españoles de unos gobiernos que viven y subsisten bajo la amenaza del chantaje terrorista y del chantaje separatista?
Pues lo que tenemos. Inmoralidad, corrupción, paro, pobreza y tergiversación de la historia. Tan solo estamos recogiendo los frutos que esta partitocracia y su legislación contranatura , han sembrado durante los últimos 35 años.
Y muchos os preguntareis, ¿y que podemos hacer nosotros ante esta situación tan grave y que aún no ha tocado fondo, con un partido liberal PP, en el poder del que ya nadie se cree lo del “mal menor” y una supuesta (y digo supuesta porque no se donde está la diferencia) oposición PSOE, que odia todo lo español, que odia la religión, que legisla contra la familia y contra la propia vida?
Pues los carlistas para hacer frente a todo esto, en primer lugar hemos de permanecer más unidos que nunca.
Tramos finales del Via Crucis
En estos momentos tenemos una responsabilidad histórica, como en otros tiempos la tuvieron nuestros padres y abuelos. Pero para hacer frente a esta tremenda situación, ante todo hemos que hacer grande al Carlismo. Es necesaria disciplina y organización.
Es tiempo de superar viejos problemas. Hoy solo debemos mirar en una dirección, solo podemos mirar hacia delante, sin complejos, con la cabeza bien alta, animando a la gente a salir de sus casas, convenciendo a los buenos españoles de que aquí y solo aquí está la auténtica solución a los problemas de España. Si nosotros nos lo creemos, será más fácil que lo podamos transmitir a los demás.
Los carlistas tenemos un trabajo que realizar aquí y ahora. Hoy es tiempo de trabajar, de comprometerse con la Causa, esa gran Causa que todos anhelamos ver triunfar un día para gloria de España.
Y para ello, tenemos la suerte de disponer de una herramienta que canalice nuestros esfuerzos, una herramienta que viene funcionando desde hace años con firmeza y que hasta hoy nos ha permitido no solo mantener viva la Causa sino acrecentarla y formar a muchos jóvenes que hoy están perfectamente preparados para defender nuestros ideales.
Esa herramienta se llama Comunión Tradicionalista Carlista.
Prueba de que funciona, es nuestra presencia hoy en Bocairente, habría sido imposible reuniros hoy aquí a todos, sin un mínimo de organización, de disciplina, de colaboración económica, y de afiliaciones.
Pero por supuesto no solo la organización de la CTC es la que nos mueve, hay algo más importante, su programa político basado en nuestros ideales de Dios, Patria, Fueros y Rey Legitimo.
Este bendito cuatrilema cuyo primer nombre es Dios y que es en realidad el que nos da fuerzas para trabajar cada día, sin pedir nada a cambio.
Y desde la Cruz que es nuestro refugio, nos permite llevar adelante los otros tres principios, basados siempre en la justicia social cristiana y en las libertades que como hijos de Dios estamos obligados a defender.
Y si ello fuera posible, contar cuanto antes con un Rey a la cabeza, que se comprometa a defender de verdad a todos los españoles, basándose en esos sagrados principios.
Porque... ¿nos sirve un Rey que no reconozca la máxima autoridad de Dios y la responsabilidad de la Patria y de su pueblo? NO. Ese Rey serviría de bien poco. Y si no a la Zarzuela me remito. Un rey liberal ostenta el titulo, pero en realidad es una marioneta manejada desde el poder por los partidos y de bien poco le sirve la corona.
Misa en la ermita de la Purísima
Carlos VII lo asumió al afirmar: “Nosotros hijos de Reyes, reconocimos que no era el pueblo para el Rey , sino el Rey para el pueblo; que un Rey debe ser el hombre más honrado de su pueblo, como que es el primer caballero; que un Rey debe gloriarse además con el título especial de padre de los pobres y tutor de los más débiles.”
Carlistas,en este día de Mártires de la Tradición, os pido entrega, colaboración, sacrificio, unidad, porque todo ello nos permitirá estar preparados para lo que pueda venir, el Carlismo debe estar presente una vez más en su historia, en la sociedad española, para ayudar a salir a la Patria de esta situación.
Si queremos que se nos vea y se nos escuche, hemos de salir por nosotros mismos, como siempre con nuestro propio esfuerzo. Pensad si realmente vale la pena o preferimos lamentarnos de lo mal que está todo, dejando en manos de la revolución anticristiana, la victoria de los enemigos de Dios y de la Iglesia.
Por último, he querido aprovechar esta numerosa asistencia a Bocairente para dar un toque de atención. El Carlismo no se puede quedar en meros recuerdos y palabras. El Carlismo tiene una gran responsabilidad ante España y ante la historia. El Carlismo tiene fama de romántico y desde luego lo es, pero ello no quita para que tengamos los pies en la tierra y la cabeza fría, ante los problemas que se avecinan, ante la realidad que se nos viene encima. No presumamos tan solo de lo que hicieron nuestros padres o nuestros abuelos. Empecemos a presumir de lo que nosotros con nuestro propio esfuerzo, somos capaces de hacer hoy, por supuesto siguiendo el ejemplo que ellos nos dejaron. Ese es nuestro reto. Si lo conseguimos nuestros antepasados nos lo agradecerán, España se sentirá de nuevo orgullosa de sus hijos y Dios Nuestro Señor nos lo premiará.
Muchas gracias.
VIVA CRISTO REY - VIVA ESPAÑA - VIVA LA MONARQUIA LEGITIMA
Lectura de don José Miguel Orts en la cruz de los caídos en la Batalla de Camorra
Toque de respeto
En el restaurante
En Santa María de Onteniente, escuchando el relato de la vida de los mártires locales
Sepulcros de los mártires carlistas ontiñentinos
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