Asturias: La “domus” de Grandas abre sus puertas

Una exposición muestra las pinturas murales encontradas en la casa romana del Chao Samartín



Una visitante ante uno de los murales expuestos. / PIÑA
Fuente: A. VILLACORTA > OVIEDO | EL COMERCIO 12/06/2015


Una casa de 500 metros cuadrados con «las últimas técnicas del imperio». Desde espacios calefactados a termas y un triclinio para almorzar recostado. Eso fue lo que los arqueólogos encontraron en 2004 en el yacimiento del Chao Samartín: una gran mansión romana de porte señorial (o ‘domus’) que había sido construida durante las primeras décadas del siglo I d. C. dentro del recinto amurallado del castro para servir de residencia a un destacado personaje de la administración imperial. Y, ayer, once años después de aquel descubrimiento excepcional, el Museo Arqueológico inauguró una exposición que podrá disfrutarse hasta octubre y que constituye un testimonio fundamental para conocer cómo se organizaba Asturias tras la dominación romana.


En la muestra, denominada ‘DOMVS. Una casa romana en el castro de Chao Samartín’ y comisariada por el arqueólogo Ángel Villa, se recrea el ambiente de las principales estancias de la mansión (con dos pisos, un gran atrio de estilo toscano y un horno en excelente estado) y se describen las técnicas y materiales empleados para la decoración de sus paredes, así como los trabajos de rescate y restauración que permiten exhibir esas pinturas murales recuperadas en el yacimiento de Grandas de Salime.


Esas son algunas de las «maravillas» de una mansión «que ha resistido con una gran dignidad el paso de los siglos», explicó la consejera Ana González. «Una casa nobiliar es habitual en el mundo romano. Lo que ya no lo es tanto es que esté dentro de un recinto fortificado, dentro de una población de gentes que no vivían como los romanos», apuntó Villa, quien precisó que «probablemente eso sucedió porque era un castro importante y qué mejor forma de indicar a los lugareños quién mandaba tras la conquista que la usurpación de ese lugar de prestigio».


Y, por eso, la ‘domus’ de Grandas «no es una casa cualquiera», sino que, junto con las labores domésticas, también servía para realizar funciones administrativas y de representación social, como atestigua su decoración, realizada por «técnicos y pintores muy experimentados y en la que se implanta arquitectura y escultura de una enorme calidad». Y todo eso, «ocurre en un ambiente fuertemente militarizado para controlar un territorio capital para la buena marcha del imperio. Fundamentalmente, por sus recursos de oro». Y así lo atestiguan medio centenar de piezas de la época. Por ejemplo, un trozo de pizarra en el que figuran los nombres de 50 asturianos y los impuestos que pagaban. Está por ver si se quedan en el Arqueológico o regresan a Grandas, como reclama su alcalde.

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