¡Viva Cristo Rey!
¡Viva España!
¡Viva el Rey legítimo!
Celebración del 80 aniversario del Alzamiento Nacional en Granada
Un puñado de tradicionalistas y simpatizantes del Círculo General Carlos Calderón de Granada nos reunimos ayer, 18 de julio, para celebrar un año más el día del Alzamiento Nacional, del que se cumplen 80 años, y honrar a todos los que dieron sus vidas por la tradición católica de España. A tal fin acudimos al cementerio a rezar por los muertos de la Cruzada en el patio en el que yacen los caídos por Dios y por la Patria.
Oración
Oh Dios, Creador y Redentor de todos los fieles, concede la remisión de todos sus pecados a las almas de tus siervos que por Ti y para que España fuera siempre tuya, gozosos sufrieron el martirio. Y a nosotros, por su intercesión, haznos dignos de su sacrificio con una vida pura y plenamente ajustada a tu Voluntad, para gozar también de la felicidad del descanso y los esplendores de la luz eterna. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Manifiesto
Nos hemos reunido en este campo santo para honrar a los que dieron sus vidas por Dios y por la patria y conmemorar y reafirmar las dos premisas fundamentales del 18 de julio: que fue una Cruzada y que el Requeté salvó a España.
Esto no es una actitud nostálgica, sino una reivindicación política de primer orden. Los partidos políticos quieren que la Iglesia pida perdón por la Cruzada para que la orfandad política de los católicos aumente, para que cualquier reacción ante la inmoralidad reinante sea deslegitimada y para que la estrategia postconciliar suicida de reducir la religión al ámbito de lo privado y de las sacristías (sacristías e iglesias que en 1936 no recibieron el respeto de los criminales de la izquierda) llegue a sus últimas consecuencias con el total desarme doctrinal e ideológico de los católicos en la política.
La Comunión Tradicionalista, sin ninguna clase de hipotecas ni componendas, se reafirma coherente con su trayectoria histórica de 1936 y proclama un año más su orgullo por el sacrificio para la derrota del marxismo.
Aquel 18 de julio se produjo una legítima sublevación contra un poder tiránico, sectario y antiespañol. Es una asignatura pendiente el saber distinguir entre lo legal y lo moral. Y es moral y acorde con nuestra santa Fe católica el tiranicidio y el alzamiento contra los poderes ilegítimos.
La República, nacida paradójicamente de unas elecciones municipales en las que los republicanos no obtuvieron ni siquiera la mayoría, fue consecuencia de la cobardía de una dinastía usurpadora que se desentendió del futuro de España. Las mismas izquierdas que tanto decían defender la legalidad republicana no tuvieron reparo en alzarse sangrientamente contra ella en 1934 ante el resultado adverso de las urnas.
Pero hoy día, por culpa de las derechas burguesas, la izquierda ha elevado a dogma democrático que los levantamientos armados de las izquierdas son revoluciones populares y si esos levantamientos son de signo patriótico y religioso son golpes de Estado.
Para el Carlismo el 18 de julio fue ni más ni menos que la culminación gloriosa de muchos años de preparación para un enfrentamiento que se entendía inevitable entre la España católica y la Antiespaña. Por eso reivindicamos la Cruzada de Liberación Nacional y a los héroes que hicieron posible la victoria.
¡Viva Cristo Rey!
¡Viva España!
¡Viva el Rey legítimo!
A continuación fuimos al cercano mirador del Barranco del Abogado para divisar la ciudad que hace 80 años ganaron los bravos militares y requetés para la causa nacional.
Finalmente, en ambiente de camaradería y siguiendo la sana costumbre de nuestra tierra, no pudo faltar un brindis por la gesta del 18 de julio con un buen tapeo.
Reino de Granada
¡Viva Cristo Rey!
¡Viva España!
¡Viva el Rey legítimo!
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Estimados amigos, desde esta Argentina en el día de ayer me he sentido junto a todos los caídos en la Cruzada Española; mártires que dieron su sangre en la lucha contra el Anticristo. Por siempre en mis oraciones.
Gallego.
Nunca hubo hombre alguno que tuviese tan malos amigos y tan buenos enemigos Eso es lo que parece pasarle a Francisco FRANCO, ¿para qué necesita amigos franquistas que no saben defenderlo, que ni siquiera aparecen por parte alguna, si ya tiene enemigos encargados de engrandecer su figura histórica cada vez que sueltan un eructo?
El artículo de Infocatolica que se puede leer a continuación no tiene desperdicio. La cosa es que estos tiorros no son más idiotas de baba por no saber dónde se convocan oposiciones para ello, si así fuese las ganarían todas. Pero cree el chorizo que todos son de su condición, ignorando que su propia existencia es de por si uno de los más grandes males que viene padeciendo España desde el XIX.
El P$$$$$$OE pretende que la Iglesia no celebre Misas por el alma de Francisco Franco.
SE HAN ENCARGADO VARIAS PARA HOY, DÍA DEL ALZAMIENTO
El pasado domingo, el diario.es que dirige Ignacio Escolar «desveló» que está previsto que este lunes se aplique en la Catedral de Valencia una misa en sufragio por el alma de «Francisco F.», lo que para este digital es, a todas luces, un «homenaje camuflado a Franco» o una «dedicatoria anual». La reacción del Partido Socialista, no se ha hecho esperar y ha reclamado al Cardenal Cañizares que no se celebre esa misa y que se «cancele el acto» según explica Infolibre.
(Actuall) En concreto, el PSOE exige que no se haga «mención expresa durante la celebración de la misa a la memoria del dictador, puesto que de lo contrario sería una provocación y una afrenta muy grave a la ciudadanía«.
Es más, los socialistas prevén incluir «la prohibición expresa de este tipo de acciones» (celebrar misas por el alma de determinadas personas) en una futura ley de «Memoria Democrática» que está preparando.
Como es obvio, el arzobispado, preguntado por El País, ha respondido que «la Iglesia no puede negarse» a celebrar una misa en sufragio por ningún alma y esta tarde, se celebrará la misa en sufragio por el alma de Francisco Franco, encargada por un particular.
La archidiócesis de Valencia ha publicado el siguiente comunicado en relación a la polémica
En relación a la información aparecida en distintos medios sobre el calendario de «intenciones de las misas» de la Catedral de Valencia, el Arzobispado de Valencia quiere realizar las siguientes aclaraciones:
"Ante todo debe quedar manifiestamente claro la defensa de la democracia del Arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, no ya en estos tiempos donde no puede haber cuestionamiento posible, sino en los difíciles años de la transición democrática, en la que fue testigo directo y actor de la labor que realizaron tanto los hombres de Iglesia como los actores políticos del momento, en favor de la conciliación de todos los españoles. Y por tanto, atendiendo a su adhesión absoluta a los principios democráticos, es inadmisible generar ni una sombra de duda sobre las convicciones democráticas del Arzobispo de Valencia.
No más lejos de la pasada semana, en un Curso de Verano organizado por la Universidad Católica de Valencia, el Cardenal Arzobispo volvió a insistir en su papel como defensor de la democracia, «y de la transición democrática, de la que fue testigo y de la que podría ofrecer mi testimonio personal» y dejó constancia de «mi agradecimiento a aquellos hombres de Iglesia que contribuyeron a su buen desarrollo la convivencia entre los españoles, la difusión de los derechos humanos, el bien común, y el establecimiento de libertades en verdadera armonía».
Respecto a las intenciones de las misas cabe aclarar que un sufragio es una petición para rezar por los fieles, vivos o fallecidos, es decir, en ningún caso implica un recordatorio ni un homenaje, ni cualquier otra interpretación.
El Arzobispado no interviene en la organización de la parroquia. La Oficina de la Catedral es autónoma, y por tanto el Arzobispado es ajeno a la organización que se conduce directamente como en el resto de parroquias de la Diócesis. El Arzobispo de Valencia es pastor de la Catedral, como de cualquier otra parroquia e iglesia en la archidiócesis, por lo que le compete presidir los actos litúrgicos más solemnes y el oficio de eucaristías, pero no compete al Arzobispado decidir ni intervenir en las actividades ordinarias de las celebraciones que en ellas se lleven a cabo.
La iniciativa del sufragio se ha realizado por un particular. En el Código de Derecho Canónico no existe la figura de veto, es decir, no se pueden rechazar las peticiones de sufragios.
La Oficina de la Catedral no informó al Arzobispado de esta petición, como no lo hace habitualmente, porque es autónomo su funcionamiento respecto del Arzobispado. Y el Código de Derecho Canónico admite todas las peticiones de sufragio.
Por tanto, ante las informaciones aparecidas, cabe aclarar que ni el Arzobispado ni la Oficina de la Catedral han propuesto, organizado ni intervenido, y que cualquier información que ponga en duda la defensa de la Diócesis de Valencia de la democracia, sólo puede ser malintencionada, y constituye una falsedad.
InfoCatólica: información, análisis y opinión en la red
Esto pasa por no haberles metido un punterazo en sea dicha la parte en su día, y haber permitido que la banda de traidores y renegados que salió de las alcantarillas del anterior Régimen nos trajeran lo que han traído. Luego fingiremos pesar cada vez que la casca alguno de éstos, cuando habría que celebrarlo con cava.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Celebrarlo con cava no, sería mejor OBLIGAR a los partidos "pretendidamente patriotas", a un nuevo (y siempre tan odiado) "Decreto de Unificación" so pena de abandonar el barco los pocos que militen en tales grupúsculos. La realidad es muy tozuda, y está visto que con cada jefecillo en su capillita no hacemos nada.
Sólo dos prioridades: Dios y España.
........Y luego el comunicado del Arzobispado es de traca. Huele a caquita que echa para atrás; qué miedos tienen estos botarates del "funcionariato eclesial".
Siempre lo mismo: tienen que ponerse de rodillas y arrastrarse lo que haga falta, no sea cosa que los identificaran con el bando nacional.
Ah, y no caigamos en "reconciliaciones" y "convivencias entre los españoles" ni semejantes mantras conservadores. Si en la Transición no se hubiera tragado con eso no estaríamos así.
Aquí en la Argentina un grupo de "irreductibles", recordamos, honramos y rezamos un Rosario, en memoria de los 80 años del Alzamiento Nacional y de los que cayeron en defensa de los valores perennes De Dios, la Patria y la Hispanidad.
No eramos muchos en la Iglesia y no se consiguió un cura que celebrara una Misa por esas intenciones.
Una Lástima que los organizadores no pensaron en la FSSPIOX, que la hubiera celebrado sin reparos.
Pense que eramos pocos, me consuela ver las fotos que aporto Hyeronimus...cuatro personas!!!
Me pregunto, es que todos han comido de la "flor del olvido", y se han bañado en el Leteo...
Cosas veredes Sancho...
En España hace cuarenta años el 90% de la población era sociológicamente franquista. Este país pasó de la alpargata al coche y al apartamento en la playa. Hoy nadie sabe que la Seguridad Social, si bien no fue un invento franquista, se desarrolló y extendió a toda la sociedad, nadie se acuerda que la paga extraordinaria del verano es la del "18 de Julio" y, por supuesto, ningún politicarra propugna su derogación en aplicación de la ilegítima -y posiblemente ilegal-, ley de "memoria histérica". Sin extenderme, hay que recordar aquello que reza "es de bien nacidos ser agradecidos", y con todas sus sombras, sus fallos o sus errores, el franquismo fue cien veces mejor que la basura que tenemos ahora. El llamado pueblo español es, en una buena proporción, un mal pueblo. En otro país, Francia, alguien con unas características similares, aunque no iguales, a las de Franco, el General De Gaulle, dijo en su día: "Espero todo de los franceses, menos agradecimiento."
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Es que, aunque esto pueda chocar a personas como Juan......el pueblo español ha dejado de ser "español" en no poca medida. Tal es el inmenso poder de las fuerzas que nos rodean; una gran parte de los españoles se conforma con ser una especie de "provincia" de ese conglomerado bancario que es la Unión Europea; como Bélgica o algo así. No es un fenómeno sólo de España; Francia no es NI LA SOMBRA de lo que fue (si el petit cabrón levantara la cabeza..) le matan en masa a los franceses y no hace absolutamente nada, y eso que se supone que son una potencia militar. Es la dictadura bancario-masónica de Bruselas, que no entiende de "honor nacional" sino de "control social" que es otra cosa.
El señor Valls dice que habrá que "convivir" con el terrorismo:
El gobierno de Francia admite que "habrá que vivir con el terrorismo" - 16.07.2016 - LA NACION Â*
Última edición por DOBLE AGUILA; 21/07/2016 a las 15:46
Cardenal Cañizares: ¿al César lo que es de Dios?
Bruno, el 20.07.16 a las 9:36 PM
Hace un par de días, asistimos a una nueva edición de los grotescos episodios políticos de opereta que periódicamente se repiten en España. Mostrando una completa falta del sentido del ridículo, el Partido Socialista reclamó que se cancelara una Misa que se iba a celebrar en la Catedral de Valencia, por la peregrina razón de que iba a ser ofrecida por el eterno descanso de Francisco Franco.
Un servidor, que disfruta siendo políticamente incorrecto, habría respondido a esa petición con una escueta nota en la que se recordara que el Partido Socialista fue el instigador y ejecutor, entre otros, de la última persecución sangrienta que se ha producido contra el catolicismo en España, con un saldo de más de seis mil obispos, sacerdotes y religiosos martirizados y un número indeterminado de seglares muertos por la fe. Si me sintiera particularmente cruel, habría añadido que precisamente la Catedral de Valencia fue quemada en 1936 y que más de 200 obras de arte de la misma están en paradero desconocido desde entonces, y aprovecharía para preguntar por cualquier noticia que pudieran tener de ellas los autores de la petición.
El Arzobispado de Valencia, con más tacto y diplomacia, publicó un comunicado en el que indicaba que los fieles ofrecen Misas en sufragio por los difuntos que quieren, que la diócesis no podía rechazar esos sufragios y que la parroquia catedral era autónoma en esos temas. Junto con esas aclaraciones, muy pertinentes y a las que no tengo nada que objetar, el Arzobispado ofreció otras consideraciones bastante más cuestionables, que, a mi entender, convendría haberse ahorrado.
En el comunicado, se indicaba que “ante todo debe quedar manifiestamente claro (sic) la defensa de la democracia del Arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares”. También se decía que “en estos tiempos” “no puede haber cuestionamiento posible” (sic) de la democracia y se recordaba que el Arzobispo fue “testigo directo y actor de la labor que realizaron tanto los hombres de Iglesia como los actores políticos del momento, en favor de la conciliación de todos los españoles” “en los difíciles años de la transición democrática”, que nos trajeron “la convivencia entre los españoles, la difusión de los derechos humanos, el bien común, y el establecimiento de libertades en verdadera armonía”.
No contento con eso, el autor del comunicado proclamaba la “adhesión absoluta a los principios democráticos” del cardenal Cañizares y, en consecuencia, declaraba “inadmisible generar ni una sombra de duda sobre las convicciones democráticas del Arzobispo de Valencia”. Por si no había quedado claro, se decía que, unos días antes, “el Cardenal Arzobispo volvió a insistir en su papel como defensor de la democracia”. Finalmente, el comunicado terminaba con un párrafo en el que se que se rechazaba una vez más que alguien “ponga en duda la defensa de la Diócesis de Valencia de la democracia”.
¿Ante todo debe quedar “manifiestamente clara” la “defensa de la democracia” por parte del Arzobispo de Valencia? ¿Ante todo? Digo yo que, ante todo, deberá quedar manifiestamente claro que cualquier obispo hará lo que crea en conciencia que es la Voluntad de Dios, digan lo que digan todos los políticos y votantes de la tierra, porque hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. ¿Qué pinta un obispo “defendiendo la democracia”? Más bien tendrá que defender la fe católica y a sus fieles de los lobos. ¿Qué sentido tiene afirmar que no debe haber “ni una sombra de duda sobre las convicciones democráticas del Arzobispo? No debe haber ni una sombra de duda sobre las convicciones católicas del Arzobispo. Sus convicciones democráticas no le interesan a nadie. Al leer este tipo de afirmaciones, la conclusión inmediata que queda en la mente de los fieles es que lo más importante es la democracia y ser buenos demócratas. Si lo primero son las convicciones democráticas, es inevitable que las convicciones católicas se relativicen.
Sacerdote guillotinadoNo sé qué pretende expresar el autor del comunicado con la palabra “absoluto”, pero en ningún caso puede tener un obispo una “adhesión absoluta a los principios democráticos”. La “adhesión absoluta” se debe a Dios y nada más que a Dios. Si la democracia y sus principios usurpan este papel, se convierten en un ídolo que destruye al ser humano. Este tipo de lenguaje recuerda poderosamente a los sacerdotes juramentados, es decir, a aquellos que, durante la Revolución Francesa, juraron fidelidad a los principios del nuevo régimen según la Constitución Civil del Clero, que sometía a la Iglesia al Estado. En contraste, el clero refractario, fiel a la primacía de los mandatos de Dios, se vio obligado a exilarse o a vivir en la clandestinidad.
Igualmente inadecuada es la idea de que no se puede cuestionar la democracia. Nada tiene esa afirmación de católica y, por lo tanto, es inadmisible que el Arzobispado la exponga como propia en un comunicado público. Recordemos lo que dice el Catecismo (1901) sobre este tema: “La diversidad de los regímenes políticos es moralmente admisible con tal que promuevan el bien legítimo de la comunidad que los adopta”.
Según la división aristotélica clásica, retomada por la escolástica, existen básicamente tres tipos de regímenes políticos: monarquía (el gobierno de uno), aristocracia (el gobierno de los mejores) y república (el gobierno popular). La Iglesia, que se mueve por criterios espirituales y no políticos, admite en principio como legítimos los tres tipos de gobierno y no se mete a elegir entre ellos, sino que acepta la autoridad legítima y constituida, sea cual fuere. Por eso, cumpliendo el cuarto mandamiento, la Iglesia primitiva rezaba por el Emperador romano, en la Edad Media los católicos rezaban por los distintos reyes, en Estados Unidos se reza por el Presidente y en Omán se reza por el Sultán.
Me da igual, francamente, que el autor del comunicado y el propio Arzobispo sean partidarios del sinarquismo, la democracia orgánica, el Archiduque Carlos o el Dux de Venecia, pero lo que no parece de recibo es que utilicen sus cargos en la Iglesia para defender sus opiniones políticas. El Arzobispado de Valencia no debe meterse en ese tema, que no le compete, y menos con esas afirmaciones claramente disparatadas. La Diócesis de Valencia no tiene como misión la “defensa de la democracia”, sino la santidad del pueblo de Dios. Privadamente, un arzobispo puede tener las opiniones que desee sobre la organización política española, pero no debe proclamarlas públicamente como tal arzobispo, porque lo que le corresponde es pastorear el rebaño de Cristo, más allá de opciones políticas prudenciales.
También parecen fuera de lugar esos elogios tan exagerados a la Transición, teniendo en cuenta los resultados de la misma. Las afirmaciones del comunicado serían exageradas fuera cual fuese el régimen político en cuestión, pero aún resultan más extemporáneas cuando se refieren a un régimen cada vez más anticristiano. El mismo artículo del Catecismo que citábamos antes recuerda que “los regímenes cuya naturaleza es contraria a la ley natural, al orden público y a los derechos fundamentales de las personas, no pueden realizar el bien común de las naciones en las que se han impuesto”. Una definición que, en sus tres elementos, viene indudablemente como anillo al dedo a nuestra actual democracia relativista y liberal,cuyas leyes vulneran gravísimamente la ley natural, el orden público y los derechos fundamentales.
Cada día difícilmente puede un católico discutir esto. Basta recordar la introducción del divorcio, la práctica destrucción del matrimonio, la promoción estatal y escolar de la anticoncepción y la antinatalidad práctica, la experimentación con embriones, más de cien mil niños abortados al año, el “derecho” al aborto y al “matrimonio” homosexual, las leyes tremendamente inicuas en el ámbito de la sanidad y la educación, la práctica anulación de la objeción de conciencia, la obligación para los centros católicos de enseñar contra la doctrina católica, la desprotección de las familias, la libre pornografía omnipresente, la falsificación-anulación de la historia y de la identidad de España (especialmente en todo lo relacionado con el Catolicismo), el relativismo moral en la escena pública y un largo etcétera. Un sistema que ha traído todo esto no puede ser glorificado, y menos con esa rotundidad, en un comunicado archiepiscopal.
En esos casos, resulta aplicable el número 1903 del Catecismo:
“La autoridad sólo se ejerce legítimamente si busca el bien común del grupo en cuestión y si, para alcanzarlo, emplea medios moralmente lícitos. Si los dirigentes proclamasen leyes injustas o tomasen medidas contrarias al orden moral, estas disposiciones no pueden obligar en conciencia. “En semejante situación, la propia autoridad se desmorona por completo y se origina una iniquidad espantosa” (PT 51)”.
También San Juan Pablo II habló de casos como el nuestro:
“Si no existe una verdad última, la cual guía y orienta la acción política, entonces las ideas y las convicciones humanas pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder. Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia” (Juan Pablo II, Centesimus Annus, 46).
¿Qué sentido tienen, pues, los exageradísimos elogios a nuestro sistema político actual? ¿Realmente podemos pensar los católicos que se ha logrado “la convivencia entre los españoles, la difusión de los derechos humanos, el bien común, y el establecimiento de libertades en verdadera armonía”? Estamos acostumbrados a este tipo de afirmaciones y no nos sorprenden, porque corresponden a la moda del momento y a los dogmas implícitos de nuestra época, pero los cristianos debemos recordar siempre que estamos en el mundo, pero no somos del mundo, porque somos ciudadanos del cielo.
Todo esto, por supuesto, no debe hacernos olvidar que el Cardenal Cañizares supo defender la familia públicamente hace un par de meses, a pesar de la presión ideológica, política y mediática en su contra (Dios se lo pague). Con ello, dio ejemplo de una firmeza a la que desgraciadamente no estamos muy acostumbrados en España. Precisamente para no echar por la borda esa firmeza contra el error, conviene que tanto Su Eminencia como los demás obispos revisen sus comunicados, de modo que, junto a la enseñanza de la Iglesia, no contengan dogmas políticos extraños a ella, para no dar al César lo que sólo le corresponde a Dios.
Cardenal Cañizares: ¿al César lo que es de Dios?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Como bien dice Manuel Morillo de Anotaciones, Cañizares es un funcionario del Sistema:
https://twitter.com/AnotacionesRenL/...58420935241730
https://twitter.com/AnotacionesRenL/...70549675503617
La Iglesia católica: 80 años después
Por Eduardo Arroyo 22 de julio de 2016, 15:49
He leído en Religión Confidencial un artículo del escritor y sacerdote Ernesto Juliá Díaz, titulado 80 años después, que trata sobre el aniversario del comienzo de la guerra civil española. Nada que decir salvo un par de detalles aparentemente nimios. Primero, la escasa aportación general al asunto: la reconciliación llegará a través de la investigación histórica y no de la ideología o de la propaganda. La Ley de Memoria Histórica está destinada a despertar odios ya fenecidos, etc.
Segundo, en un momento del texto, Juliá introduce la duda sobre si en 1936 existían “solo” dos Españas. Dice el autor: “¿Había solamente dos bandos, me pregunto?”.
Este tipo de comentarios por parte de eclesiásticos, me trae a la cabeza otro detalle, también insignificante en apariencia, de la película "Poveda", sobre la vida del famoso sacerdote, pedagogo y docente jienense, asesinado en Madrid, en 1936. A lo largo de esta película, el Padre Poveda, persona dulce y afable, se muestra irascible solo en el momento en que le hablan de “vencer” en la guerra civil en curso. Según recuerdo aproximadamente, el padre Poveda manifiesta airado que no quiere un país con “vencedores y vencidos”. No se si la anécdota es cierta pero, sinceramente, lo dudo.
Más bien, tanto los citados “tics” del padre Juliá como ese afán de neutralidad y equidistancia de la película "Poveda2 son síntomas de la postura de la Iglesia actual en torno a la guerra civil, el régimen de Franco y, en definitiva, sobre la historia de a Iglesia católica en el siglo XX. Esta auto-percepción de la Iglesia católica es la que ha sellado desde hace medio siglo la política y las alianzas de la Iglesia actual y, en definitiva, la que ha dado los frutos que hoy vemos en lo que a vocaciones, conversiones y actividad pastoral se refiere. Esto es así porque las anécdotas relatadas son la punta del iceberg de algo de mucho más calado: el cambio de paradigma de la Iglesia española –y, naturalmente, de sus consecuencias- producido al final de los años sesenta y principios de los setenta.
Dicho esto cabe preguntarse: ¿cuál es la relación entre la guerra civil española y la Iglesia de hoy? Yo diría que es esencial. La Iglesia católica actual se define en sus formas y actuaciones por contraposición a la Iglesia nacida de la guerra civil. El cambio se operó después del Concilio Vaticano II a instancias de la mismísima cátedra de Pedro.
Para comprender el asunto hay que entender en qué situación se hallaba la Iglesia en 1939. Un régimen político, el republicano, había sido derrotado militarmente pero a lo largo de casi tres años había sido gobernado por tres fuerzas, que se decían representantes exclusivas del proletariado y que guerreaban con Franco y entre sí, pero que coincidían en el afán de exterminio físico, político, cultural y patrimonial de la Iglesia en España. Al final de la contienda los diversos actores del régimen republicano habían asesinado a la totalidad de los obispos de la zona controlada por ellos –salvo uno, viejo y ciego- y habían eliminado físicamente, en promedio, a la tercera parte de los clérigos de cada provincia, llegando en algunas de las provincias a casi la mitad. Algunos de estos crímenes revistieron características especialmente brutales, demostrando los rasgos psicopáticos de una parte significativa de las “milicias populares”. No comentaremos en el estrecho margen de un artículo los destrozos en conventos, iglesias, patrimonio artístico, bienes diversos, etc. Diremos sencillamente que fueron innumerables. Por si fuera poco, el régimen republicano se encargó de plasmar una legislación increíblemente agresiva y excluyente no solo de la Iglesia sino también de los católicos.
Por el contrario, el régimen franquista, vencedor de la contienda, no solo restauró las propiedades y el crédito de la Iglesia ante el pueblo, sino que convirtió a la Iglesia en el fundamento del propio régimen. No se trataba, sin duda, de una Iglesia “a la china”, en la que el poder político coloca a hombres de paja con apariencia de clérigos. Esto queda demostrado con la progresiva sustitución por parte de Roma de altos cargos eclesiásticos afines al régimen de Franco con otros que no lo eran en absoluto, todo ello sin que Franco mostrara una oposición importante.
La situación verdaderamente hegemónica de la Iglesia de entonces puede verse en la separata del Boletín Oficial del Obispado de Cuenca (nº 5, mayo 1986), escrito por Monseñor Guerra Campos, bajo el título “La Iglesia en España (1936-1975)”. Es difícil aducir, ante la rutilante recopilación de datos del citado documento, la condición de eclesiástico afín al régimen de Franco del entonces obispo de Cuenca: los datos hablan por sí solos.
Este escrito debería ser de lectura obligada para todos los católicos porque explica precisamente la otra cara de la Iglesia que hoy no se cuenta. Explica, además, cosas como por qué la Iglesia de hoy huye aterrada ante la mera sombra de asociación con el régimen de Franco o por qué alguien como el padre Juliá no se entera a estas alturas de que en 1936 había efectivamente SOLO dos bandos: el del exterminio físico y el de la dignidad.
El caso es que hacia 1965, amplios sectores de la Iglesia empezaron a ver con otros ojos a sus antiguos verdugos y poco a poco algunos incluso se alinearon con ellos (no los verdugos con la Iglesia, si no al revés). Este cambio profundo afectó, en un principio, a sectores de base pero luego también a la jerarquía, todo ello con la aquiescencia de Roma. Pese a este cambio, el régimen de Franco dejó hacer, en la creencia de que la Iglesia era la Iglesia de siempre. Craso error.
Al final lo que cambió fue el paradigma mismo de la propia Iglesia Católica: la idea central en el hacer de la Iglesia de la unidad católica de España como bien esencial a proteger, dejó paso a la idea de la sociedad “en libertad” omnicomprensiva: desde los católicos hasta los enemigos seculares de la Iglesia, todos ellos en “convivencia” democrática, basada en el “respeto” y la “tolerancia”.
La Iglesia esperaba funcionar casi como un partido político más y que, además, le fuera bien. De hecho, toda la retórica eclesiástica y lastimera de hoy, apelando precisamente a la terna de “libertad” de los católicos, “respeto” y “tolerancia”, es la constatación del fracaso de esta nueva orientación ante el hecho incontestable de que los enemigos de la Iglesia no han dejado de serlo ni un ápice, pese a que la Iglesia parece querer ignorar que la buena voluntad no basta. La persecución tácita de hoy es el síntoma principal del fracaso de la Iglesia española con su nuevo paradigma, un paradigma que explica cosas tan aparentemente dispares como el desprecio incomprensible a organizaciones de religiosos no afines con los nuevos tiempos –aunque mayoritarias, como la Hermandad Sacerdotal Española- hasta las quejas de Monseñor Cañizares que, ante la persecución abierta hace poco contra él, decía a la presidente valenciana Mónica Oltra: “"Me recuerdan ustedes a los tiempos de Franco, cuando se censuraban homilías".
Pero es la Iglesia la que ha cambiado realmente; sus enemigos solo han cambiado su estrategia, condicionados por los imperativos de una época distinta. Ha sido la Iglesia la que por el camino se ha dejado la defensa de la verdad a todo trance y prefiere flirtear –e incluso mucho más- con los economistas liberales y los globalistas del PP.
Ha sido la Iglesia la que se ha hecho más del mundo abandonando la liturgia multisecular en pos del compadreo con el pueblo y proyectos sociales diversos. Ya no navega con mano firme en el océano proceloso de los tiempos y por eso detesta y se escandaliza cuando alguien le recuerda que sus males son en buena parte responsabilidad suya. Muchos de los hombres que hoy detentan la jerarquía fueron parte activa de esos nuevos tiempos que hoy han vaciado los seminarios. De ahí que se enroquen en sus posiciones en el fondo trasnochadas.
Como católico y nieto de mártires no quiero tener nada que ver ni con la actual situación ni con aquellos que la han gestado. De momento, sirva esto a modo de explicación pero que cada uno recuerde aquello de que “se os pedirá cuentas”.
La Iglesia católica: 80 años después - ESdiario
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Granada / Alicante. El pasado 18 de julio el Círculo Tradicionalista de Granada "General Carlos Calderón" y elCírculo Carlista Abanderado de la Tradición - Ntra. Sra. de los Desamparados del Reino de Valencia, entre otros, celebraron el día del Alzamiento Nacional. Puede leerse la crónica del acto en Granada haciendo clic en el siguiente título: Celebración del 80 aniversario del Alzamiento Nacional en Granada. Para acceder a la crónica y las fotos del acto en Alicante, hágase clic en el siguiente enlace.
Con ocasión de la efeméride, e
l Delegado Nacional de Juventudes Tradicionalistas, Manuel Molinero, hizo pública la siguiente nota
:
En estos tiempos que tienen por actualidad mostrar los orgullos de cada uno, como el que puede ser ahora de ser español, no podemos olvidarnos que se trata de una cierta muestra de acomplejamiento; o, al menos, lo parece el ir dando explicaciones o recordando continuamente lo que somos o dejamos de ser con toda la honra del mundo.
Nosotros, más que enorgullecernos, nos alegramos. Y, por eso, celebramos hoy el 80 aniversario del Alzamiento Nacional; sin apegarnos a la historia y viviendo de añoranzas de algo que nosotros ni siquiera hicimos, sino más bien, y casi todo lo contrario, siendo conscientes de nuestra responsabilidad hoy. No es el orgullo de lo que somos, que sería vicio, o de lo que nos queda, que sería complacencia, sino la alegría de lo que nos espera.
En estos tiempos de agitación, la formación intelectual está bien, pero no da para mucho más. Hemos de saber defendernos; hemos de saber plantar cara. Pero antes de eso, hemos de saber prepararnos y hacerlo, para adquirir las virtudes necesarias entre las que se cuenta ser un patriota.
¿Cómo vamos a oponernos a un enemigo que no nos coge preparados?
El recuerdo del levantamiento debe inspirarnos el auténtico patriotismo; ese que, como amor a España, no es un mero sentimiento (ese orgullo), sino una entrega (esa alegría). Debemos preguntarnos qué estamos dispuestos a hacer por España y cómo vamos a hacerlo. ¡Y hacerlo! Cada uno desde nuestra posición (como no puede ser de otra forma) y, sobre todo, contando los unos con los otros.
Que el recuerdo del Glorioso Alzamiento no nos alegre más de lo que debe comprometernos. ¡Y alegrémonos, que hay motivos!
¡Viva España Católica!¡Viva Cristo Rey!Delegado Nacional de Juventudes Tradicionalistas de España, con ocasión del 80º aniversario del Glorioso Alzamiento.
Agencia FARO
La Guerra Civil como lucha espiritual
A 80 años del conflicto que desangró a España, un catedrático explica los temas en debate sobre la contienda. El profesor español Miguel Ayuso refuta la leyenda que se impuso sobre la República y los mitos de izquierda que rodean al enfrentamiento. Sostiene que fue la religiosidad del pueblo la que dio el tono al combate.
Por Agustín de Beitia
Miguel Ayuso Torres es un intelectual español como quedan pocos. Figura prominente del tradicionalismo católico hispano, autor de una docena de libros y centenares de artículos periodísticos, se le atribuye el mérito de demostrar en sus escritos la originalidad y autenticidad de esta escuela de pensamiento. En la Argentina se han editado, entre otros de sus títulos, Las Murallas de la Ciudad y Chesterton, caballero andante.
Jurista y filósofo del derecho, director de la célebre revista Verbo, dedicada a la difusión de la cultura católica, ha sido en los últimos años un asiduo invitado al programa televisivo español Lágrimas en la lluvia, del escritor Juan Manuel de Prada, desde donde también cautivó con sus intervenciones a un público diverso. Al primero de todos, a su conductor, deslumbrado con su capacidad para "llevar una luz perspicaz y distinta, sobre cuestiones que nos habíamos acostumbrado a mirar con las anteojeras de los lugares comunes".
Una de esas cuestiones alumbradas en aquel programa fue la Guerra Civil española, de cuyo inicio se cumplen hoy 80 años. Un tema del que Ayuso aceptó hablar con La Prensa en una entrevista realizada por correo electrónico.
-El análisis de la guerra debe partir de la República. ¿Diría que hoy prevalece una visión romántica de ésta?
-Primeramente, en efecto, la República viene identificada de modo general con la democracia, pese a que desde el inicio se caracterizara por una política revanchista llena de odio, en particular a la religión. No hay que olvidar que antes de cumplirse un mes de su proclamación se produce la primera quema de conventos. Identificación que pronto se reduce a la izquierda sin más. De ahí la ecuación Republica=Democracia=Izquierda, que hace que pese a que las elecciones de 1933 las gane la derecha (la democracia cristiana por más señas) no pueda gobernar sino en coalición con el partido radical de cuño masónico y, aun así, se produzca de resultas una revolución, como la de Asturias, de 1934, atizada no sólo por el Partido Comunista sino principalmente por el Socialista, en la que muchos han visto el origen inmediato de la guerra civil. Las elecciones de febrero de 1936, ganadas por el Frente Popular en un clima pre-bélico, desencadenan un conjunto de desórdenes, con amenazas a los enemigos políticos que llevan incluso al asesinato de uno de los líderes de la oposición parlamentaria, José Calvo Sotelo, crimen en el que la policía y el gobierno aparecen implicados.
-¿Qué factores contribuyeron a que se haya impuesto esa lectura?
Aunque parezca increíble a la luz de hechos bien contundentes, la visión idílica de la República se ha impuesto por el sectarismo de la izquierda, que lógicamente no perdonó su derrota y dedicó sus poderosas conexiones en el mundo de la cultura y los medios de comunicación para acuñar esta leyenda. Pero también por la "exquisitez" de los liberales, siempre dispuestos a entregarse a la izquierda para hacerse perdonar su condición de burgueses y que en consecuencia se muestran equidistantes entre las fuerzas en liza.
-Usted se ha referido a la existencia de una serie de mitos de la izquierda sobre el origen del conflicto. ¿Puede recordarlos?
-Se trataría, en la línea de lo que acabo de decir, de la destrucción de una supuesta democracia ejemplar por unos militares fascistas sostenidos por las fuerzas de la reacción y la oligarquía, con la Iglesia a su cabeza. Esto es insostenible, porque es la izquierda social-comunista la que estaba dispuesta a romper con la República burguesa, hasta el punto de hallarse preparada para la revolución, lo que los militares frenaron con el golpe. Golpe fallido que desembocó en una guerra. Unos militares además en su mayor parte masones y liberales pero que no estaban dispuestos a dejar que los comunistas se impusieran por la fuerza. En realidad, de haber sido por el Ejército se habría tratado de una simple reacción moderadora de los extremismos de la República, una especie de "buena República". Pero lo que dio el tono a la guerra fue la religiosidad del pueblo tradicional, de modo singular en el norte, en Navarra especialmente, donde el levantamiento fue imponente y henchido de fervor religioso y monárquico. Hay que tener en cuenta que el Carlismo era allí muy activo y sin su concurso no se puede explicar el sentido de la guerra. La Falange, en cambio, fascistizante, era prácticamente inexistente al principio, y sólo el signo de los tiempos y el oportunismo de Franco la convirtieron en una fuerza decisiva.
-¿Las explicaciones que se han dado a la guerra son insuficientes?
-Hay una serie de categorizaciones ampliamente difundidas que son insuficientes cuando no falsas. En primer lugar, por ejemplo, se ha querido explicar la guerra desde un ángulo sociológico como el campo "nacional" contra la ciudad "roja", pero no se trata sino de una diferencia cuantitativa, pues en los dos bandos hubo campesinos y obreros. O, a continuación, en términos económicos, ricos contra pobres, pero igual que en Extremadura o Andalucía los braceros pudieron estar con la República y las clases acomodadas con el Alzamiento, en Castilla o Navarra fue al revés y son las clases populares las que se adhirieron a la España nacional. Una tercera lectura, de cuño internacional, que ve en la guerra de España un anticipo de la II Guerra Mundial, con la lucha entre fascismo y comunismo o entre fascismo y democracia, tampoco es satisfactoria, por más que la situación agitada de la época en Europa pueda considerarse un factor concomitante pero en modo alguno decisivo.
-Lejos de esa interpretación, usted distingue unas causas coyunturales y otras remotas de la guerra. ¿Cuáles son?
-En efecto, a mi juicio no se puede entender el fenómeno de la guerra de España sin distinguir sus causas remotas de otras próximas. Las primeras nos llevan a un siglo y medio de tragedias que comienzan con la escisión espiritual de España producida de resultas de la invasión napoleónica y donde surge una lucha con motivación religiosa, cívico-religiosa mejor dicho, contra el liberalismo. Es el liberalismo, con sus raíces intelectuales en el protestantismo, el que a través de un error político provoca la cuestión social. De ahí que el pueblo, proletarizado por las desamortizaciones, y arrojado a la miseria, se convierta al menos en parte en masa volcada a la revolución. A lo largo del siglo XIX el proceso va madurando y en los años treinta del siglo XX, en el seno de una crisis profunda, esa sí coyuntural, prende de modo violento. La mecha radica en la II República, que exaspera y hace estallar el conflicto que la llamada Restauración, esto es, el sistema de la monarquía liberal establecido en 1874 y que se extiende hasta la proclamación de aquélla en 1931, había represado.
-¿Podría decirse que la fe está en el trasfondo del conflicto? ¿Por qué?
-Sí, pero debo decir que no se trata del acto de fe individual, comprendido al modo protestante, sino corporeizado comunitariamente según la tradición católica. Lo que se dilucidó con sangre en los campos españoles no fue una mera cuestión de poderío o dominio sino una lucha espiritual, de ideas, entre quienes pretendían fundar la convivencia sobre bases estatales y laicas y quienes se aferraban a la comunidad de base religiosa. La causa inicial fue pues el sentimiento religioso herido o, más exactamente, un catolicismo entrañado comunitariamente que no puede aceptar verse reducido a condición privado dentro de un orden civil o secularizado. El laicismo violento y perseguidor de la etapa republicana, prolongado en la zona roja durante la guerra (con el asesinato de trece obispos, cerca de siete mil sacerdotes y religiosos, sin contar los laicos), por tanto, alcanza particular relieve.
-La bibliografía sobre el período de la guerra es muy abundante. Hay quien dice que ronda los 40 mil volúmenes. ¿Es aún hoy la Guerra Civil española un campo de batalla ideológico? ¿Por qué sigue siendo así? ¿Qué es lo que está en juego hoy?
-Creo que la bibliografía sobre la guerra de España supera a la de la misma II Guerra Mundial, hecho que refuerza la interpretación que hemos ofrecido y que excede en cambio sus categorizaciones parciales. Es lógico, pues, que siga siendo un campo de batalla ideológico. Se dijo hace decenios respecto de los Estados Unidos, lo que admite traslado sin dificultad a otros ámbitos, que puede predecirse la posición política futura de periodistas e intelectuales a partir de su actitud ante la guerra civil española. Lo que se evidencia en muchos ámbitos. No es principalmente, me parece, el descrédito del régimen de Franco lo que se busca por cierta historiografía. Pues Alzamiento, guerra y régimen de Franco son hechos distintos en su origen y motivaciones, y consiguientemente deben también diferenciarse los juicios sobre ellos. Sin que pueda establecerse una convertibilidad entre la guerra y el régimen que le siguió, quizá porque se trató sólo de una Cruzada y no una verdadera guerra civil. Una guerra civil es fundadora y una Cruzada busca sólo la defensa de la fe. Es el fondo macabaico y no cainita del conflicto cuando se contempla dese las alturas de la teología de la historia el que sigue concitando el odio en muchas ocasiones.
La Guerra Civil como lucha espiritual - Cultura | Diario La Prensa
Última edición por Hyeronimus; 29/07/2016 a las 19:32
Un artículo que acabo de leer en "Siempre P'alante":
GERONA INMORTAL Y PATRIÓTICA
El pasado día 22 de Julio tuvo lugar en Gerona la celebración del patriótico Alzamiento del 18 de Julio de 1936.
Los actos comenzaron, como todos los años, en una ofrenda floral, consistente en CINCO ROSAS Rojas ante la Cruz de los Caídos, sita en el cementerio viejo de Gerona.
Posteriormente, se rezó un Padrenuestro por las almas de los caídos por Dios y por España.
Acto seguido hizo uso de la palabra, el Presidente de la asociación CULTURAL GERONA INMORTAL, JAIME SERRANO DE QUINTANA, quien pronunció un breve pero vibrante parlamento en relación a la fecha que se celebraba.
Para finalizar se entonó por todos los presentes el CARA AL SOL.
Inmediatamente después, se dirigieron los presentes a un restaurante de la ciudad, a fin de proseguir con la mencionada conmemoración.
Al finalizar la comida, el Vicepresidente de la asociación, DANIEL PLANA, recitó unos versos de DIEGO HERNANDO DE ACUÑA enaltecedores de España; y prosiguió la vertiente poética con unos versos patrióticos del poeta FEDERICO URRUTIA, pronunciados por el falangista tortosino MIGUEL GARRIGÓS.
Acto seguido, el miembro de la asociación JAIME TEIXIDOR CUYAS, tuvo un justo y emotivo recuerdo para su padre asesinado precisamente en esa misma fecha, así como hizo mención a otros dos familiares suyos, uno de ellos sacerdote, también asesinados por estas mismas fechas.
Posteriormente hizo uso de la palabra el JEFE PROVICIAL DE F. E. FELIX ROMO, de Barcelona, quien recalcó por un lado la grandeza de la efemérides que celebrábamos, analizando sus causas, para terminar con la enumeración de las realizaciones del Régimen surgido tras el Alzamiento Cívico Militar.
Tras la intervención del dirigente falangista, inició su parlamento, el Presidente Provincial JAIME SERRANO DE QUINTANA, quien, después de agradecer la presencia, entre las más de cincuenta personas, de ocho miembros de Falange Española de Barcelona y de dos de Tortosa ( el otro extremo de Cataluña) y expresar las adhesiones de amigos y simpatizantes imposibilitados de acudir por diversas razones, señaló la importancia de la celebración del inicio del Glorioso Movimiento Nacional, por lo que significaba en sí mismo, en la coyuntura actual de nuestra Patria y de forma especial en estos gravísimos momentos en Cataluña y en Gerona.
Mediante un escueto análisis histórico de las causas que motivaron y justificaron en 1936 el MOVIMIENTO SALVADOR, se centró en la vigencia de sus postulados en la hora presente.
Respecto a la idea de DIOS y al Reinado Social de Jesucristo, hizo referencia a la legislación anticristiana que viene promulgándose desde el inició de la denominada transición (mejor transitraición) pero insistiendo en que hoy la GRAN REVOLUCIÓN se encuentra en el ámbito sociocultural más que en el socioeconómico. Siguiendo la tesis del intelectual comunista ANTONIO GRAMSCI, la lucha de clases, NO HA DE LIBRARSE entre ricos y pobres, entre capitalistas proletarios, o entre empresarios y trabajadores, sino entre los elementos constitutivos de la sociedad tradicional, calificada de burguesa y patriarcal. Es decir padres contra hijos y esposas contra esposos. La lucha tiene como campo de batalla a la familia tradicional.
En relación a la degeneración patriótica, ni que decir tiene lo que representa la falsa e hipócritamente denominada LEY DE MEMORIA HISTORICA (en propiedad de distorsión histórica).
Y ¡cómo no! ver con dolor, indignación y preocupación cómo se ha deteriorado el pilar de la Unidad Nacional, con posibilidad de quebrarse si el pueblo español no lo impide y Dios no lo remedia.
Y esto lo decimos catalanes desde Cataluña, donde las cotas separatistas NUNCA habían llegado a ser tan altas, ni siquiera en la tristemente recordada II República. Y lo peor es que a esta situación se ha llegado gracias a la propia Constitución con el ambiguo y suicida término de nacionalidades, con la creación del llamado Estado de las autonomías que en realidad, especialmente aquí y en alguna otra región, ha supuesto la creación de Estados Paralelos. Contando eso si con la complicidad traidora de los partidos mayoritarios de ámbito nacional.
Con todo esto se ha llegado al esperpento de convocar un referéndum secesionista, sin hasta el momento ser frenado de forma categórica. Esperemos que las altas instituciones del Estado y más precisamente de la Nación EN CUMPLIMIENTO DE SU DEBER, lo hagan de forma definitiva y contundente. En el caso hipotético, y hablando a escala puramente personal, de la celebración del Referéndum Separatista, y comprendiendo a los que están dispuestos a votar negativamente, la postura apropiada es la de la ABSTENCIÓN ACTIVA, por diversas razones. (Véanse en el próximo SP’). Por consiguiente, terminó el Presidente, creemos que hemos demostrado la VIGENCIA, aunque no sea políticamente correcto, de los sacrosantos ideales que dieron lugar a la CRUZADA.
Como colofón de los discursos, el profesor emérito de la Facultad de Geología de la Universidad de Barcelona ANTONIO VALENCIANO HORTA, quien copresidía el acto, entre otras razones por ser hijo de un condecorado vieja guardia de Madrid ANTONIO VALENCIANO GARRO y sobrino del que fuera Presidente de la Hermandad de Alféreces Provisionales en Gerona CARMELO VALENCIANO GARRO, expresó palabras de agradecimiento por haber sido invitado y de adhesión a lo que representaba la celebración del presente acto.
Se finalizó con la entonación del ORIAMENDI y el CARA AL SOL, y el HINNO NACIONAL con la letra de JOSE MARIA PEMÁN.
EL CRUZADO DEL TER, “GERONA INMORTAL Y PATRIÓTICA”, Siempre P´alante 789 (2017) p. 11.
https://www.facebook.com/rsiemprepal...96891587239662
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