Madrid, 02 junio 2021, Santos Marcelino, Pedro y Erasmo, mártires. (Beatissimus). Mañana jueves es el Corpus Christi.

Tres jueves hay en el año
que relucen más que el sol:
Corpus Christi, Jueves Santo
y el día de la Ascensión.

Estos populares versos proclaman la devoción de las Españas a tres importantísimas fiestas que, casualmente, han sido suprimidas --"trasladadas", dicen, como si se pudiera, del jueves al domingo; con la relativa excepción del Jueves Santo, desnaturalizado y pendiente de un hilo-- por la actuación cómplice del régimen constitucional de 1978 y de la Conferencia Episcopal; engendro éste de 1966, tras el Vaticano II, que carece de verdadera autoridad y no tiene encaje en la constitución divina de la Iglesia.

Quedan aún localidades que mantienen el carácter festivo oficial el Corpus Christi. Si no es el caso de aquellas donde residimos, permanece para nosotros el deber de celebrarlo, como católicos y como españoles. Este año, debido tanto a las medidas que so pretexto coronavírico imponen los ilegítimos gobiernos nacional y autonómicos, como a la complicidad --otra vez-- de la no menos ilegítima Conferencia Episcopal, parece las procesiones serán menos, y las que haya serán mínimas; casi no procesionarán y se limitará el número de asistentes. En muy pocos lugares habrá Misas del Corpus.

Pero podemos poner de nuestra parte. Vivamos este jueves 3 de junio de 2021 plenamente como festivo. Para empezar, hay que abstenerse de hacer compras: ni siquiera por Internet, ni siquiera el pan. En la medida de lo posible, no se debe trabajar. Hay que vestirse adecuadamente; preparar una comida de celebración...

Internet ofrece la posibilidad de seguir en directo la Santa Misa tradicional. (Toca prestar atención y asegurarse que sea la de la fiesta del Corpus Christi: vivimos tiempos de confusión también entre los supuestamente fieles a la tradición católica). En cualquier caso podemos leer la Misa del día en nuestros misales; rezar, por supuesto, el Santo Rosario; en este mes del Sagrado Corazón de Jesús, que es también su Corazón eucarístico, encomendarnos a Él.

Y el próximo domingo 6 recordemos que no es la fiesta del Corpus Christi.


Agencia FARO