Un enlace recomendado, por si alguno aun no lo conocía:
http://www.requetes.com/
Ahora que farisaicamente algunos derechistas se echan las manos a la cabeza con ocasión de los desmanes del gobierno de ocupación mahometano-socialista de ZP no está de más recordar que hace tres años, en pleno gobierno gringo-sionista de Aznar, comenzó la campaña institucionalizada contra el 18 de julio. Viene bien recordar un comunicado de aquellas fechas. Y actualizar y renovar las razones que justificar un legítimo levantamiento.
67 AÑOS DESPUÉS: FIDELIDAD AL 18 DE JULIO
Se está llevando a cabo una campaña institucionalizada
de desprestigio, calumnias e injurias contra el
Alzamiento religioso y patriótico del pueblo y el
ejército español contra la amenaza del estalinismo
soviético que dio comienzo el 18 de julio de 1936.
Desde que el PP aumento sus cotas de poder las ofensas
y las mentiras se han multiplicado. No se atrevió la
vesania socialista a una condena unánime en las Cortes
españolas como la que tuvo lugar el pasado día 20 de
noviembre de 2002. Paralelamente en multitud de
municipios se han retirado los símbolos que recuerdan
aquella magna fecha, con unas actitudes que poco
tienen que envidiar a las de los talibán.
Al mismo tiempo el parlamento navarro lanzó una
condena contra los supuestamente 3000 fusilamientos
durante la guerra. El Arzobispo Sebastián no fue capaz
de llevar hasta sus últimas consecuencias la oposición
a un párrafo claramente irreverente contra la Iglesia
Católica. Ni UPN supo tampoco realizar una eficaz
oposición a ese texto votando en contra en lugar de
abstenerse. ¿Cabe mayor ignominia? Y es que el texto
navarro apunta cuál es el último de los objetivos de
esta supuesta recuperación de la memoria histórica,
orquestada desde la fundación Pablo Iglesias
(controlada por el infame guerrismo), alabada por toda
la constelación de grupúsculos de la constelación
izquierdosa, y financiada por las arcas del Partido
Popular: que la Iglesia Católica se retracte de su
apoyo moral y físico al Alzamiento. Pedimos a nuestros
obispos no caigan en la trampa, y que en honor a la
verdad, al Magisterio de la Iglesia sobre la guerra
justa y en homenaje y recuerdo a las miles de víctimas
del comunismo expresen su adhesión al espíritu de la
lucha de los combatientes del 18 de julio.
La conmemoración y la reafirmación de las dos premisas
fundamentales del 18 de julio (fue una Cruzada y el
Requeté salvó a España) no son una actitud nostálgica,
sino una reivindicación política de primer orden. Los
partidos políticos quieren que la Iglesia pida perdón
por la Cruzada para que la orfandad política de los
católicos aumente, para que cualquier reacción ante la
inmoralidad reinante sea deslegitimada y para que la
estrategia postconciliar suicida de reducir la
religión al ámbito de lo privado y de las sacristías
(sacristías e iglesias que en 1936 no recibieron el
respeto de los criminales de la izquierda) llegue a
sus últimas consecuencias con el total desarme
doctrinal e ideológico de los católicos en la
política.
El Carlismo, traicionado tras la Victoria, sin ninguna
clase de hipotecas ni componendas se reafirma
coherente con su trayectoria histórica de 1936 y
proclama un año más su orgullo por el sacrificio para
la derrota del marxismo. Aquel 18 de julio se produjo
una legítima sublevación contra un poder tiránico,
sectario y antiespañol. Es una asignatura pendiente el
saber distinguir entre lo legal y lo moral. Y es moral
y acorde con nuestra santa Fe católica el tiranicidio
y el alzamiento contra los poderes ilegítimos. La
República, nacida paradójicamente de unas elecciones
municipales en las que los republicanos no obtuvieron
ni siquiera la mayoría, fue consecuencia de la
cobardía de una dinastía usurpadora que se desentendió
del futuro de España. Las mismas izquierdas que tanto
decían defender la legalidad republicana no tuvieron
reparo en alzarse sangrientamente contra ella en 1934
ante el resultado adverso de las urnas. Pero hoy día,
por culpa de las derechas burguesas, la izquierda ha
elevado a dogma democrático que los levantamientos
armados de las izquierdas son revoluciones populares y
si esos levantamientos son de signo patriótico y
religioso son golpes de Estado. Para el Carlismo el 18
de julio fue ni más ni menos que la culminación
gloriosa de muchos años de preparación para un
enfrentamiento que se entendía inevitable. Durante la
República el Carlismo fue duramente perseguido. Se
cerraban periódicos y círculos y se secuestraban
libros. Destacados dirigentes de la Comunión sufrieron
cárcel. Pero en ningún momento esas medidas
disuadieron a las bravas Juventudes de aquel entonces,
de las que don Manuel Fal Conde decía que se tendía un
puente entre ellas y los voluntarios de la ultima
guerra. Y así era, pues el mismo espíritu guerrero que
interrumpía los mítines carlistas al grito de “¡Vengan
fusiles!” era el que había animado a nuestro pueblo a
luchar y a morir por nuestros legítimos reyes a lo
largo de tres levantamientos en el siglo XIX, a luchar
contra el invasor revolucionario francés, a oponerse a
la reimplantación de la constitución de 1812 con los
cuerpos de Voluntarios Realistas o a coger las armas
para defender los Estados Pontificios.
En este 18 de julio las Juventudes Tradicionalistas
quieren hacer una reflexión serena sobre las causas
que condujeron al enfrentamiento armado. La República
había entrado en una etapa de inestabilidad que se
adivinaba desde sus inicios. Los más fervientes
republicanos rechazaron el estallido revolucionario
subsiguiente a las elecciones de febrero de 1936. La
Iglesia, que en ningún momento conspiró contra el
poder político, veía como una tenaz persecución se
ceñía contra ella. Los más nobles sentimientos
religiosos y patrióticos del pueblo español eran
sistemáticamente pisoteados. Después de muy arduas
negociaciones, Don Javier de Borbón, en nombre de
S.M.C. Don Alfonso Carlos I, dio orden al Requeté de
unirse a la sublevación. En el camino hubo que exigir
mucho. Que se restituyera la bandera roja y gualda,
pues no pocos alzados no querían mas que una vuelta al
orden dentro de la República. Que se volviese a
nuestra tradicional Unidad Católica, enfrentándose
incluso a una intervención pública del mismo Francisco
Franco que el 1 de octubre de 1936 señaló que el
Estado futuro sería aconfesional. Y una vez ganada la
guerra dio comienzo una etapa amarga y llena de
sinsabores para el Carlismo. En muy poco se benefició
el Carlismo de su participación, lo que
inevitablemente le llevó a ocupar un puesto de
oposición doméstica al régimen de Franco (oposición
que nada tenia que ver con la de los advenedizos
demócratas de los 60). Asimismo, el concurso del
Carlismo durante la guerra no estuvo guiado ni por el
rencor ni por la venganza. Así se ha recordado en días
atrás ante el ofensivo texto firmado por el Parlamento
Navarro. La Junta Carlista de Guerra desde los
primeros días de la Cruzada se opuso con documentos
públicos y actitudes decididas a cualquier actitud de
represalia. Don Joaquín Baleztena lo puso de
manifiesto en cartas dirigidas a todos los carlistas.
Nuestra Santa Madre la Iglesia Católica tampoco amparó
ningún tipo de acto de represalia. Y contribuyó
decididamente a una reconciliación que se dio mucho
antes de 1975. ¿Podríamos decir lo mismo en el caso de
que los rojos hubiesen triunfado? A la vista de las
criminales repúblicas soviéticas que se implantaron
tras la II Guerra Mundial podemos afirmar que no sin
temor a equivocarnos. Ahora toca no olvidar la
legitimidad de ese Alzamiento, certificado por la
elevación a los altares de tantos mártires de una de
las persecuciones religiosas más crueles de la
historia.
(...)
Juventudes Tradicionalistas
Julio 2003
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Un enlace recomendado, por si alguno aun no lo conocía:
http://www.requetes.com/
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Aun si coincidir al 100% con el comunicado de las Juventudes Tradicionalistas (pues pareciera que los falangistas no hicimos nada en aquel Alzamiento y que ninguno se opuso al franquismo), mi enhorabuena por sus denuncias y por saber asumir con orgullo y sin complejos su historia.![]()
Ando muy interesado en los "requetes" - de los apenas conozco nada. Sabeis de alguna gran novela (o en su defecto, textos historicos) que trate - desde el interior - el asunto: desde la formacion de las juventudes requetes, la guerra, y sobre todo - la parte que mas me interesa - la desilusion posterior con el franquismo? A poder ser preferia que tratase especificamente del requete navarro pero me da un poco igual.
Saludos en Cristo - y gracias por adelantado
Mira a ver si éstos te sirven, son muy famosos:
'Riesgo y ventura de los tercios de requetés' / Luis Fabián Blázquez
Madrid : Actas, 1995
Colección Luis Hernando de Larramendi
Y para el período post-guerra 'incivil', éste (aunque es una historia completa del carlismo):
El carlismo : dos siglos de contrarrevolución en España / Jordi Canal
Madrid : Alianza, D.L. 2000
El libro de bolsillo. Historia.
Está escrito desde fuera del Carlismo, desde una óptica liberal, pero intenta en todo momento ser ecuánime y serio en su tratamiento del mismo.Es una historia de los dos siglos de carlismo, desde el precarlismo de la GdI hasta el 99.Muy bueno, aunque algunos lo pusieran verde en el Foro Carlista de la CTC simplemente por no ser una historia del Carlismo desde dentro.Se pensaban, seguro que sin leerlo, que era como la 'Historia de los Partidos Liberal y Carlista' de Pirala.
Hay mucho más (Bullón de Mendoza, Gabriel Alférez, etc, etc.) pero con esto está bien para empezar.
![]()
"Graciñas" Juan
Hombre, Bullón de Mendoza, a éste lo conozco muy requetebien. Fue mi profesor en la facultad de historia y me puso un 6 "pelao". Además, era amiguete mío, jejej, pero no me sirvió de nada (me debió de ver muy inútil). Efectivamente, lo recomiendo, es un lumbreras.Iniciado por Juan del Águila
Permiteme amigo Juan del Aguila que discrepe sobre el tratamiento del libro de Canal. En primer lugar está repleto de inexactitudes históricas. Pero lo que es más grave en un historiador: se pone a intentar dar clases de teoría política. Demostrando que no tiene ni idea de nada. Lo que en última instancia desemboca en una visión falsa del patrimonio doctrinal del Carlismo. Hay autores liberales como Arostegui que aún con inexactitudes (que humildemente corrige en la medida que se le plantean con seriedad) son muchísimo mejores.
Constestando a venator desde mi punto de vista el mejor libro sobre la formación y génesis y actuación bélica del Requeté es "El Requeté: la Tradición no muere" del General Luis Redondo y el Comandante Juan de Zabala, editorial AHR, Barcelona 1957. Todo un clásico. Tiene algunas concesiones al franquismo comprensibles por el momento en que fue escrito. Es la obra más extensa, aunque sobre aspectos más concretos hay cientos de obras publicadas. Busca las referencias de Javier Nagore, Mossèn Nonell i Bru, Carlos Etayo, Rosendo Domenech, Emilio Herrera Alonso, José Herrera, José Antonio Gallego, etc...
Sobre la postguerra la obra fundamental son los "Apuntes y Documentos para la historia del Tradicionalismo Español. 1939-1966." de don Manuel de Santa Cruz. Es una obra monumental de 29 volumenes. Que explica detalladísimamente la decepción del Carlismo en la postguerra con la incautación de su patrimonio y las injusticias galopantes contra el mismo. En algunos momentos resulta incluso desgarrador por la fuerza de los hechos. Pero esta obra sí que es inapelable. Los volumenes de esta obra aún son relativamente fáciles de conseguir.
En cualquier caso la página web www.requetes.com sigue siendo completísima.
Estoy de acuerdo con Villores, el libro de Jordi Canal es peligroso por ser deformante respecto al carlismo, por no hablar de sus muchísimos errores historiográficos. Además hace valoraciones muy negativas de gente excepcional, algunas de las cuáles están registradas en esta página.
Sólo puedo recomendar activamente no usar ese libro y seguir las indicaciones dadas por Villores.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Villores y Donoso tienen razón en que el libro de Jordi Canal no es recomendable. No tanto por sus valoraciones y no sólo por su patente ignorancia política: Canal es un historiador perezoso, y cuando escribió ese libro aspiraba también a ciertas sinecuras más políticas que historiográficas.
Es verdad, dicho sea en su descargo, que todos han fallado en el mismo intento. La misma longevidad, variedad y -hasta hace poco tiempo- el tamaño mismo de la Causa, unidos a la estructuración flexible y no centralizada del Carlismo, multiplican las fuentes de tal manera que conocerlas todas y seleccionarlas con buen criterio se acerca a lo imposible.
Quizá sólo desde el Carlismo oficial -la Dinastía y sus colaboradores cercanos, las juntas regionales- que mantuvieron, por difícil que a algunos les resulte ahora creerlo, una continuidad perfecta hasta nuestros días, podría haberse acometido semejante tarea. Pero las vicisitudes de las guerras y el destierro y, desde la década de mil novecientos sesenta, la fractura generacional de las familias carlistas y, desde la de mil novecientos ochenta, el cierre constante de círculos y locales y cierta mala voluntad de algunos lo han convertido en imposible.
Las obras que es necesario conocer y que proporcionan una visión más completa son, además de la ya citada por Villores de Manuel de Santa Cruz para el período posterior a 1936, la monumental "Historia del Tradicionalismo Español" de Melchor Ferrer, quien además tuvo acceso a más documentos (y personalidades) de los primeros cien años del legitimismo español de los que ahora sería posible.
Decía más arriba que Jordi Canal es un historiador perezoso. En su libro muestra desconocerlo casi todo del Carlismo de regiones y épocas enteras, y en cuanto al contemporáneo optó por fiarse de lo que le contaban unos pocos, sobre todo cierto par, uno del mal llamado "Partido Carlista", pero que no lo es enteramente, y otro que dice ser de la Comunión Tradicionalista Carlista pero enteramente no lo es. El arreglo le convenía, no sólo por reducirle trabajo, sino por reducir al Carlismo actual a la carencia de virtualidad política: y eso, probablemente, era una exigencia de los políticos que le auparon a las sinecuras de las que más arriba hablábamos, o cuanto menos un bálsamo para ellos.
Canal ha mejorado un poco desde entonces, como se indica en la reseña que el número 59 de la revista Aportes (uno de sus aborrecimientos personales, junto con Alfonso Bullón de Mendoza; pobre Canal) del dossier "Las guerras civiles en la España contemporánea", coordinado por él.
En cuanto a otros intentos, como el folleto de Payne o el librito de Alférez, los desenfoques son distintos, pero igualmente grandes, y el desconocimiento del Carlismo abrumador.
Lo dicho: para visiones de conjunto, Ferrer y Santa Cruz. Para completarla, decenas, cientos de libros más. Mucha letra impresa, sí; pero con los libros se aprende. Cuestión de reducir el tiempo en Internet...![]()
Mirad ustedes, os pongo dos cositas sobre desmemoria histórica. Creo que viene a cuento, no obstante, si me equivoco, pues que se ponga en otro sitio.
MEMORIA HISTÓRICA
En estos nuestros días se repite, y muy constantemente, esta expresión. Sin embargo, se hace con un ánimo predeterminado. Hay quien, desde los escaños del Congreso, se atreve a decir a los historiadores cómo tienen que escribir, y más este conflicto tan doloroso para todos los españoles, que por lo visto quieren revivir a toda costa. Como si en España no hubiera nada mejor que hacer....Cuando un político, sea del partido que sea, utiliza su escaño para que la historiografía vaya en su línea marcada, no podemos hacer otra cosa que acordarnos de la novela de George Orwell ( Un izquierdista inglés desencantado del régimen dictatorial comunista, al comprobar sobre todo la monstruosidad de Josef Vissarionovitch, “ Stalin “ ). Eso es totalitarismo puro y duro. Hace poco escribía al respecto D. José Sánchez Mantero, Catedrático de la Universidad Hispalense, de quien fui alumno en 2º de Carrera. Por lo visto en la Guerra Civil sólo fue un bando el que mató; que la II República se proclamó con el 99% del sufragio de los españoles, y que fue un régimen idílico....Y quien diga lo contrario, aun con datos en la mano, aun con el trabajo de su investigación ( Sin por ello justificar ni defender la dictadura de Franco ), tendrá que vérselas con el omnipresente Estado....Vamos, que hasta se piensan crear leyes para eso. Digo yo que qué demonios harán las gentes en cuyas familias pelearon en bandos diferentes, o sea, la gran mayoría del pueblo hispano....Y que si no hay nada más urgente en España, uno de los países con mayor nivel de paro, de delincuencia e inseguridad ciudadana, de tráfico y consumo de drogas, de inaccesibilidad a una vivienda digna; que esto....Ya que hablan de la memoria histórica, podrían hablar de la persecución que sufrieron no pocos carlistas, y que fueron una pieza clave dentro del pueblo español, que en plena II República reunieron casi 40 diputados, que su papel fue decisivo de Norte a Sur para luego ser ignorados cuando no perseguidos en el régimen que vino. O que la mayor matanza de anarquistas en España se produjo bajo el gobierno del jacobino e insigne intelectual Manuel Azaña. O cómo muchos militares y allegados utilizaron a la Falange, una formación fascista que no consiguió antes de la Guerra ni un solo diputado. Una Falange que por cierto era defensora de un régimen republicano. O de cómo el PNV, partido que monopoliza los destinos de los vascos, traicionó a la II República y buscó aliarse hasta con los nazis.
Bien, pues un servidor de ustedes se dispone a hablar de la que podíamos llamar “ desmemoria voluntaria “. Si mal no recuerdo, el sábado 23 de Julio, cuando yo llegaba de la Velada de Santiago en Cuatrovitas, en Sevilla TV. andaban poniendo un reportaje sobre la Guerra Colonial de los portugueses. Un conflicto doloroso, pero alimentado por varias potencias, como Francia e Inglaterra. Salieron varios testimonios del Ejército Colonial, como el del militar Marcelino Da Mata, un tipo valiente de raza negra, cuyo señor padre fue acribillado a balazos por denunciar el desastre que se avecinaba para aquellas tierras del África. Da Mata luchó en la bandera portuguesa, y, por lo que a la historiografía “ oficial “ mayoritaria respecta, habrá pasado a la historia como un traidor contra sus hermanos....Cosa que él mismo, como otros tantos de su sangre, ha dejado refutado. No obstante, la historiografía del actual Reino de España parece querer olvidarse constantemente de Portugal, y allí pasa lo mismo....¿ De verdad somos tan “ extranjeros “ ? Gracias a Dios que uno, al menos en la Universidad Hispalense, puede cursar asignaturas como “ Historia de la Colonización Portuguesa “ y cositas así....
Esto viene a colación con un hecho histórico importantísimo que los españoles no recordamos. Lo relaciono con Portugal porque fue un portugués, António Sardinha, ( Amigo del vasco Ramiro De Maeztu, asesinado en Paracuellos del Jarama ), el que en su libro “ La Alianza Peninsular , rinde en el prólogo un muy sincero homenaje a los españoles que cayeron en la Guerra de Marruecos. Una guerra en la que una España exhausta debió participar ante las embestidas de los kabileños, que no luchaban por una monarquía alahuita dictatorial ( Un invento muy moderno promocionado por la Francia de De Gaulle entre otros ) como la conocemos ahora, sino por instaurar una República Islámica en el Rif, tal y como pretendía el legendario sheik berberisco Abd-El-Krim. Españolitos de a pie a los cuales les importaba muy poco los intereses políticos de “ arriba “, y que muchos, por no poder pagar el sueldecillo a Alfonso XIII que muchos señoritos pudieron, dejaron su sangre en los territorios de la antigua Hispania Tingitana. En la Iglesia de San Martín de Tours, en Bollullos de la Mitación, en pleno corazón de la Comarca del Aljarafe, existe un bonito azulejo conmemorativo a los héroes del pueblo que sus entrañas dejaron en aquella cruel guerra, concretamente el conflicto que vivióse en la dictadura de Primo de Rivera. Una España que hacía aguas por muchos sitios pero cuyos hijos seguían demostrando el arrojo que nos caracteriza desde las remotas hordas celtíberas.
Y es que todo ello me trae reminiscencias de lo que me contaba mi queridísima abuela materna: Antonia Sánchez Calero, Antoñita la de Tomás, o Antoñita la de Perico Cudito, la mujer de Morante; tal y como se la conocía en los bollulleros pagos. Una de las mujeres de mi familia que me crió. Ella, bollullera de pro, sabiendo que una parte de su familia venía de Sanlúcar de Barrameda, contaba que un hermano de su padre había muerto en el Estrecho de Gibraltar en situación extraña, en un barco que al parecer fue a la deriva yendo a combatir a lo que algunos quisieron que fuera un Oranesado Español....Bien, pues ese hombre figura en la placa que aún está presente en la Iglesia de San Martín. Les reproduzco lo que dice en la austera pero emotiva placa, para que no se nos olvide la sangre derramada; en la que no hubo intereses políticos más que los de aquellos pobres soldados que lo dieron todo a cambio de nada, y que a los años acabarían siendo traicionados, por personajes históricos como por ejemplo Alfonso XIII:
BOLLULLOS DE LA MITACIÓN
A LOS HIJOS MUERTOS EN DEFENSA DE LA PATRIA
- JOSÉ FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ
- JOSÉ LÓPEZ RUIZ
- FRANCISCO GIL GUTIÉRREZ
- ANTONIO MORENO LÓPEZ
- MANUEL FALLAS RIEGO
- FRANCISCO CABELLO LÓPEZ
- JUAN JOSÉ MERINO LÓPEZ
- MANUEL ESCOBAR BERNAL
- PEDRO GUTIÉRREZ MERINO
- ANTONIO CALERO MARTÍN
- JOSÉ SÁNCHEZ VELA
- JOSÉ CALADO RUIZ
- JOSÉ FERNÁNDEZ CRUZ
- ANTONIO JIMÉNEZ PALMA
6 JULIO DEL 1924
En esta relación de héroes anónimos hay varios que son mis antepasados. Los “ Falla “ y “ Fallas “ de Bollullos somos todos familia en cuando que descendemos de los “ Zayas “ astigitanos que llegaron al pueblo en el siglo XIX. Hay apellidos como López, Ruiz o Calero, de los más antiguos de este aljarafeño pueblo, que figuran en mi abolengo, o Cabello; aunque debería investigar más al respecto. Con todo, el más directo es José Sánchez Vela, hermano de mi bisabuelo Pedro, un ilustre albañil que anduvo por la Catedral de Málaga y puso las antiguas campanas a la Iglesia de San Martín. Éste era el hombre del que nos hablaba mi abuela. Su tío, vamos. Y ella lo hacía sin resentimiento y sin revanchismo. Su marido, mi abuelo Juan José Ruiz Falla---Morante---, peleó en el bando nacional; sin embargo, nunca nos inculcó rencor alguno, aun siendo alcalde del pueblo durante casi dos décadas, y siendo consciente de que tuvo familiares en el bando contrario. Mi abuelo tenía sus defectos como todo hijo de vecino; no obstante, jamás tuve que escuchar algún insulto contra él, ni de gente que estuvo en el otro bando. Por ejemplo, en su alcaldía, preocupóse porque la Virgen de Cuatrovitas fuera reconocida como Patrona del Verdeo del Aljarafe. Cosa que no es tan extraña, pues su historia, ya arranca desde la antiquísima hermandad de Rianzuela, y de su relación con el Gremio de Tintoreros de Sevilla, y con los parroquianos de Benacazón y Aznalcázar que con los bollulleros allí acudían en los pasados siglos. Años atrás, gracias a la breve alcaldía de su primo Enrique Ruiz Alvarado ( Que desgraciadamente falleció siendo joven ), Nuestra Señora fue proclamada oficialmente Patrona del pueblo. Mi abuelo siempre nos decía que la familia era lo más importante. Así lo creyó hasta el 14 de Enero del 1998, día en el que Dios lo reclamó. Yo, como otros tantos muchachos de Bollullos, del Aljarafe y de España entera, me he criado sin rencor y sin revanchismos. Pero no ya desde los historiadores, sino desde los escaños, se empeñan en lo contrario ante una generación que no se ha criado en eso.
Por cierto; que para objetividad histórica, la que han dejado plasmada mis paisanos los historiadores Francisco Rivas y Alfonso Álvarez-Ossorio en su obra Una Ventana al Pasado ( Historia de Bollullos de la Mitación ). Trabajos interesantes de similar corte se vienen haciendo en Benacazón y en Pilas ( Pileño era mi bisabuelo, Felipe Becerril Vela, que fue Teniente y estuvo casi una década en las Islas Filipinas; y que entabló amistad con el General Polavieja ).
Antes de que leyes de signo totalitario amenacen la integridad libre, dejen que este futuro historiador ( O mejor dicho, este historiador sin futuro ) reclame algo de Historia. De eso que llaman “ memoria histórica “ si se quiere. Al fin y al cabo, la memoria es algo subjetivo, en cuanto a que cada persona la encierra en su capacidad cerebral, lo que es el recuerdo al fin y al cabo.
Antonio Moreno Ruiz
Mozárabes del Sur
A mi amigo Antonino
Mozárabes del Sur, los grandes olvidados....
Mozárabes del Sur, historia hispana viva,
Mozárabes del Sur, el eco aún guarda ese pasado,
Mozárabes del Sur; un gran canto a la vida....
Como mozárabes se conoce,
A los cristianos que vivían bajo el despotismo musulmán,
Su vida, la tranquilidad desconoce....
Bajo emires, cadíes, harenes, visires....¡ El islam !
¿ A dónde van, del Sur al Norte, y por el Centro ?
Se pregunta más de uno y más de dos....
Donde el califa no les permite ni armas ni caballos....¿ Destierro....?
Donde en su tierra no pueden vivir....¿ Desazón....?
Se levantaron en Covadonga astures y cántabros bravíos,
Al abrigo de la leyenda viva de los visigodos,
Un rayo de luz, Omar Ben Hafsun sembró con brío,
En el Sur Hispano contra los islámicos moros,
¿ A dónde van tan orgullosos y quizá algo cabizbajos ?
Van para la Meseta, para el Norte....Allá donde puedan,
Su misión será ahora repoblar territorios reconquistados,
Su vida radica lejos de su amada tierra,
Mozárabes del Sur, los grandes olvidados....
Mozárabes del Sur, historia hispana viva,
Mozárabes del Sur, el eco aún guarda ese pasado,
Mozárabes del Sur; un gran canto a la vida....
Las Asturias los reclaman con benevolencia,
A esta gente de tanta Historia en la Hispanidad,
Celtas e iberos los formaron, luego en la Roma espléndida,
Y con los godos reafirmaron su identidad....
Siguen con la Fe, siguen hacia adelante....
Carros y carretas aguantan, y con eso emigran;
Tormento han sufrido de una tiranía muy distante,
Y a pesar de los pesares, no se desaniman,
Buscan la protección de un Rey Cristiano,
Que arbitre su estado en los nuevos territorios con fueros,
Por las sendas de la Piel de Toro esparcen su legado,
Añoran iglesias y ermitas; convertidas en mezquitas por los sarracenos,
Por estar allí los vándalos casi dos décadas, como dominante pueblo,
Llamaron los moros Al Andalus a la Vieja Hispania,
Parte del Sur, que no todo, será Andalucía; cantos al cielo....
Por la parte que el islam entró; con los witizianos confirmaron la infamia....
Lamentos de campesinos que saben de guerrilla,
Añoranza de la rica grandeza de las playas,
Las sierras que enseñorean la variedad del clima,
Los sueños que se esfumaron en la nada....
Mozárabes del Sur, los grandes olvidados....
Mozárabes del Sur, historia hispana viva,
Mozárabes del Sur, el eco aún guarda ese pasado,
Mozárabes del Sur; un gran canto a la vida....
Muchos de su estirpe se han hecho mahometanos,
Y como los beréberes, han perdido su ser,
Dominados por el racismo arábigo, se han enfrentado antiguos hermanos,
El caos agobia a la tierra que los vio nacer,
Palenque de francos serán aquellos pagos,
Que se sumen en el más absoluto desconcierto,
Gran Cruzada tienen que dirigir los caudillos hispanos,
Y también en las itálicas tierras se nota desaliento....
Llevan canciones consigo, y hablan
De guerras, penas, y a Dios dicen alabanzas;
El no renunciar a su Tradición Santa,
Les ha costado en su misma Patria el destierro....¡ Sus andanzas !
Son los grandes olvidados de la Historia,
De los que nadie parece querer acordarse,
A lejanas tierras de hermandad irán a parar, sin demora
Allá....Allá continuarán la Cristiandad Hispana sin desmoronarse,
¡ Oh bendita Bética, escenario de grandes vidas!
A sus hijos no los dejaron su Historia continuar,
Mujeres laboriosas; también muy sufridas....
Viñas y olivares que de menos van a echar....
Mozárabes del Sur, los grandes olvidados....
Mozárabes del Sur, historia hispana viva,
Mozárabes del Sur, el eco aún guarda ese pasado,
Mozárabes del Sur; un gran canto a la vida....
La tragedia vivida en una sociedad occidental,
Reafirmada por la Romanidad, por el Cristianismo....
Donde antaño el Rey de los Godos Egica trasladó su cortesana capital,
Donde el Valle del Betis nutría a los hijos del heroísmo....
Eran aquellos mozárabes del Sur español,
Los que más sabían de la Hispania Tingitana,
También ésta pareció morir con la coránica invasión,
También esa tierra aún parece gemir desde sus entrañas....
Su arte van a dejar en los monasterios,
Impresión que se llevan Asturias, Galicia, León....
Su mirada, quizá evoca un profundo silencio,
Su tragedia, un signo para el corazón,
Su liturgia se vivirá en la Santa Misa,
En la memoria del hispalense San Isidoro,
El incienso remontaráse con la brisa,
La Cruz y la Espada, su guía y su tesoro,
Mozárabes del Sur, los grandes olvidados....
Mozárabes del Sur, historia hispana viva,
Mozárabes del Sur, el eco aún guarda ese pasado,
Mozárabes del Sur; un gran canto a la vida....
Mozárabes que miraban a sus hermanos de Toledo,
Mozárabes que miraban a sus hermanos de Valencia,
Los arábigos les llamaban “ mozárabes “; de must´arib....¿ En serio ?
“ El que se arabiza “....¡ Este despectivo soportaron con paciencia !
Son los caminos y las amanecidas sus saludos,
Es el peregrinaje que forjará al monje y al guerrero,
El inherente caudillo que en la Hispanidad nunca fue mudo,
Brota de la sangre, del genio altanero,
Chalbo, Culchas, Argantonio...¡ Régulos que hicieron Historia !
Perita en dulce de la Roma más augusta,
Se despistaba el compañerismo ante la deshonra,
Que se apoderaba de una tierra que fue justa,
Cultura de fronteras van a ir forjando,
Ante el recorrido militar de los islamizados berberiscos,
Ante la venida de algún sudanés y del fornido eslavo,
Ante el islam, ellos se comportarán, cuanto menos, ariscos,
Es la cruz que besa el labrador en la jornada,
La que recuerda la estancia en la fuente,
Son las sendas de la vivencia hispana,
En su eterno noviazgo con la muerte....
Mozárabes del Sur, los grandes olvidados....
Mozárabes del Sur, historia hispana viva,
Mozárabes del Sur, el eco aún guarda ese pasado,
Mozárabes del Sur; un gran canto a la vida....
Última edición por Ordóñez; 26/07/2006 a las 13:23
Vamos a ver.Le habéis dado muchísima caña al libro de Canal, pero pensad en algo.¿Qué libro trata en alguna extensión la época post-guerra civil?Prácticamente ninguno.Los únicos que han tratado esa época hasta la saciedad han sido los del PCar, y ya sabemos cómo y para qué.Además, la petición de Venator era de libros para iniciarse, y algunas de las recomendaciones que habéis hecho pues...son obras enciclopédicas que no se encuentran ni en las bibliotecas de las universidades y que tienen medio siglo.Por otro lado, decir que el libro de Alférez de 'Historia del Carlismo', de Actas, 1995, Colección Luis Hernando de Larramendi, es un 'librito'...¡madre mía! No es precisamente un 'librito'...quizás sólo si lo comparas con el Quijote o la Biblia...
Recomendarle al pobre Venator nada más y nada menos que la 'Historia del Tradionalismo Español' de Ferrer...¡pero si tenía decenas de volúmenes!De todas formas no creo que Ramón Massó -si os referíais a él- haya tenido tanto que ver en la confección del libro de Canal.Este tipo, Canal, lleva bastantes años dedicado -desde su óptica, claro está- al estudio comparado de las 'contrarrevoluciones' europeas, no creo que lo escribiera al volapié, sinceramente.Y si una persona quiere una síntesis, que sea posible encontrar hoy, que no sea una enciclopedia, y que lo aborde desde fuera...pues, con todos sus errores, no hay mucho más, sinceramente.E incluso el libro de Canal es ya difícil de encontrar.Y las obras de Aróstegui son demasiado sectoriales si lo que se busca es una visión de conjunto, en mi opinión.
¡No nos pongamos estrictos, que de lo que le habéis recomendado no va a encontrar mucho!Seamos más realistas...
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Como dicen en La Mancha "a falta de pan buenas son tortas". Evidentemente los defectos de la obra de Canal no son ni por asomo comparables a las de José Carlos Clemente y otros antihistoriadores liberales. Estos escriben la historia del Carlismo desde su anticarlismo y liberalismo militante, por mucho que los patrocine un Partido (anti)Carlista que se dice socialista. Aún así es preferible hacer una prelación de lecturas y no perder el tiempo con ese libro, a no ser que se pueda contrastar su información con otros textos.
Hay una "Breve Historia del Legitimismo Español" de Ferrer. Se lee en una tarde. Y es muy fácil de adquirir. De momento se me ocurre la Fundación Elías de Tejada, calle José Abascal (antiguo General Sanjurjo) 38. Un libro que me está gustando mucho sobre la preguerra es "Memorias de la Conspiración" de Antonio Lizarza Iribaren.
Las obras de Ferrer y Santa Cruz son de tan fácil acceso como el libro de Canal. Por de pronto la de Santa Cruz se encuentra en casi todas las bibliotecas de las facultades de Historia de España. Y en no pocas públicas. Y en los cauces de comunicación con la Comunión Tradicionalista también pueden ser ofrecidos.
Pues en la UCM no sé yoLas obras de Ferrer y Santa Cruz son de tan fácil acceso como el libro de Canal. Por de pronto la de Santa Cruz se encuentra en casi todas las bibliotecas de las facultades de Historia de España...la tendrán en depósito para los investigadores...
...bien escondida no vaya a ser que alguien la lea...
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Villores eso también se dice en el Sur illu![]()
Y en Los Madriles es de lo más común..."a falta de pan buenas son tortas"
Algunas obras sobre el Requeté. Algunas edicione son muy recientes. Recientemente he pasado por la Casa del Libro de Madrid y tienen muchos de estos títulos. Otra posibilidad es ir a las librerias Marcial Pons donde además tienen muy buenas obras sobre derecho público cristiano. Y si no se encuentran insisto en la posibilidad de ir a la Fundación Elías de Tejada. Más allá de nuestra Cruzada del 36 hay títulos importantísimos, como todo lo de las Ediciones Montejurra que financió el propio Francisco Elías de Tejada.
BIBLIOGRAFÍA SOBRE "EL REQUETÉ"
General Luís Redondo y Comandante Juan de Zabala;
EL REQUETÉ "La Tradición No Muere"
Ed. AHR; Barcelona; 1957.
Copado; BERNABE
Con la Columna Redondo (Combates y Conquistas)
Ed. Sevilla; 1937.
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Resa, JOSÉ MARIA
Memorias de un Requeté
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Domenech i Puig, ROSENDO
Diario de Campaña de un Requeté
Ed. Selección; Olesa de Montserrat; 1956.
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Conill i Mataro, ANTONI
CODO "De mi diario de Campaña"
Ed. Barcelona; 1954.
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Nonell i Bru, SALVADOR (Prebere)
El Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat
Ed. Casulleras; Barcelona; 1956.
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"Germandat del Terç de Requetès de la Mare de Deu de Montserrat"
Video Conmemorativo
Apartado de Correos 5.107
08080 BARCELONA.
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Fabián Blázquez, LUIS FABIAN
Riesgo y Ventura de los Tercios de Requetés
Ed. Actas; Colección Luís Hernando de Larramendi; Madrid; 1995.
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Aróstegui Sánchez, JULIO (Dr.)
Los Combatientes carlistas en la Guerra Civil Española (Dos Tomos)
Ed. Aportes XIX, S.A.; Colección Luís Hernando de Larramendi; Madrid; 1991.
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Pérez de Rada, IÑIGO
Navarra en Guerra
Ed. Ediciones Museo Tabar; Madrid; 2004.
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Herrera Alonso, EMILIO
Los Mil Días del Tercio Navarra
Ed. AF-Editores de Historia Militar; Valladolid; 1995.
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Ollaquindia, RICARDO
Cartas de un Requeté del Tercio del Rey: José María Erdozáin
Ed. Actas; Colección Luís Hernando de Larramendi; Madrid; 1997.
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Peñas Bernaldo de Quirós; JUAN CARLOS
El carlismo, La República y la Guerra Civil (1936-1937)
Ed. Actas; Colección Luís Hernando de Larramendi; Madrid; 1996.
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Publicaciones del Circulo Carlista de San Mateo
Apartado 10.089
28080 MADRID
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Vilarrubias i Solanes, Felio A.
La IV División de Navarra (Por la ruta del Honor y de la Fe) 1936-1939
Ed. Hermandad de la IV División de Navarra en "Catalunya".
Barcelona 1995.
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Giménez Cabalero, Ernesto
¡Hay Pirineos!
Notas de un Alférez en la IV de Navarra sobre la conquista de Port-Bou.
Ed. Nacional; Madrid; 1939.
Revilla Cebrecos, CARMELO
TERCIO DE LACAR
Ed. G del Toro; Madrid; 1975
Revilla Cebrecos, CARMELO
De esos Tenemos tanto como.......
Ed. G del Toro; Madrid; 1976
Cia Navascués; POLICARPO
Memorias del Tercio de Montejurra
Ed. La Acción Católica; Pamplona 1941.
Nagore Yárnoz, Javier
En la Primera de Navarra (1936-1939) Memorias de un Voluntario Navarro del Tercio de RRC.
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Lusarreta Urra; JUAN (Rdo.)
En las Trincheras del Frente de Madrid (Memorias de un Capellán de Requetés Herido en la Guerra)
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García Serrano, Rafael
Diccionario para un macuto
Ed. Editora Nacional; Madrid; 1964.
Pemán, JOSE MARIA
Por Dios, La Patria y el Rey
Madrid; 1940
- "La buena nueva", una película ridícula con muy mala baba
- Carlismo en la prensa asturiana
Madrid, 18 noviembre 2008. El weblog Tetralema - Bitácora Lealtad (provisional, http://montejurralealtad.blogspot.com/; artículos anteriores en http://montejurra.blogspot.com/) publica una demoledora crítica de la recién estrenada película "La buena nueva", lamentable ejemplo tanto de la manipulación histórica en curso como de lo malo (mal hecho, mal interpretado, mal guión, mala ambientación, etc.) que es el subvencionado cine español actual, por lo menos el que llega a las salas comerciales.
Mentira histórica y anticarlista cinematográfica. "La buena nueva"Películas recomendables en el área Marcadores de las páginas para suscriptores de FARO, carpeta Cine
Como de sobra sabrán nuestros lectores con motivo de los 175 años del primer grito de "Viva Carlos V" el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II organizó una digna conmemoración académica y política en Madrid. Entre las ponencias, rigurosas, multidisciplinares y polifacéticas había una que trataba de "El Carlismo en el cine". En ella el ingeniero industrial Estanislao García detallada y minuciosamente desgranaba la, en general, paupérrima representación del Carlismo en el séptimo arte. Lamentablemente, la tendencia no se invierte con la nueva producción --de título irreverente-- "La buena nueva" en la que tan maltratada sale la Comunión, Navarra y la Cruzada. Un nuevo fracaso anunciado del cine subvencionado e ideológico (curiosamente el único sector en el que se hace un mínimo atisbo de patriotismo y proteccionismo… contra la esencia de España) que no tiene el más mínimo interés ni para los carlistas ni para el público en general.
La película se inscribe en la tremenda maniobra de manipulación y mentira institucionalizada a la que el PSOE y sus aliados comunistas y separatistas están sometiendo la historia reciente de España. Trata de la historia de Marino Ayerra, un pobre sacerdote secularizado que fue de los pocos modernistas que por aquellos años se infiltraron en la Iglesia en España. Un pobre sacerdote secularizado que juega un papel análogo al de Las Casas respecto a la evangelización de América, magnificando y mintiendo sobre la represión del bando nacional contra los hijos de Caín en Navarra. No tuvieron sus mentiras tanta repercusión como la del dominico, pero ahora pagadas con el dinero de todos los españoles sus invenciones se proyectan en el cine. La película da además una visión intencionadamente falsa del ambiente de Navarra en los días previos al Alzamiento, tomando como punta de lanza a un pueblo tan carlista como Alsasua, escenario de una de las más importantes victorias del General Zumalacárregui. Se presenta una inexistente resistencia a su liberación al tiempo que se magnifica la influencia de Falange en Navarra.
La historia de Navarra en la Cruzada tiene héroes y sacerdotes de sobra para relatar epopeyas e historias mucho más interesantes a la par que verídicas. La historia del Carlismo se merece de una vez un tratamiento digno en el cine.
No vayan a verla. Si quieren ver un poco de historia real (pese a algún lamentable atisbo de modernismo eclesial) vayan a ver "El infierno vasco".
Y para recordar algunas verdades sobre el Carlismo y la Cruzada en Navarra algunos apuntes recientes, de julio de 2003:
Comunicado de las JTE
67 AÑOS DESPUÉS: FIDELIDAD AL 18 DE JULIO
Se está llevando a cabo una campaña institucionalizada de desprestigio, calumnias e injurias contra el Alzamiento religioso y patriótico del pueblo y el ejército español contra la amenaza del estalinismo soviético que dio comienzo el 18 de julio de 1936. Desde que el PP aumento sus cotas de poder las ofensas y las mentiras se han multiplicado. No se atrevió la vesania socialista a una condena unánime en las Cortes españolas como la que tuvo lugar el pasado día 20 de noviembre de 2002. Paralelamente en multitud de municipios se han retirado los símbolos que recuerdan aquella magna fecha, con unas actitudes que poco tienen que envidiar a las de los talibán.
Al mismo tiempo el parlamento navarro lanzó una condena contra los supuestamente 3000 fusilamientos durante la guerra. El Arzobispo Sebastián no fue capaz de llevar hasta sus últimas consecuencias la oposición a un párrafo claramente irreverente contra la Iglesia Católica. Ni UPN supo tampoco realizar una eficaz oposición a ese texto votando en contra en lugar de abstenerse. ¿Cabe mayor ignominia? Y es que el texto navarro apunta cuál es el último de los objetivos de esta supuesta recuperación de la memoria histórica, orquestada desde la fundación Pablo Iglesias (controlada por el infame guerrismo), alabada por todos los grupúsculos de la constelación izquierdosa, y financiada por las arcas del Partido Popular: que la Iglesia Católica se retracte de su apoyo moral y físico al Alzamiento. Pedimos a nuestros obispos no caigan en la trampa, y que en honor a la Verdad, al Magisterio de la Iglesia sobre la guerra justa y en homenaje y recuerdo a las miles de víctimas del comunismo expresen su adhesión al espíritu de la lucha de los combatientes del 18 de julio.
La conmemoración y la reafirmación de las dos premisas fundamentales del 18 de julio (fue una Cruzada y el Requeté salvó a España) no son una actitud nostálgica, sino una reivindicación política de primer orden. Los partidos políticos quieren que la Iglesia pida perdón por la Cruzada para que la orfandad política de los católicos aumente, para que cualquier reacción ante la inmoralidad reinante sea deslegitimada y para que la estrategia postconciliar suicida de reducir la religión al ámbito de lo privado y de las sacristías (sacristías e iglesias que en 1936 no recibieron el respeto de los criminales de la izquierda) llegue a sus últimas consecuencias con el total desarme doctrinal e ideológico de los católicos en la política.
El Carlismo, traicionado tras la Victoria, sin ninguna clase de hipotecas ni componendas se reafirma coherente con su trayectoria histórica de 1936 y proclama un año más su orgullo por el sacrificio para la derrota del marxismo. Aquel 18 de julio se produjo una legítima sublevación contra un poder tiránico, sectario y antiespañol. Es una asignatura pendiente el saber distinguir entre lo legal y lo moral. Y es moral y acorde con nuestra santa Fe católica el tiranicidio y el alzamiento contra los poderes ilegítimos. La República, nacida paradójicamente de unas elecciones municipales en las que los republicanos no obtuvieron ni siquiera la mayoría, fue consecuencia de la cobardía de una dinastía usurpadora que se desentendió del futuro de España. Las mismas izquierdas que tanto decían defender la legalidad republicana no tuvieron reparo en alzarse sangrientamente contra ella en 1934 ante el resultado adverso de las urnas. Pero hoy día, por culpa de las derechas burguesas, la izquierda ha elevado a dogma democrático que los levantamientos armados de las izquierdas son revoluciones populares y si esos levantamientos son de signo patriótico y religioso son golpes de Estado. Para el Carlismo el 18 de julio fue ni más ni menos que la culminación gloriosa de muchos años de preparación para un enfrentamiento que se entendía inevitable. Durante la República el Carlismo fue duramente perseguido. Se cerraban periódicos y círculos y se secuestraban libros. Destacados dirigentes de la Comunión sufrieron cárcel. Pero en ningún momento esas medidas disuadieron a las bravas Juventudes de aquel entonces, de las que don Manuel Fal Conde decía que se tendía un puente entre ellas y los voluntarios de la ultima guerra. Y así era, pues el mismo espíritu guerrero que interrumpía los mítines carlistas al grito de "¡Vengan fusiles!" era el que había animado a nuestro pueblo a luchar y a morir por nuestros legítimos reyes a lo largo de tres levantamientos en el siglo XIX, a luchar contra el invasor revolucionario francés, a oponerse a la reimplantación de la Constitución de 1812 con los cuerpos de Voluntarios Realistas o a coger las armas para defender los Estados Pontificios.
En este 18 de julio las Juventudes Tradicionalistas quieren hacer una reflexión serena sobre las causas que condujeron al enfrentamiento armado. La República había entrado en una etapa de inestabilidad que se adivinaba desde sus inicios. Los más fervientes republicanos rechazaron el estallido revolucionario subsiguiente a las elecciones de febrero de 1936. La Iglesia, que en ningún momento conspiró contra el poder político, veía como una tenaz persecución se ceñía contra ella. Los más nobles sentimientos religiosos y patrióticos del pueblo español eran sistemáticamente pisoteados. Después de muy arduas negociaciones, Don Javier de Borbón, en nombre de S.M.C. Don Alfonso Carlos I, dio orden al Requeté de unirse a la sublevación. En el camino hubo que exigir mucho. Que se restituyera la bandera roja y gualda, pues no pocos alzados no querían mas que una vuelta al orden dentro de la República. Que se volviese a nuestra tradicional Unidad Católica, enfrentándose incluso a una intervención pública del mismo Francisco Franco que el 1 de octubre de 1936 señaló que el Estado futuro sería aconfesional. Y una vez ganada la guerra dio comienzo una etapa amarga y llena de sinsabores para el Carlismo. En muy poco se benefició el Carlismo de su participación, lo que inevitablemente le llevó a ocupar un puesto de oposición doméstica al régimen de Franco (oposición que nada tenia que ver con la de los advenedizos demócratas de los 60). Asimismo, el concurso del Carlismo durante la guerra no estuvo guiado ni por el rencor ni por la venganza. Así se ha recordado en días atrás ante el ofensivo texto firmado por el Parlamento Navarro. La Junta Carlista de Guerra desde los primeros días de la Cruzada se opuso con documentos públicos y actitudes decididas a cualquier actitud de represalia. Don Joaquín Baleztena lo puso de manifiesto en cartas dirigidas a todos los carlistas.
Nuestra Santa Madre la Iglesia Católica tampoco amparó ningún tipo de acto de represalia. Y contribuyó decididamente a una reconciliación que se dio mucho antes de 1975. ¿Podríamos decir lo mismo en el caso de que los rojos hubiesen triunfado? A la vista de las criminales repúblicas soviéticas que se implantaron tras la II Guerra Mundial podemos afirmar que no sin temor a equivocarnos. Ahora toca no olvidar la legitimidad de ese Alzamiento, certificado por la elevación a los altares de tantos mártires de una de las persecuciones religiosas más crueles de la historia.
Tampoco queremos dejar de recordar que coincidiendo con esta magna fecha, el 17 de julio de 2001 S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón firmaba un Manifiesto con el que se reafirmaban los principios de la legitimidad española, haciendo un llamamiento a sus sobrinos para que se adhiriesen públicamente a ellos. El Carlismo, como siempre, debe seguir a la Autoridad para la restauración de las Españas. En ese puesto están las Juventudes Tradicionalistas.
Gijón, noviembre 2008. La lista de correo Tradición Astur digital http://carlismo.es/circulomella difunde sus propios mensajes sobre la manipulación histórica y las calumnias contra el Carlismo. Recientemente se ha ocupado de infundios aparecidos en la prensa, sobre un antiguo Jefe Regional y sobre las novelescas mentiras de cierto cargo policial, y sobre una entrevista y una conferencia acerca de la historia del Carlismo, entre otros. Recomendamos su lectura.
Más sobre la "memoria histórica" en Mensajes de las páginas para suscriptores de FARO
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