En primer lugar, si no cambiamos los patrones establecidos, nada lograremos. Hoy todo lo basamos en producir y consumir, en una frenética carrera materialista, en un modo de vida asqueroso. El hombre ha de ser consciente de la función social de la economía y de la protección que ésta requiere. Y del dinero como un medio, y no como el fin absoluto.
En segundo lugar, yo no soy el abanderado de la Tradición. Pero este no es un problema entre D. Cosme y Ordóñez. Aquí, el que más y el que menos, expone igual su punto de vista pero correlacionado con la Tradición en todos sus ámbitos; y eso es lo que a ti no te gusta.
Por eso me reitero. Ni partidos políticos, ni partido único, ni capitalismo, ni socialismo. Una economía allegada al Derecho Natural Cristiano, con cuerpos intermedios de la sociedad participativos y conscientes, no dependientes del Estado. Un hombre que no se rija por el patrón dinero, y que prime el trabajo y el mérito y la solidaridad entre españoles, con conciencia de Cristiandad.
Tampoco entiendo cómo algunos de los países más ricos del mundo ( Argentina, Brasil, Venezuela....) siguen, tras su " emancipación ", con ese desastre que sólo busca ser fuente de materias primas e importar de casi todo cuando ellos, si quisieran, podrían ser cuasi autárquicos. Cada pueblo debe valorar lo que tiene y darle de una vez a las oligarquías elitistas que están manejando el destino de autómatas consumistas. Y que están provocando desórdenes a nivel mundial, creando nuevas masas de esclavos y malestares sociales allá donde el capitalismo se posa. Todo por la misma mentalidad basuril del " hombre moderno ".
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