Perdonen por postear en este tema después de tanto tiempo, quisiera compartir mi experiencia personal respecto al aborto.
Hasta hace varios años mi opinión sobre el aborto era indiferente, sin motivos de fe de por medio pues soy agnóstico. Pensaba que la mujer tenía derecho a decidir si quería tener el niño o no, dado el alto precio en nuestra sociedad actual que supone un hijo, y pensaba que era mejor no tener los hijos que no se pueden mantener. Mi opinión era profundamente pragmática, y como requisito sólo pensaba que era necesario un aborto de los primeros meses, antes de que el feto desarrollase lo que llaman "conciencia".
Ahora mi opinión es radicalmente distinta, y estoy en contra del aborto en cualquier forma, excepto cuando peligra la vida de la madre. El motivo de mi cambio fue el siguiente: cuando mis padres se separaron, escuché una conversación de mi madre en la que decía que mi padre, cuando mi madre estaba embarazada, no quería tener más hijos (yo soy el tercero) y que le dijo que abortase. Mi madre se negó, y de esta forma, mi madre no solo me dió la vida sino que gracias a su decisión me la salvó. Le hablé de esto a mi madre, y me dijo que mi padre inicialmente se negó a tener el hijo, pero a los meses cambió de opinión, y por los recuerdos que tengo de pequeño, resulta evidente que mi padre simplemente tenía miedo al cambio y a tener que mantener a un nuevo hijo. Una vez yo nací jamás noté que mi padre no me quisiera, más bien al contrario, pues era el menor de los hermanos.
Esta experiencia me hizo recapacitar y darme cuenta que mi problema había sido la falta de empatía para con los recién nacidos. Muchas personas a favor del aborto piensan solamente en ellos mismos, en este caso, la madre piensa solo en su beneficio propio, pero no piensa en lo que supone negarle la vida al ser que lleva dentro. Como otras muchas cosas en la vida, hasta que no se vive algo de cerca no se da uno cuenta de su verdadero valor. En mi caso, hasta que me di cuenta de lo que suponía el que me hubiesen asesinado a los pocos meses, y de como todo lo he vivido, desapareciese, hasta el punto de que esto que está leyendo nunca habría sido escrito. Ahora más que nunca creo que todos los bebés, sin importar si son de 1 mes o de 9, tienen el derecho a la vida.
Espero que todos aquellos que están a favor del aborto vean de cerca el horror que significa, y no hace falta ser católico para darse cuenta, sino tener algo de empatía por esa vida que esta por formarse. Es triste que los medios de comunicación intentan mostrar el aborto como un derecho y algo positivo, y mucha gente (como yo entonces) lo ve como algo lejano y que no les atañe, y lo justifican fríamente con razonamientos que pueden ser lógicos, pero que no son en absoluto morales.
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