Este es el eslogan que muchas madres deberían asumir con toda naturalidad en esta "España de la Z a la P". Ser bufón es el deporte nacional, ser bufón es la aspiración nacional, ser bufón es lo que está de moda. Por tanto nada que objetar, "si su hijo es un bufón hará carrera."
Si usted, señora, observa que su hijo o hija no se lava para no gastar agua, no se cambia de ropa porque el olor corporal es el que la naturaleza nos ha dado, no usa colonia porque contamina la atmósfera, se nutre con las manos para no manchar cubiertos y gastar más agua, es un vago redomado de los que el lunes se levanta para estudiar el martes mientras contemplaba el miércoles a través de los cristales de las ventanas que el jueves estaba lloviendo, algo de lo que se dió cuenta el viernes, ¿cómo se iba a poner a estudiar el sábado si el domingo tenía que asistir al "Soviet de Sol"? Si usted señora ve que se pasa el día oyendo ruidos alienígenas a través de su MP3, MP4, MP...n, o contempla como derrite el móvil que paga el idiota de su padre... No se preocupe, hará carrera.
Se levantará un día y se dirá al siguiente: pasado mañana me afilio a una ONG de las subvencionadas, pero antes mejor me "apunto" en alguna organización "antifascista, antifranquista, facción purísima y bendecida por Marx, Lenin, Stalin, Mao, Che, y Pol Pot" Así cada vez que organicemos una "manifa" me pagarán por la asistencia, más un plus de peligrosidad no vaya a ser que el "diablo las cargue" y se le ocurra aparecer algún fascista h...p... y la líe. Y mientras tanto, entre manifa y manifa, me pongo a repartir drogas unos días por las puertas de los "insti" y otros los condones que regalan estos del gobierno a los niños y niñas en los "coles." ¡Menuda labor social la que voy a hacer! y no empeñarme en un esfuerzo baldío estudiando o trabajando para convertirme en un pringao no ni-ni como otros muchos y, además, en 7 años de actividades diversas ya tendré derecho a una pensión"; por supuesto haré amistades de renombre y postín como la Pajín, y me codearé con Zerolé, ¡qué guay cuando lleguen las fiestas "anoales" del orgullo gay! ¿y cobrando por todo? ¡¡¡ pero qué chollazo!!! ¿cómo no se me habrá ocurrido antes? el tiempo perdido que llevo desde que acabé el "insti" con el suspenso general en el bolsillo...¡mira que eran fascistas esos profes cabrones! Nada, nada, a poner remedio, ya verás como se ponen de contentos los viejos cuando vean que voy a hacer carrera."
Así que por fin, un día cualquiera, de un mes cualquiera, de un año cualquiera, el niño o la niña, se levanta de su sofá, se sacude las pulgas, los liendres y los piojos y grita:
¡Mamá, quiero ser bufón!
Última edición por Valmadian; 03/06/2011 a las 13:23
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Jeje brillante ...
Y como hoy en día a un chaval normal se le ocurra recordar con nostalgia o admiración la gran época Imperial pasará a ser un fascista, machista, homófobo, xenófobo y antidemocrático en un momento y todo en el mismo paquete.
Para ser "moderno" hay que renegar de las costumbres, el orden, los principios más elementales y cualquiera cosa que huela a pasado, ya que aquí el pasado para muchos es sólo una dictadura y una idílica república que iba sobre ruedas.
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