Re: ¿Sería un ataque a Gibraltar "guerra justa"?
Iniciado por
ALACRAN
Todas las legislaciones dan menos valor al nasciturus que a ese mismo niño ya nacido y que a su madre abortista. Por "valor" entiendo la penalización del crimen.
Comprendo, por ello considero que ninguna legislación que procede así, --en efecto no sé si todas o una mayoría del noventa y tantos por ciento--, merece la pena ser considerada siquiera como equitativa y justa. En mi opinión esto que digo se comprueba en estas dos situaciones: el intervalo existente en dichas legislaciones entre admitir el aborto y penalizar su realización, el cual suele ser estrechísimo. Antes de la semana que sea es legal --obviamente inmoral--, después punible. La otra situación es la que se da entre la situación anterior al parto y la posterior de la inscripción en un registro. En España, como siempre y para no perder de vista nuestras extrañas y absurdas costumbres, el periodo de "existencia" del neonato, que no de "vida", es de 24 horas entre la hora del nacimiento y el momento de inscripción en el Registro civil.
Resulta kafkiano que ese mismo niño al que no se le reconoce el derecho a la vida hasta la décimotercera semana de gestación; el mismo al que no se le reconoce el derecho una vez nacido de ser miembro de la sociedad civil hasta pasadas veinticuatro horas sea, en cambio, sujeto de derechos de sucesión y herencia póstumos y, para mayor redundancia, desde que la madre anuncia el embarazo, momento a partir del cual así se puede proceder legalmente. Si este país no es de perejil, botijo y pandereta, que baje el cielo y lo vea. Aquí el "valor" habría que medírselo al legislador de turno.
Última edición por Valmadian; 10/08/2012 a las 19:35
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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