Yo prefiero que no haya ninguna de las dos cosas. ¿Monarquía democrática o república democrática? ¿Qué más da? El problema no es que haya monarquía o república. El problema es directamente la democracia. ¿O acaso crees que en otros países memocráticos pero republiguays se vive muy bien? También son republicanos los griegos y los irlandeses, o nuestros hermanos hispánicos lusos sin ir más lejos. O las repúblicas tan populares de África. Dejemos de lado los complejos y lo "políticamente correcto" y admitamos de una vez que la democracia no es más que un cuento en cualquiera de sus variantes.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Pues veamos señores, lo que yo entiendo por esclavitud es "la privación del ser social de un individuo o un grupo por parte de otro individuo u otro grupo de la misma especie, y en contra de la voluntad del esclavizado". En apariencia eso no ocurre nada más que en las sociedades esclavistas (p. ej., la Grecia Clásica o más recientemente en los EEUU hasta el XIX), si no fuera porque habría que diferenciar entre esa "privación del ser social" de una "privación del ser moral", que mes lo que si se está dando en el mundo hoy en día. Pero, no olvidemos la última parte, porque también es capital en definir si hay o no hay esclavitud en nuestras sociedades: ¿es contra la voluntad de la persona esclavizada, o presta toda su conformidad?
En mi opinión, y dejémonos de escrúpulos ideológicos, el problema hoy se llama: rebelión de las masas, que ya Ortega analiza muy bien en la obra del mismo título y en España Invertebrada.
Luego, el texto del artículo creo que resulta bastante evidente que está escrito por dos adolescentes y se nota en sus términos y estilo. Pero nada tiene de malo que dos chicas muy jóvenes opinen de ese modo de muchos de su generación, y ya llegaran a su madurez y esperemos y deseemos que en la misma línea. Respecto a la militancia es algo comprometido, algo en lo que quien se implica juega hasta con su propio prestigio social -por muy mierda que eso sea, y es que hay que comer también-, y en ocasiones hasta la vida. Y otra la frivolización que se hace bien para afirmarla, bien para criticarla. Por tanto, los valores que definen a la militancia ya los he manifestado y así desde los romanos. Que hoy haya pocos no significa nada, sólo eso, que hay pocos porque la mayoría es "blandita, estúpida y hasta chabacana".
Última edición por Valmadian; 18/05/2013 a las 20:16
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Hoy "privación del ser social" es precisamente lo que menos hay. Hoy hay "privación del ser político", porque como Vd bien dice "hay que comer" (y yo me pregunto ¿en el pasado la gente no comía?).... pero además hoy hay que comer bien. Y ya se sabe que después de un buen cordero asado con patatas a nadie le apetece "militar" en nada... como mucho soltar alguna arenga entre los comensales... y lucir la boina del abuelo.
Nuestros jóvenes piden algo tan estúpido como lo que representa la palabra 'democracia' porque han sido engañados.
¿Democracia...?, qué estúpida palabra. Gobierno del pueblo... ¡qué falacia!. Primero habría que definir con precisión qué entendemos cuando hablamos de 'pueblo'. Si por éste nos referimos a una masa informe de individuos, eso no es pueblo... Democrácia orgánica, eso ya sería otra cosa, una representación popular que no se ejerciera a través del modelo liberal de sufragio universal con partidos políticos, sino a través de las relaciones sociales naturales tales como la familia (donde se nace), el municipio (donde se vive) y el sindicato (donde se trabaja..). Eso ya sería otra cosa.
Y sin olvidar en ningún momento que el hombre jamás elige la familia en la que Dios ha dispuesto que naciera, ni tampoco el lugar donde fuera parido, y en muchos casos tampoco el sector de actividad en el que ha de trabajar toda su vida... Así que al hablar de 'democracias' habremos de tener muchísimo cuidado para no caer en el liberalismo. Y mucho mas aún al reclamar, como usted hace, 'democracias de verdad'. ¿Cuales son esas...?, desde luego no las que piden los jóvenes en nuestras calles en estos momentos.
Un saludo
En lo social está incluido lo político y eso es por definición, ahora y hace 3000 años. Por supuesto, en el pasado la gente comía y estaba tan alienada como hoy, pero el Estado, ese gran problema llamado Leviatán, no era un ente tan engordado como hoy: gordo el Estado y gorda la gente, la que puede claro. Lo que no quita que comer bien signifique banquete pantagruélico, algo muy propio del pasado en el que en las casas en que se podían permitir el lujo, no había 3 platos, sino 16. Y en esto las "boinas del abuelo" nada tienen que ver, sean negras, azules o rojas, pues muchos se las han tenido que llevar fuera de España para "comer" lo que aquí no hay. Pero en la "militancia" falta otro factor que hoy está desaparecido: dinero para financiarla , sin eso y con el Estado totalitario democrático no hay ya sitio ni para echarse al monte.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Si, definiciones de la esclavitud las hay a cientos, sino a miles, pero en la teoría de la filosofía de la ciencia, sea ésta la que sea, toda definición no puede contener a todo lo definido, sino que se limita a decir que es aquello que se define y que ya contiene en sí implícitamente todas las posibles variaciones que se puedan encontrar. Y es de sentido común que sea de dicho modo ya que, en otro caso, en lugar de una definición tendremos un tratado sólo para definir el concepto. Por tanto, ello es meramente accidental que no añade, como tampoco quita, la objetivación de la esclavitud. Si intentamos establecer posibles causas que conduzcan a ella, o sea los matices, perderemos de vista el sentido de lo que significa, pues por ejemplo también ha habido esclavitud por deudas, o por captura en combate, pero el modo en el que un individuo o un grupo ingresa en tal desestructuración completa de su entidad social, no es lo más importante. Lo que realmente empieza determinando lo que significa es que no existe un símil parecido en la Naturaleza, sino que es un producto cultural, o sea, surgido de las capacidades humanas para abstraer los conocimientos, darles forma y emplearlos en su provecho. Producto que no tiene equivalente en esa Naturaleza por más que la Teoría Sociobiológica se empeñe en querer afirmar que toda actividad e institución humanas tienen su fundamento en lo natural, reduciendo la cultura a una mera actividad cuya base estaría en los genes en lugar de en las capacidades superiores del hombre.
Entiendo que los aspectos que a tenor del tema se podrían plantear aquí serían de este estilo: ¿puede alguien someterse voluntariamente a una pérdida total de su entidad social para convertirse en un objeto animado propiedad de otro de su propia especie?; más aún ¿cuál sería el beneficio inmediato y a medio y largo plazo que podría obtener?. Ahora bien, una vuelta más de tuerca, ¿puede hacer eso mismo una sociedad entera ya a escala reducida, nacional o incluso internacional? ¿a cambio de qué? y sin que perder de vista que si hay beneficio mutuo no hay esclavitud, sino simbiosis o en el peor de los casos, alguna forma parasitaria. ¿Cómo definiríamos entonces lo que sucede en nuestra sociedad? tal vez estemos ante una nueva forma de dominio total, la autoesclavitud, es decir, el individuo sometido a si mismo que colabora con un Sistema que le interesa y que se reproduce a sí mismo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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