Sea como fuere, el anarcosindicalismo es una reformulación muy hispana eso sí del anarquismo primigenio; ya con una mínima organización de la que Fanelli aborrecía. Pero es a lo que voy : El anarquismo no tiene sentido, ni de autoridad ni de tradición ni de historia, y su autogestión es una farsa infantiloide.
Marcadores