Ayer estuve escuchando a la embajadora de Hungría en España, y no puedo por menos que quitarme el sombrero. Ojalá tuviéramos aquí funcionarios, que en estas situaciones, y con TODO el mundo en contra, explicaran con esa sensatez la posición de su Gobierno.

Hungría, país serio que ha tenido las narices de poner en su Constitución que su tradición y su cultura son cristianas (para espanto del basurero europeo), no ha cerrado sus fronteras y NO ha suspendido las SOLICITUDES DE ASILO, que han de tramitarse con todas las garantías. Explicaba esta alta funcionaria que lo único que han hecho, ha sido cumplir con los Acuerdos de Schengen en materia de inmigración ilegal; y que dado que hay una gran cantidad de personas que quieren introducirse de varias nacionalidades (no sólo sirios, sino también servios etc) Hungría tiene todo el derecho y el deber de hacer cumplir las leyes. Otra cosa, es que a esas personas hacinadas en la frontera, tenga que suministrárseles tiendas, comida o medicamentos. Sencillamente, lo que ocurre es que el grado de demagogia y discurso patético es insoportable, y han cogido a Hungría como blanco; pero me parece a mí que les va a salir la torta un panecillo esta vez.