Para aclarar de una vez por todas el conflicto con el >Sacro >Imperio >Romano. Ser romano no significaba serlo en su sentido étnico; el imperio romano recolectó un gran crisol de etnias diferentes que se fueron romanizando con el paso del tiempo, ya fuese por la intervención cívica de Roma (donde existía una mayor permeabilidad cultural) o por evangelización de la iglesia, en el caso de los germanos, fue la iglesia quien los introdujo en las letras, las matemáticas, la recolección escrita del conocimiento, la organización política, es decir, la civilización greco-latina. También era sacro, pues quien coronaba al emperador era el Papa, además de comprometerse en la defensa de la cristiandad, como lo fue la tercera cruzada o la guerra de los treinta años. También fue un imperio: Carlomagno, Otón I el Grande, Federico I Barbarroja, Carlos IV de Luxemburgo, Carlos V de Alemania y I de España, por no mencionar el gran renacimiento cultural que introdujeron a costa del decante imperio romano de oriente, adhiriendo los conflictos políticos-religiosos como los güelfos y gibelinos, las peleas por la corona imperial, los conflictos con el Papa (el dominium mundi) hechos que tuvieron gran repercusión y peso histórico a lo largo de toda la edad media y moderna.


Por lo tanto, dejen de hacer analogías absurdas de la estructura política de hoy en día con las de antes, pues no se parecen en nada. No existía un concepto definido de la patria (que en realidad lo ayudó a definir la iglesia con santo Tomás de Aquino) ni tampoco existía el estado moderno centralizado, ni las uniones políticas homogéneas, tampoco existían constituciones y los parlamentos (si es que los había) no funcionaban como los de hoy día, el hombre actual no conoce ni lo que era un fuero, un land o el peso político de un príncipe o un arzobispo. Sáquense de la cabeza que el hombre feudal era alguien ignorante, son burdas leyendas decimonónicas creadas por un tipejo que se comía su propio excremento. Juzguen al Sacro Imperio Romano por lo que fue: el Sacro Imperio Romano Germánico.


-Escrito por Salazar (editor de Bola Hispánica)