Respuesta: ¿Es necesario que las tropas españolas sigan en Afganistan?
Yo quiero que vayan ellos a Afganistán y exijo que vuelvan nuestras tropas. ¿Así que sólo están repartiendo bocatas y tiritas? ¿así que no hay orden de disparar? ¿es que a base de "bocadillazos" lanzados con "tiritones" se mata a 17 tíos a lo largo de un combate de 6 horas? ¿o era una "tomatina"?
¡Pues claro que nos han metido en una guerra! Y han mentido, han falseado la verdad, están muriendo soldados nuestros y se oculta a los españoles, ahora se van a enviar 600 hombres más y los primeros 200 ya están saliendo.
"Es que hay un mandato de la ONU" ¡Y una mierda! si es así que vaya el Secretario General al frente de su guardia pretoriana. La verdadera realidad es que el contingente español forma parte de una fuerza extranjera invasora de otro Estado y punto. A mi los talibanes me parecen un asco, pero pongámonos en su lugar, imaginemos España invadida y ocupada por tropas extranjeras "con mandato de la ONU" ¿cómo los consideraríamos? ¿cómo responderíamos?
Aquí no hay más que los intereses bastardos de un grupúsculo de potentados, vamos "más de lo de siempre" que ven como el mercado de la droga puede reventar la economía que tienen montada, ¿por qué a ver dónde va a a parar todo el opio que cultiva esta chusma islamista?
Ahora bien, yo a quien quiero ver allí es a la Carmencita Chacón "ordenando al capitán que ordene ¡ar!".
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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