En defensa de mi persona, he de decir que por higiene mental suelo eludir de la parrilla televisiva este tipo de programas como "La Noria", "CQC", "Hay Tomate" (o como se llame, el programa, etc). La verdad, es que no suelo ver la TV en general, pues casi toda su programación me da asco, y prefiero solazarme leyendo un buen libro o con mi ordenador, o mejor aún, con los míos, que es más sano.
Pero entrando en la valoración del vídeo en cuestión digo:
1º María Antonia Iglesias, sub-especie zoológica engrasada por la izquierda socialista para morder y atacar a los rivales ideológicos, es en su fealdad física un fiel reflejo de su maldad innata (si ese bicho se muerde la lengua, lo más seguro es que se muere envenenada por su propio veneno).
Su verborrea, plagada de tópicos y de punzantes ataques al "
franquismo" a los "
fachas" sólo pretende excitar la inconsciencia de los botarates teleprogramados de izquierdas, que al escuchar dichos vocablos de boca de "
perros de presa como el que nos trae al caso", saltan de sus sillones y se marchan a la calle lanzando espumarajos por sus bocas, asintiendo los exabruptos de sus "
amos mediáticos" y repitiendo como hipnotizados los eslóganes y consignas, sin la menor reflexión ni la menor capacitación para utilizar la cabeza y ver si es cierto lo dicho o no.
2º El Pedro Ruíz, no es santo de mi devoción ni mucho menos. Le veo más inteligencia que a María Antonia Igleisas -lo cual no es un elogio, dado con quien se le compara-, y por supuesto más dado a lidiar en platós de TV donde los periodistas invitados no son de su cuerda ideológica. Este hecho no ha sido experimentado por María Antonia casi nunca y, todas sus sandeces son expelidas en mesas o programas donde todos los invitados son de la misma ideología de izquiermierda, y por lo tanto, le hacen palmas o le ríen la gracia.
3º Ante la cantidad de exabruptos e interrupciones que propina la tal María Antonia al invitado de la Noria, éste, ni corto ni perezoso se defiende, y tratando a su contrincante como uno más, le espeta con el mismo argumentario que ella antes había utilizado contra él ¿
es puta, o no es puta?. Ante un arrebato de igualdad lingüística como ese, la "
progre feminista" elude el combate de la forma más pueril que puede, pues primero hace gala de tener unos sentimientos ofendidos como si ello fuera posible) y luego alude a su condición de mujer para salir por patas y no aguantar el fragor del combate verbal.
Estas son las progres feministas que nos prepara la Aído. Primero igualdad, y en caso de que se produzca, trato preferente, por ser mujeres. ¡¡Que asco!!
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