Re: Novedad administrativa: expulsión de un usuario de un tema
Luego, desde que me registré aquí, he visto trifulcas y hasta de alguna he participado, en las que siempre hubo un límite autoimpuesto por cada uno de los intervinientes. En otras ocasiones ha habido muchas polémicas en las que el lenguaje ha sido recio, incluso duro, pero muy raramente soez o grosero. Y cuando así ha sido, generalmente nunca se empezó de tal modo, sino que fue progresivo y propio de los calentones que se producían. Eso es muy distinto de lo que aquí se está tratando.
Por estar aquí a nadie se le obliga a ser amigo de todos, de aquél o de aquélla, pero hay unas normas que algunos no cumplen ni en la presentación, cuando se dignan presentarse. Hay rivalidades y hay enemistades, pero el lenguaje ha de ser cuidadoso siempre pues, en realidad, casi nadie sabe con quién o quiénes está tratando y no sólo cuenta la ideología o la interpretación particular que se hace de los temas, cuentan las circunstancias personales, familiares y sociales, las sensibilidades, y las experiencias.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores