¿Nos hemos olvidado de Asturias?
Me llena de asombro comprobar que este foro carece de mensajes. Y ello ocurre así porque estamos en Hispanismo.org, y que nadie haya escrito una sola línea aquí me parece increíble. Entre nosotros hay asturianos y si no los hubiera, también gentes que habiendo estado en Asturias, la han aspirado literalmente en lo físico, en lo intelectual y en lo emocional.
Desde el mismo instante en que la pisé por primera vez, sentí que quería vivir en ella. Cuando fui a Covadonga supe en el acto, que allí estaba España, rezumaba la Patria por todos los rincones. Recuerdo con verdadero afecto el dicho de sus gentes: "Esto es España, y el resto tierra conquistada". Hasta el aire huele a españolidad. Pero si esto no fuese suficiente, sus pequeñas ciudades costeras y algunas del interior, están sembradas de símbolos "indianos" de aquéllos que, partiendo paupérrimos, justo con lo puesto metido en un hatillo "hicieron las Américas", y volvieron muchos años después convertidos en ricos hacendados. No se habían olvidado de su orígenes y trajeron de las Américas recuerdos de grandeza que plasmaron en la arquitectura de grandes mansiones o en obras populares: escuelas, fuentes, llevar el agua al barrio o al pueblo, mejora de carreteras y caminos..., fueron gentes generosas que dieron a Asturias "Hispanidad".
Hoy El Principado son "Los Picos de Europa", o los "Premios Príncipe de Asturias", y es "Letizia" per accidens, es la moda que se ha instaurado, que está cambiando el paisaje, todo el litoral se está llenando de urbanizaciones y la especulación se frota las manos. Incluso hasta se nos "ha britanizado" y es que los ingleses han descubierto que la vida es más barata y tienen el mismo paisaje. Además, ya que serán lo que se quiera, pero tontos no, tienen paladar y estómago agradecidos y la riqueza gastronómica los tiene conquistados. Yo no he ido a Inglaterra, pero no me sorprendería nada que en cualquier rincón de los pueblos del Sur acabase por haber alguna estatua de Don Pelayo a imitación de la de Covadonga.
Y Oviedo "la Bella", cosmopolita, con sus grandes calles un tanto coloniales en su estilo, junto al barrio viejo de callejas totalmente restauradas y exclusivamente peatonales, "calle Salsipuedes", "Mon" o "La Rúa" , llenas de sabor con sus múltiples terrazas. El Parque de San Francisco, imitador y retador de El Retiro de Madrid, que conduce a la arteria comercial de la calle "Uría" y los aledaños, o el mercado de la calle "Fontán". No es posible olvidar en los alrededores de la ciudad las extraordinarias y únicas en su género manifestaciones arquitectónicas de Santa María del Naranco o San Miguel de Lillo. Y no se puede dejar en el tintero a la Catedral con su plaza,y junto a ella el panteón de los Reyes Asturianos, y la anexa de "Porlier", y la calle de "San Francisco" definida por una extraordinaria fachada de la Universidad. Toda la ciudad es una obra de arte, así la define el hecho de que el peatón se va cruzando con estatuas de bulto redondo colocadas aleatoriamente que representan personajes reales o literarios a escala real: "La Lechera" con su burro y sus cántaros, todos de bronce, un "Woody Allen" caminando y meditabundo, que resulta más simpático que al natural, pues no habla para decir tonterías.
Verdaderamente es muy complejo describir una ciudad que toda ella es un placer para la vista. Por eso sorprende que nadie hable de ella en Hispanismo.
Gijón, la urbe vital e industrial de la costa, la ciudad a la que todos los "ovetenses" si quieren playa están obligados a ir. Un paseo entre ambas poblaciones, pero una distancia enorme en sus estilos. Gijón se la dejo a Chanza, es suya y de aquí nadie mejor la conoce.
El recorrido no acaba aquí, sólo he tenido la intención de abrir la puerta para que el Foro se llene de Asturias y habrá que ir haciéndolo.
Última edición por Valmadian; 02/07/2010 a las 04:55
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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