Acabo de regresar de una breve estancia en el Cuarto de los Valles, junto a Navelgas y vengo "namorau" del asturiano o bable occidental. Qué maravilla de expresiones, qué naturalidad al hablarlo sin nacionalismos, oficialidades ni chorradas por el estilo. Y cómo me reconcilia con mi propio español, hoy día ya tan contaminado por anglicismos y "estupidismos" de todo tipo.
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