Villores, puede que tengas razón, pero visitando el pueblo aragonés de Berdún, fronterizo con Navarra y al ver su heroica resistencia contra las tropas Borbonicas (despues de las que por orden de Felipa V fuerón destruidas sus murallas) no creo que ese espiritu fuera solo atribuible a elites urbanas. A mi modesto paracer existió algo más.