APOLOGÍA PRO MEL GIBSON
Parece ser que Mel Gibson es la única persona de este mundo que se ha emborrachado, ha despotricado contra los judíos ( No dijo que fueran una raza inferior ni nada por el estilo, sino que tenían mucha influencia para provocar guerras ), se ha hecho fotos con mujercillas con caras de imbéciles y ha cogido el coche. Ésta ha sido la última arma de sionistas y herejes varios para denigrar su figura. En Estados Unidos es muy difícil ser católico. Y más si uno escucha la Santa Misa en latín. Eso, sencillamente, es como firmar una lenta sentencia de muerte. Y no es un fusilamiento, una silla eléctrica o una horca: Es caer en las garras de la presión mediática ultraliberal, la que manejan las sectas y los rabinos. Mel Gibson es católico, apostólico, romano. Y vive en una “ nación “ que lleva como un par de siglos intentando exportar el protestantismo en los países vecinos – Hispanoamérica -, con la absoluta complacencia de los gobiernos liberales, fomentando mucho la leyenda negra – Los mismos que ya vemos lo que han respetado a los indígenas americanos o a los negros....-. Está difícil la cosa.
Mel Gibson tiene sus fallos, como todo el mundo, pero es un gran cineasta. Siempre fue buen actor, y desde que tiene la oportunidad de dirigir, se ven más y mejor sus buenas maneras. Ya recuerdo escuchar comentarios desagradables y falsetes acerca de su cinta “ Braveheart “, tales como “ falsedad histórica “ o “ violencia gratuita “. Con la película “ El Patriota “, que es más falsa que una moneda de cuatro duros, pienso que Gibson intentó reconciliarse con parte de la sociedad gringa influenciada por los medios de manipulación. No sé si lo logró ni me importa demasiado, la verdad. La película está bien hecha pero su vestimenta tiene demasiados jirones.
Pero fue quizá especialmente a partir de “ La Pasión “ cuando la judeomasonería se le echó encima. Los sionistas de Estados Unidos le acusaban en sus manifestaciones de “ antisemitismo “. Es curioso esto, pues la película está rodada en una lengua semítica como es el arameo. Pero según los criterios racistas que dirigen al Estado de Israel, los judíos son solo la raza pura semita. Criterios muy parejos al mito de la raza aria aliñado con el estatalismo hegeliano; nos suena, ¿ verdad ? Por más que veo la cinta, no veo para nada una ofensa a algún pueblo semita. Ni a fenicio-cananeos, ni a caldeos, jebuseos, hebreos, amorreos, hicsos, árabes-kamitas, etcétera. Pero para intentar desprestigiar, utilizan la misma táctica que los rojos. Ellos tachan de “ fascista “, los ultraliberales hablan de “ antisemitismo “ ( Acusando de ello hasta a los Reyes Católicos, como bien hace Antonio Gala, o Antoñita la Fantástica más bien ); y ambos utilizan el “ reaccionario “ como denigratorio. Por la contra, parece que el público no dejóse influir demasiado, pues el pueblo católico acogió, como no podía ser de otra manera, con muy buen gusto la película, y hasta también “ ortodoxos “ y algunos protestantes. Una cinta que fue muy bien acogida en el mismísimo Vaticano. Lógico y normal.
Lo último de la envidia manipuladora han sido los diversos ataques a “ Apocalypto “. Una cinta de aventuras con muy buen asesoramiento histórico sobre los mayas, concretándose en el ambiente yucateco. El indigenismo ha salido por muy diversas ideologías que toditas beben de la Revolución, y se han cebado contra el talentudo director de gaélica ascendencia. A estas alturas ya se puede contar el final, y lo que no le perdonan, entre otras muchas cosas, es que al final aparezcan conquistadores de tierras y almas portando la Santa Cruz. La idílica leyenda rosa indigenista, enemiga de todo aquello que huela a Hispanidad - Enemiga de América, pues – no tiene mayor recurso que la mentira y la manipulación. La envidia es muy mala, y la ignorancia es la madre del atrevimiento. Mel Gibson, sin embargo, se atreve ya a lo más “ expeditivo “. Igual es que ha ahorrado tanto que ya no le importan ciertas cosas, por más que intenten jorobarle conferencias.
La profunda simbología que este genial artista usa en sus proyecciones es para degustarla lentamente, como el flamenco, la poesía o la filosofía. No me canso de ver estas cintas que menciono, y en cada nueva avistada advierto detalles nuevos. En “ Braveheart “ me sigue emocionando especialmente la figura del sacerdote barbudo, la llegada del tío de William Wallace, la hermandad entre escoceses e irlandeses, las diversas rebeliones de un pueblo asfixiado por un “ rey “ impío y “ centralista “. De “ La Pasión “ poco me queda añadir salvo la más honda y sincera emoción que experimenta un creyente ante la reproducción tan viva de nuestra Fe revivida en su Historia. De “ Apocalypto “ ya he hablado anteriores veces, y me quedaría añadir quizá lo que expone Jean Dumont sobre lo que experimentaban no pocos pueblos amerindios hastiados de tanta tiranía y decepcionados ya con falsas religiones. La voluntad ante lo que parece imposible, la emoción, la aventura, la naturaleza, el amor, la familia....Qué bien queda reflejado. Y es que de verdad la expansión de los itzaes ( Conocidos por cierta historiografía como “ mayas mexicanizados “ ), introductores del culto a Kukulkán ( Que parece ser asimilable a Quetzalcóatl ) sobre el Yucatán fue terrible.
Por todo ello, hago apología a favor de Mel Gibson.
Lo único que podría pedirle es que dados sus recursos y talento, podría explayase en hacer cine sobre varios temas:
- Brigantaggio
- Carlismo
- Conquista de América
- Reconquista
- Cruzadas
- Vandea
- Cristiada
- Guerra de la Independencia Española
- Guerras Realistas de España
- San Ignacio de Loyola
- San Francisco Javier en el Asia
- Blas de Lezo / Cartagena de Indias
- Rendición de Breda
No me digan que no serían unos señores puntazos, y haría rabiar más aún a los diversos tirititeros que pululan por el mundo moderno. Que Dios Santo le conserve la salud y el buen hacer y que pueda gozar de la mayor tranquilidad por las tierras de Nueva España, donde mora.
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