Re: Beatificación de Juan Pablo II

Iniciado por
Jorge Zamora E.
Estimado Anorgi,
Leí su post. Le debo decir que de poco le vale a Karol Wojtyla, quien se hizo llamar JPII, ser proclamado beato por otro hereje (el Card. Ratzinger), ya que se está quemando - a esta hora, en este preciso momento - en uno de los infiernos más profundos, por:
1. Hereje
2. Idólatra
3. Comunista o al menos, sostén del comunismo
Mejor rece el Rosario para que cada vez más católicos reaccionen y se den cuenta de que JPII es un anti-cristo.
En Jesús y María
Jorge Zamora E.
Cuando ya de madrugada uno se encuentra inmerso en una polémica como ésta, hay muchos detalles que pasan por alto. No había caído yo en este mensaje propio de alguien que ha perdido el norte. Usted ha juzgado y condenado al Infierno a JPII, ignorando la Enseñanza de que sólo es el Padre quien juzga, ¿pero es que se ha vuelto usted loco o es que su ceguera está causada por...? -prefiero ni pensarlo-. Retráctese públicamente y confiese sus terribles errores y deseos y después haga ejercicios espirituales en un lugar sano y no contaminado. ¡Qué pena y qué horror!
Rezaré para que el Padre no le tenga en cuenta semejante herejía.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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