Valdamián,
No puedo estar más de acuerdo con lo que cita. Es tal cual, cómo dudar de la enseñanza de Nuestro Señor. Esto se refiere a los defectos personales, cosa que ya habrá leído de un buen autor antes de ponerse a citar así como así nomás. Nuestro Señor está hablando de los defectos personales que a uno le molestan o desagradan del prójimo. Por ejemplo, "me molesta que fulano llega tarde a las reuniones". O es como decir "yo soy bueno porque hago ayuno y él no hace ayuno".
Pero, mire lo que dicen los santos de combatir la herejíala:
San Buenaventura. De "Las seis alas del Serafin", Cap. II.
"La primera ala del director de almas es el zelo por la justicia. Ese zelo no tolera, sin protesta del corazón, algo de injusto en si o en los otros. Así será alguien reputado por bueno, en cuanto abomina el mal; pues tanto se ama un objeto, cuanto se lastima su destrucción".
Es decir, el verdadero termómetro del amor al bien, es el odio al mal.
Valdamián, lamento no poder seguir adelante con esta discusión, porque tengo que responder muchos correos que llegaron hoy de católicos de buena voluntad que se dan cuenta de la maldad de JPII y toda la herejia conciliar y post-conciliar. Con ellos debo hacer apostolado dentro de mi miseria, con la ayuda de Nuestra Señora.
Rezaré por su conversión y retractación pública.
Atte.
Jorge Zamora
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