Francisco en Brasil. Todos los discursos, homilías, mensajes y oraciones.
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Imperium Hispaniae
"En el imperio se ofrece y se comparte cultura, conocimiento y espiritualidad. En el imperialismo solo sometimiento y dominio económico-militar. Defendemos el IMPERIO, nos alejamos de todos los IMPERIALISMOS."
Péssima notícia
Péssima notícia: um decreto da Congregação para os Institutos de Vida Consagrada e as Sociedades de Vida Apostólica, datado de 11 de Julho último e com aprovação do Papa Francisco, obriga os Frades Franciscanos da Imaculada a celebrar a Missa segundo o rito paulino (“Novus Ordo”), impedindo-os de oficiar livremente a Missa Tradicional de rito latino-gregoriano. Deste modo, em relação ao caso concreto dos Franciscanos da Imaculada, está revogado o Motu Proprio “Summorum Pontificum”, do Papa Bento XVI.
Esta nova situação merece-me os seguintes comentários:
1º) Causa-me profunda tristeza que a única Missa Tradicional de rito latino-gregoriano celebrada publicamente aos Domingos, em Portugal, ao abrigo do Motu Proprio “Summorum Pontificum” - exactamente pelos Franciscanos da Imaculada, em Fátima -, esteja agora em risco de terminar de modo abrupto;
2º) Não é suposto que na Igreja, uma sociedade de direito divino, aquilo que ainda há pouco mais de quatro escassos meses era verdade garantida possa hoje ser mentira e vice-versa; a hierarquia eclesiástica não pode governar à maneira dos dirigentes de um qualquer clube futebolístico manhoso, sem palavra, nem escrúpulos. Quando isto sucede, alguma coisa está muito errada no seio da Igreja;
3º) Nunca tive as mínimas ilusões em relação ao pontificado de Francisco; porém, os primeiros meses deste, confesso-o, entorpeceram-me. Hoje, acabou esse entorpecimento: Francisco continua a ser Bergoglio e a agir como Bergoglio sempre agiu. Nada de novo no horizonte, portanto;
4º) Por fim, penitencio-me publicamente por haver defendido neste espaço um acordo prático entre a Fraternidade Sacerdotal de São Pio X e Roma: os factos são muito teimosos e estão a dar plena razão aos superiores da Fraternidade; enquanto Roma for dominada pela mentalidade modernista, não há outra coisa a fazer que não seja resistir, ademais de… ter a coragem de remar contra a maré, porquanto os modernistas são comprovadamente desprovidos de lealdade e como tal insusceptíveis de qualquer confiança.
A Casa de Sarto
El “caso” de los Franciscanos de la Inmaculada
Roberto de Mattei
El “caso” de los Franciscanos de la Inmaculada (La prima volta che Francesco contraddice Benedetto) parece un episodio de extrema gravedad, destinado a tener consecuencias dentro de la Iglesia tal vez no prevista por los que temerariamente lo han llevado a cabo.
La Congregación para los Institutos de Vida Consagrada (conocida como la Congregación para los Religiosos), con su Decreto de 11 de julio de 2013, firmado por el cardenal prefecto João Braz de Aviz y el Arzobispo Secretario José Rodríguez Carballo, OFM, ha destituido a los superiores de los Franciscanos de la Inmaculada, encomendando al Gobierno del Instituto a un “comisario apostólico,” el padre Fidenzio Volpi, capuchino.
Para “blindar” el decreto, el cardenal João Braz de Aviz, se ha provisto de una aprobación “ex auditu” del papa Francisco que quita a los frailes cualquier posibilidad de recurso ante la Signatura Apostólica. Las razones de esta condena, que tiene su origen en una denuncia ante la Congregación para los religiosos por parte de un grupo de frailes disidentes, siguen siendo un misterio. Del decreto de la Congregación y de la carta enviada a los franciscanos el 22 de julio por el nuevo Comisario, las únicas acusaciones parecen ser el escaso “sentiré cum Ecclesia” y el apego excesivo al Rito Romano antiguo.
En realidad nos encontramos ante una injusticia manifiesta en contra de los Franciscanos de la Inmaculada. Este instituto religioso fundado por el padre Stefano Maria Manelli y Gabriele Maria Pellettieri, es uno de las más florecientes que cuenta la Iglesia, por el número de vocaciones, la autenticidad de la vida espiritual, la fidelidad a la ortodoxia y a las autoridades romanas. En la situación de anarquía litúrgica, teológica y moral en la que nos encontramos hoy en día, los Franciscanos de la Inmaculada deben ser tomados como un modelo de vida religiosa. El Papa a menudo se refiere a la necesidad de una vida religiosa más sencilla y sobria.
Los franciscanos de la Inmaculada se distinguen sobre todo por su austeridad y la pobreza evangélica con la que, desde su fundación, viven su carisma franciscano. Sucede en cambio que, en nombre del Papa, la Congregación para los Religiosos ajusta el gobierno del Instituto, para transmitirlo a una minoría de los frailes rebeldes, de orientación progresista, en la que el neo-Comisionado se apoyará para “normalizar” el Instituto, o sea para llevar al desastre del que hasta ahora había escapado gracias a su fidelidad a las leyes de la Iglesia y al Magisterio.
Pero ahora el mal es recompensado y el bien castigado. No sorprende que quien ejercita la mano dura contra los Franciscanos de la Inmaculada sea el mismo Cardenal que desea comprensión y diálogo con las monjas heréticas y cismáticas americanas. Aquellas religiosas predican y practican las teorías de género, y por lo tanto, se debe dialogar con ellas. Los Franciscanos de la Inmaculada predican y practican la castidad y la penitencia y por eso con ellos no hay posibilidad de entendimiento. Esta es la triste conclusión de que, inevitablemente, un observador desapasionado.
Una de las acusaciones radica en que están demasiado apegados a la misa tradicional, pero la acusación es engañosa, ya que los Franciscanos de la Inmaculada son, como se suele decir, “bi-ritualistas”, es decir, celebran la Misa Nueva, y la antigua, como se les concede por las leyes eclesiásticas vigentes. Frente a un orden injusto, es de imaginar que algunos de ellos no va a renunciar a celebrar la Misa tradicional, y haría bien para resistir en este punto, porque va a ser un gesto no de rebelión, sino de obediencia. Los indultos y privilegios a favor de la Misa tradicional no han sido abrogados y tienen una fuerza jurídica mayor que el decreto de una congregación, e incluso que las intenciones del Papa, si no se expresan con un acto jurídico claro.
El cardenal Braz de Aviz parece ignorar la existencia del motu proprio Summorum Pontificum del 7 de julio 2007, de su decreto de aplicación, la Instrucción Universae Ecclesiae, de 30 de abril de 2011, y de la Comisión Ecclesia Dei, aneja a la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuyo campo invade hoy la Congregación para los Religiosos.
¿Cuál es la intención de la autoridad suprema de la Iglesia? Eliminar la ” Comisión Ecclesia Dei, y derogar el motu proprio de Benedicto XVI? Que se diga de forma explícita para que puedan sacarse las consecuencias pueden ser aprendidas. Y si no, ¿por qué poner en marcha un decreto inútilmente provocativo hacia el mundo católico, que se siente atraído por la Tradición de la Iglesia? Este mundo está experimentando una gran expansión, sobre todo entre los jóvenes, y ésta es tal vez la principal razón de la hostilidad de la que hoy es objeto.
Por último, el Decreto constituye un abuso de poder que no afecta sólo a los Franciscanos de la Inmaculada y a aquellos que impropiamente son definidos como tradicionalistas, sino para todo católico. Representa un síntoma alarmante de la pérdida de la seguridad jurídica que se está llevando a cabo hoy en de la Iglesia. En efecto, la Iglesia es una sociedad visible, en la que se rige “el poder del derecho y de la ley “(Pío XII, Discurso Dans notre souhait de 15 de julio de 1950). El derecho es lo que define lo justo y lo injusto y como explican los canonistas, “la autoridad de la Iglesia debe ser justa, y esto es requerido por el ser de la misma Iglesia, lo cual determine los fines y los límites de la Jerarquía. No todos los actos de los sagrados pastores, por el hecho de que provienen de ellos, es justo “(Carlos J. Errazuriz, Il diritto e la giustizia nella Chiesa, Giuffré, Milano 2008, pág. 157).
Cuando la seguridad jurídica viene a menos, prevalece el arbitrio y la voluntad del más fuerte. Ocurre a menudo en la sociedad y puede ocurrir en la Iglesia cuando en ella prevalece a dimensión humana sobre la sobrenatural. Pero si no existe la certeza del derecho, no hay ninguna regla de comportamiento segura. Todo está en manos de los caprichos de las personas o grupos de poder, y de la fuerza con la que estos grupos de presión sean capaces de imponer su voluntad. La fuerza, separada del derecho, se convierte en prepotencia y arrogancia.
La Iglesia, Cuerpo místico de Cristo, es una institución jurídica, basada sobre una ley divina, de la que los hombres de la Iglesia son los depositarios, y no los creadores o propietarios. La Iglesia no es un “soviet”, sino un edificio fundado por Jesucristo en el que el poder del Papa y de los obispos debe ejercerse de acuerdo con las leyes y las formas tradicionales, enraizadas en la revelación divina. Hoy se habla de una Iglesia más democrática e igualitaria, pero el poder se ejerce a menudo en una forma personalista, con menosprecio de las leyes y costumbres milenarias. Cuando hay leyes universales de la Iglesia, como la bula del Papa San Pío V Quo primum (1570), y el motu proprio de Benedicto XVI Summorum Pontificum , es necesario para cambiarlas, un acto jurídico equivalente. No puede ser considerada revocada una ley anterior si no es con un acto explícitamente abrogativo de igual alcance.
Para defender la justicia y la verdad en el interior de la Iglesia, confiamos en la voz de los juristas, entre los que están algunos de los eminentes cardenales, que han ordenado según el Rito “extraordinario” a hermanos franciscanos de la Inmaculada y conocen su vida ejemplar y celo apostólico. Hacemos un llamamiento especial al papa Francisco, para que quiera retirar las medidas en contra de los Franciscanos de la Inmaculada y en contra de su uso legítimo del antiguo Rito Romano.
Cualquiera que sea la decisión que se adopte, no podemos ocultar el hecho de que la hora que la Iglesia vive hoy día es dramática. Nuevas tormentas se condensan en el horizonte y estas tormentas ciertamente no son provocadas por los frailes, ni por las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada. El amor a la Iglesia, Católica Apostólica y Romana les ha movido siempre y nos mueve a asumir su defensa. La Virgen María, Virgo Fidelis, sugerirá a la conciencia de todos, en estos tiempos difíciles, el camino correcto a seguir.
Original en Corrispondenza Romana
Traducción de Tradición Digital
El “caso” de los Franciscanos de la Inmaculada | Tradición Digital
The Wanderer: Notas sueltas
Notas sueltas
Algunas notas sueltas sobre los últimos acontecimientos surgidas de conversaciones con amigos. Son apenas notas, por tanto, necesitan de comentarios, adiciones y cascoteos varios.
1) No sé qué ángel le dijo a Carlos, autor de uno de los comentarios al último post, que Dios seguramente hará que todo salga bien. Es una interesante postura neocon: la Iglesia es santa y tiene asegurada la supervivencia a través de los siglos, por lo tanto, todo lo que le ocurre es bueno. Las profecías y el Apocalipsis dicen lo contrario: las cosas van a terminar muy mal. ¿Cuándo será eso? No lo sé. Nadie lo sabe. Lo único que sabemos es que habrá signos que anuncien la Parusía, y que debemos estar atentos y escudriñar esos signos, porque esto nos lo ha mandado el Señor en el Evangelio. Lo que digo ha sido muy bien sintetizado por El Carlista, a quien extrañamos en este blog, en un artículo on line. No abundaré entonces.
2) ¿Se están cumpliendo esos signos? Me parece que algunos se están cumpliendo, pero también me parece que hay que tener cuidado en el discernimiento de estos signos. Digo esto porque, para muchos, un signo claro habrían sido las últimas JMJ.
Estas Jornadas no fueron peores que las anteriores. Con Benedicto XVI se cuidaban más algunas cosas, como la liturgia, pero el resto era igual de caótico. Pregúntenle si no a quienes fueron a las jornadas de Madrid. Yo lo hice, y me lo confirmaron.
Con Juan Pablo II la cosa era igual que con Bergoglio, o peor. Si este payaso se puso un tocado de plumas de los indios amazónicos, el otro se puso un tocado de los pieles rojas o de los zulúes.
Marcaría dos diferencias, que son mínimos detalles, o mojigaterías mías: me puse a pensar en los grandes obispos de la Iglesia. Por ejemplo, Atanasio, Basilio, los dos Gregorios, Ireneo, Agustín, Ambrosio, los dos Cirilos, Hilario, Martín y tantísimos otros. Y cuando veo después la foto de los pajarones actuales bailando la coreografía carioca, da mucha vergüenza, mucha bronca y, sobre todo, mucha pena. Y, en segundo lugar, debo confesar que me causó cierto escándalo ver a monjas de clausura -lo cual es evidente por sus hábitos- que, en vez de estar en sus monasterios contemplando la Belleza Increada, se dedicaban a contemplar señores en sunga y señoras en bikini en las playas de Copacabana. Ni a la mente más rebuscadamente masónica del siglo XIX se le habría ocurrido que alguna vez llegaría a pasar lo que ahora estamos viendo. Pero, insisto, yo soy medio mojigato.
En conclusión, yo no sacaría ninguna conclusión apocalíptica de lo que vimos en Río. Era lo que se esperaba. Y por eso le digo a los más jóvenes que no se asusten, ya que los que tenemos más años la hemos pasado peores con Pablo VI y Juan Pablo II.
3) En cambio, sí me parecen de extrema gravedad, y signos que se parecen mucho a los de la Parusía, las dos noticias con las que nos desayunamos ayer. La primera de ellas fue la prohibición a los Franciscanos de la Inmaculada de la celebración de los oficios litúrgicos según el rito extraordinario, noticia que aparecía en la informada página de Sandro Magister. Es importante aclarar que la decisión fue tomada dentro de un combo de decisiones con respecto a esa fundación religiosa debido a problemas reales que la misma padece, tal como bien lo aclara otra página seria.
Lo primero que debo decir es que la medida parece exagerada. En todo caso, si el fundador había obligado a todo su instituto a adoptar el rito extraordinario, lo que podría ser demasiado, se podría haber dejado libertad para que cada comunidad celebrara la liturgia como quisiera, pero ¿por qué prohibirles lisa y llanamente el rito tradicional?
La respuesta es fácil. Bergoglio es un viejo zorro astuto como una serpiente. Él es un enemigo de la liturgia tradicional como bien lo demostró bloqueando la misa en Buenos Aires y obstaculizándola mediante su influencia en el resto de las diócesis de Argentina. Pero él no puede, ahora como papa, sacar un contra Motu Proprio, al menos mientras Benedicto esté vivo. Lo que hace, entonces, es bajar línea. Es su estilo. Él no prohíbe que los curas u obispos anden en autos más o menos confortables, sino que se pasea en un Fiat Idea. En este caso, hizo lo mismo. ¿Qué obispo se animará ahora a promover o aprobar la celebración del rito extraordinario, cuando el papa la prohibió -sea por el motivo que sea- a toda una congregación religiosa?
Se trata, por eso, de un signo. Lo que se pudo avanzar con Ratzinger, se desandará rápidamente con Bergoglio. No creo que en el corto plazo desaparezca Ecclesia Dei, pero sí quedará anulado en un mediano plazo.
4) Pero, a mi entender, lo más grave de todo -extremadamente grave- ha sido el reportaje que concedió a los periodistas en pleno vuelo y que aparecen en La Nación de ayer y de hoy. Analicemos las respuestas de Bergoglio:
a. “Con respecto a monseñor Ricca, he hecho lo que el Derecho Canónico manda hacer, que es la investigación previa. Y esta investigación no dice nada de lo que se ha publicado. No hemos encontrado nada”.
Hay alguien que miente. Cinco obispos uruguayos declararon hace algunos días al diario “El País” que todo lo que había aparecido en L’Espresso era verdad. Es decir, o mienten los uruguayos, o miente Bergoglio. Yo me decanto por este último: su amigo y confidente, Omar Bello, que acaba de escribir un libro sobre él, afirma que el jesuita le dice a cada cual lo que quiere oír. En buen romance, Bergoglio no tiene ningún problema en mentir cuando eso le conviene.
b. “Pero yo querría agregar una cosa: muchas veces en la Iglesia se va a buscar los pecados de juventud y se publican. Y hablo de pecados, no delitos como los abusos de menores. Pero si una persona -laica, cura, o monja- comete un pecado y luego se arrepiente, el Señor la perdona. Y cuando el Señor perdona, olvida. Lo importante es hacer una teología del pecado”.
Es decir, los de Ricca son “pecados de juventud”. ¿Quién no tiene alguno? Veamos. Los escándalos de Ricca ocurrieron en Montevideo entre 1991 y 2001, es decir, cuando el prelado tenía entre 43 y 45 años. Muy joven que digamos no era y, para mayor gravedad, era secretario de la nunciatura apostólica en ese país. Por otro lado, lo suyo no fue un resbalón que cualquiera puede tenerlo, sino que fue una voluntad deliberada y sostenida de mantener un vida homosexual activa y de modo escandaloso: se llevó a vivir con él a la nunciatura, y le consiguió un puestito allí mismo, a su amante, un ex capitán del ejército suizo; se peleó violentamente con otros de su laya en un bar gay de la ciudad y se quedó encerrado una noche entera con un taxi boy en un ascensor de la nunciatura, debiendo ser rescatado al día siguiente por los bomberos. Si esos son simples pecadillos de juventud, me hubiesen avisado antes. La impresión que cualquiera se puede llevar, como lo han manifestado algunos comentaristas, es que todo, al final de cuentas, era una farsa, o como uno dijo, era una joda para Tinelli.
Es exactamente la misma actitud que tuvo Bergoglio con Maccarone, pescado in fraganti mientras se refocilaba con su remisero, y con Bargalló, pescado también in fraganti con su bella amante en las playas caribeñas. “Son cuestiones de la vida privada”, dijo en ese momento. Pero se trataba de la vida privada de dos obispos que, se supone, han alcanzado ya la vida unitiva, claro que no entendieron bien de qué tipo de unidad se trataba…
c. “Cuando uno se encuentra con una persona así, debe distinguir entre el hecho de ser gay y el hecho de hacer lobby, porque ningún lobby es bueno. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El catecismo de la Iglesia Católica explica de forma muy linda esto. Dice que no se deben marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby”.
A ver si caemos en la cuenta de la mayúscula gravedad de este párrafo dicho alegremente por un pontífice. Los titulares que aparecen hoy en la prensa mundial, con una repercusión enorme, escriben: “El papa dice que él no juzga a los gay”. Y ya tenemos una carta agradecida de un excura gay y de un militante Pro gay. Veamos:
1. Si el papa no puede juzgar una cuestión moral, ¿quién podrá juzgarla entonces? A ver. Recapacitemos. El papa, maestro de la fe y de las costumbres según la iglesia romana, se niega a juzgar una conducta que ha sido unánimemente condenada por toda la tradición de la Iglesia basada en textos inequívocos de la Revelación.
3. El problema para este tunante es “hacer lobby”. El problema, en definitiva, es una cuestión de trenza política y, en ese sentido, un problema sociológico que nada tiene que ver con la teología. Esto es gravísimo. Son afirmaciones que pueden desarmar toda la teología moral del Iglesia sostenida durante siglos.
Además, se ve aquí también la hipocresía de Bergoglio. A mí personalmente me dijo alguien que vive en la curia porteña que el día en que se conoció la renuncia del papa Benedicto, el entonces cardenal arzobispo recibió la llamada de no menos de 30 cardenales, y está confirmado que, algunos meses antes de ese fatídico 11 de febrero, había comenzado a recibir clases privadas de italiano. Si eso no es hacer lobby para llegar a ser papa, no sé qué es hacer lobby. O el papa tiene varios conceptos de lobby, o al papa no le importa hacer cosas que él mismo considera malas.
4. En su defensa alguien podría decir que fue una pregunta traicionera, que no tenía preparada la respuesta y que se le escapó. A lo que yo respondería que eso le pasa por conceder una entrevista sin preguntas pautadas, cosa que ocurre habitualmente con personas importantes cuyas palabras tienen un fuerte impacto. Pero no hace falta que responda yo, sino que ya respondió él mismo hoy: les agradeció a los periodistas que le hubiesen hecho esa pregunta a fin de que su pensamiento pudiera ser expuesto claramente.
d. “-La sociedad brasileña cambió, los jóvenes cambiaron. Usted no habló sobre el aborto ni sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. En Brasil se ha aprobado una ley que amplía el derecho al aborto y otra que contempla los matrimonios entre personas del mismo sexo. ¿Por qué no habló sobre eso?
-La Iglesia se ha expresado ya perfectamente, no era necesario volver sobre eso, como tampoco hablé sobre la estafa, la mentira u otras cosas sobre las cuales la Iglesia tiene una doctrina clara. No era necesario hablar de eso, sino de las cosas positivas que abren camino a los chicos. Además, los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia.
-¿Pero cuál es su postura en esos temas?
-La de la Iglesia, soy hijo de la Iglesia.”
Quizás esto sea lo más grave de todo. El romano pontífice está llamado, por mandato divino, a “confirmar a sus hermanos en la fe”. Es decir, está llamado a enseñar. Ese es su munus o función principal. Y aquí nos encontramos con un papa que explícitamente se niega a enseñar: “No es necesario hablar de eso… mi opinión es la de la Iglesia”. Como Pilatos, se lava las manos cuando debe definirse en temas particularmente candentes y que le acarrearían del desprecio y la crítica del mundo. Bergoglio habla para el mundo porque se debe al mundo y no a su rebaño, al que explícitamente -repito- se niega a enseñar y a confirmar en la fe. Cuán profunda fue la definición del Manco Scioli: “Francisco es el papa del mundo”.
Este último punto da para mucho. Es una cuestión muy delicada que habrá que pensarla cuidadosamente y consultarla con los que saben. Por eso, no quiero extenderme sobre ella en este post.
¿Qué hacer? Muchos me han preguntado eso, y yo no tengo idea aunque se me ocurren algunas cosas que les propongo:
1. Los Padres del Desierto aconsejaban a los monjes que estaban particularmente tentados o afligidos un primer y fundamental remedio: “Permanece en la celda”, y esto significa no hacer cambios, controlar la imaginación y los pensamientos y hacer lo que el monje debía hacer: rezar y trabajar. Me parece un buen consejo.
2. “Cristo resucitó de entre los muertos, y con su muerte venció a la muerte”, canta el tropario bizantino de Pascua. Esa es la verdad fundamental de nuestra fe. Cristo resucitó y ya venció con su cruz al Príncipe de la Oscuridad. Sauron está vencido y con él, también vencido está Saruman. No lo olvidemos.
3. Repetir una y otra vez las palabras del salmo 27: “Espera confiado en el Señor; sé valiente, ten ánimo y espera en el Señor”. Si Dios nos puso en esta encrucijada, será porque podemos pasar el mal trago. Por eso, hay que redoblar la oración pidiendo, sobre todo, sabiduría para nosotros mismos y para todos los hijos de la Iglesia.
4. Leer a los Padres. Su lectura no solamente enseña sino que también cura. A cualquier Padre: las Explicaciones sobre los salmos de San Agustín, o los Sermones Marianos de San Efrén el Sirio o la Vida de Moisés de San Gregorio Niceno o cualquiera que les venga en mano. No importa. Es sobre sus enseñanzas sobre las que se construyó nuestra fe.
5. Pensar en nuestros hermanos los cristianos sirios que están siendo martirizados por los musulmanes u obligados a huir abandonando todos sus bienes. Esos sí que son sufrimientos duros. Que su testimonio sea nuestro consuelo y nuestra fuerza.
Una apostilla. Yo no soy dado a creer en conspiraciones de judíos, masones, comunistas o extraterrestres. Es cuestión de repasar las páginas de este blog para darse cuenta que jamás me plegué a ninguna. Pero ayer me comentaron un dato interesante. El apellido Bergoglio podría derivarse de “Bar - Goglio”. Es probable que el prefijo “ber” sea una derivación de la partícula judía “bar” que, como todos sabemos, significa “hijo de”. Esta afirmación aparece en trabajos de estudiosos judíos de la genealogía judía (no lo dice un antisemita). Por ejemplo, aquí.
“Goglio” es un término que, tal cual, no existe en italiano, pero sí existe “orgoglio”, que significa “orgullo” o “soberbia”. Fácilmente podría concluirse entonces que Bergoglio es un apellido judío que significa “Hijo del Orgullo” o, por qué no, “Hijo del Soberbio”.
Son cosas que, como dicen los chilenos, “dan un poco de susto”, pero no sé si hay que hacerles mucho caso.
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
El Papa en Rio:
Imágenes exclusivas.
Imperium Hispaniae
"En el imperio se ofrece y se comparte cultura, conocimiento y espiritualidad. En el imperialismo solo sometimiento y dominio económico-militar. Defendemos el IMPERIO, nos alejamos de todos los IMPERIALISMOS."
Francisco: “Si la educación de un chico se la dan los católicos, los protestantes, los ortodoxos o los judíos, a mí no me interesa”.
Video de la entrevista del Papa Francisco en Globo News.
En el contexto de su viaje a Brasil con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud Río de Janeiro 2013, el periodista Gerson Camarotti, de la cadena Globo News, 29-07-2013, entrevistó al Papa Francisco.
La entrevista comenzará con algunos chistes del estilo “el papa es argentino y Dios es brasileño” y comentarios sobre el clima. Luego, Francisco, se despachará con un discurso de corte completamente humanista, inmanente y pluralista, donde dice cosas gravísimas y deja en claro que sigue un programa de corte masónico aberrante que licúa (eso que les ha pedido a los jóvenes que no hagan) la única Religión verdadera que es la católica. “La utopía es respirar y mirar adelante” dirá en algún momento. Y cerca del final, minuto: 27:45, saldrá de su boca una tremenda a firmación que, conciente o no de la gravedad de sus palabras públicas, tendrán graves repercusiones en el futuro:
“Si la educación de un chico se la dan los católicos, los protestantes, los ortodoxos o los judíos, a mí no me interesa. A mí me interesa que lo eduquen y que le quiten el hambre. En eso tenemos que ponernos de acuerdo”.
Si la educación católica consiste en preparar el camino a la salvación ¿cómo podrá salvarse alguien que esté educado en el judaísmo, el islam o el protestantismo, siendo esta una educación deformada y defectuosa basada en un falso camino, en una falsa religión?
Recordamos las palabras de Pío XI sobre la educación:
“Es, por tanto, de la mayor importancia no errar en materia de educación, de la misma manera que es de la mayor trascendencia no errar en la dirección personal hacia el fin último, con el cual está íntima y necesariamente ligada toda la obra de la educación. Porque, como la educación consiste esencialmente en la formación del hombre tal cual debe ser y debe portarse en esta vida terrena para conseguir el fin sublime para el cual ha sido creado, es evidente que así como no puede existir educación verdadera que no esté totalmente ordenada hacia este fin último, así también en el orden presente de la Providencia, es decir, después que Dios se nos ha revelado en su unigénito Hijo, único que es camino, verdad y vida (Jn 14, 6), no puede existir otra completa y perfecta educación que la educación cristiana. Lo cual demuestra la importancia suprema de la educación cristiana, no solamente para los individuos, sino también para las familias y para toda la sociedad humana ya que la perfección de esta sociedad es resultado necesario de la perfección de los miembros que la componen”. (Pío XI, “Divini illus magistri”, n°5)
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
Repetido: http://hispanismo.org/religion/17285...-remedios.html (mensaje 16). Convendría juntar ambos hilos en uno.
Artículo de Alberto Buela en Raigambre:
¿QUÉ IGLESIA QUEREMOS: UNA NO-IGLESIA?
Alberto Buela (*)
Desde el Vaticano II (1965/68) venimos leyendo y escuchando que la Iglesia debe “abrirse”, debe “estar a la altura de los tiempos”, debe “modernizarse”, debe “aggiornarse”, debe “hacerse simpática al mundo”, debe, en definitiva “cambiar”.
Esto es, desde hace, por lo menos medio siglo, cincuenta años, que todos los medios masivos de comunicación se proponen “cambios”.
Y ¿cuáles son los cambios propuestos?: aborto, eutanasia, sacerdocio femenino, anulación del celibato sacerdotal, divorcio irrestricto, manipulación genética, matrimonio homosexual, aceptación de valores gay, anulación del papado, conducción colegiada, la anulación de alguno de los dogmas y muchos más.
Es cierto, que todos estos cambios no tienen la misma jerarquía, pues unos son dogmáticos (la primacía del Papa), otros cuentan con el apoyo científico (aborto) y otros son opinables (celibato sacerdotal), pero si hacemos efectivos todos, la Iglesia se transformaría en una no-Iglesia.
Pero ¿quiénes son los que solicitan estos cambios?. Son los beneficiados por estos cambios: los grandes laboratorios, los grandes estudios de abogados divorcistas y abortistas, los homosexuales enriquecidos, las iglesias que buscan el debilitamiento de la católica. En general, estos grandes lobbies son anticatólicos.
Ayer y hoy, dos días después de la majestuosa visita de Francisco al Brasil, el diario porteño de La Nación, vocero desde hace 100 años del liberalismo y la masonería argentina, publica en primera página como el gran logro del Papa en tierra carioca: ¿Quién soy yo para juzgar a los gays? Y Una iglesia más limpia y menos cerrada.
Cuando en realidad el mensaje de Francisco fue: no traigo oro, ni plata, traigo a Jesucristo y Río es el centro de la Iglesia.
Subleva la manipulación interesada de un mensaje claro y distinto. Esto se debe a los intereses de los poderes indirectos, que son anticristianos.
El Papa dijo ante la pregunta en el avión de regreso a Roma: ¿Y el lobby gay? Cuando uno se encuentra con una persona que es así, debe distinguir entre el hecho de ser gay y el hecho de hacer lobby, porque ningún lobby es bueno. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad ¿quién soy yo para juzgarla?. Y el diario La Nación publica en su primera página con titulares tipo catástrofe: Otro gesto del Papa: ¿Quién soy yo para juzgar a los gays?.
Y al otro día pide a través de su escriba oficial: una iglesia más limpia y menos cerrada.
Y para convalidar esto llama a un pavote ilustrado, que no es filósofo sino becario eterno del Estado italiano, como Giovanni Reale, que de católico tiene lo que yo de chino, para que afirme: es algo bueno que los católicos conservadores se alejen de la Iglesia. Lutero tenía razón para que se quitara a la verdad evangélica todo lo que la Iglesia de Roma le había agregado.
Primero la Iglesia no tiene conservadores como los partidos políticos; si algo tiene es progresistas y tradicionalistas, pero toda esta es una distinción ilustrada. La Iglesia es el pueblo de Dios, donde hay de todo. Y ese pueblo que participa de la Iglesia ve en ella un mensaje de salvación que no se limita a un mensaje social o a un recetario de modelos políticos.
Y segundo, si Lutero tenía razón, porqué no se hace luterano y listo el pollo.
Estos carajos, porque no son otra cosa, no ven el mensaje de salvación, primordial tarea de la Iglesia, y si lo ven, lo distorsionan. Si miramos bien, observaremos que en el fondo es una gran demanda que desde la Ilustración y la modernidad se le hace a la Iglesia, pero no es una demanda popular.
El gran Franz Brentado, el eslabón perdido de la filosofía contemporánea, enseñaba que el saber de la Iglesia es, esencialmente, un saber de salvación y que los saberes humanos son en ella una añadidura. (1)
Por eso nos enseñaban de niños, y esto lo cuentan también filósofos como Alberto Rougés y teólogos como Leonardo Castellani, el viejo verso:
Aquel que se salva sabe
Y el que no, no sabe nada.
Y la Iglesia cuando sabe es cuando habla de la salvación.
Francisco ha sido claro: queremos una Iglesia pueblo; una Iglesia callejera; una Iglesia que confiese a Jesucristo; una Iglesia que se respalde en María: una Iglesia que salga de las sacristías. “Y todo lo demás se dará por añadidura”. Y si pudiéramos hablar de un enfrentamiento teológico en Francisco sería entre pueblo e ilustración.
En el fondo Francisco intenta recuperar la sacralidad de la Iglesia, cosa dificilísima y algo que aquellos que desde hace medio siglo vienen proponiendo cambios, ignoran totalmente. Es que ellos ven en la Iglesia una simple institución social y política mundana, mutilando su impronta y aspecto sobrenatural.
(*) Arkegueta, eterno comenzante, mejor que filósofo buela.alberto@gmail.com Disenso
NOTAS:
(1) Esta fue la causa por la cual Brentano, en silencio y recogimiento, dejó la Iglesia a propósito del Vaticano I de 1870, dejando Berlín por Viena.
Imperium Hispaniae
"En el imperio se ofrece y se comparte cultura, conocimiento y espiritualidad. En el imperialismo solo sometimiento y dominio económico-militar. Defendemos el IMPERIO, nos alejamos de todos los IMPERIALISMOS."
Queridos amigos:
Después de valorar tantas cosas comentadas aquí sobre el Papa Francisco quisiera compartir con vosotros la conclusión más importante que he sacado:
Tal vez, vernos divididos y sumidos en debates interminables, sea lo que buscan precisamente los enemigos del catolicismo.
Tal vez, ese sea el triunfo que persiguen todos los anti-cristianos...
Nosotros no podemos llegar a entender la Voluntad de Dios, pero, ha sido el nombramiento de este Papa. Dios es el Bien Máximo, y si nos ha concedido a este sucesor de San Pedro, debemos darle gracias y rezar por su papado. Puede que no sea el Papa perfecto de la Santa Tradición, aunque, ello es algo que aún no he visto demostrado...
Puede que no hayan gustado ciertas acciones -o no acciones-, o palabras -u omisiones-... que muchos de vosotros habéis argüido.
Pero ello no cambia el mensaje de la Cruz.
La Iglesia es sometida a escarnio constantemente desde fuera. No permitamos que ese bombardeo constante nos infecte a nosotros mismos.
Mantengámonos unidos, como siempre, amigos.
Ahora, toca rezar por nuestro Papa Francisco.
Sobretodo y, más aún, a todos los que hemos tenido alguna reserva para con sus acciones.
Nada más: dejémonos llevar por Dios y pongamos en Él toda nuestra confianza.
Respecto de esto último aportado por el estimado Lux, os dejo esta cita de santo Tomás:
"Sed ut hoc beneficium populus a Deo consequi mereatur, debet a peccatis cessare, quia in ultionem peccati divina permissione impii accipiunt principatum, dicente domino per Oseam: dabo tibi regem in furore meo; et in Iob dicitur quod regnare facit hominem hypocritam propter peccata populi. Tollenda est igitur culpa, ut cesset a tyrannorum plaga." Tomás de Aquino, santo, De Regno I, vii.
En traducción bastante libre: "Pero, para que el pueblo consiga merecer de Dios este beneficio, debe dejar de pecar, por lo cual se incluye entre lo que Dios permite para el castigo de los pecados que los impíos accedan al principado, diciendo el Señor a través de Oseas: 'En mi cólera te doy este rey'. Y en Job se dice que 'reinar hace hipócrita al hombre debido a los pecados del pueblo'. Destruida debe ser, por tanto, la culpa, para que se libren de la plaga de los tiranos".
Me parece que, en principio, esto sería aplicable también a la Iglesia, en apoyo de lo cual hay tantos y tantos ejemplos de pontífices bastante faltos de santidad personal. Están, por supuesto, las garantías que Nuestro Señor ofrece respecto de la continuada fidelidad de la Sede Petrina, pero el modo en que esto se realice es necesariamente misterioso para nosotros. Lo que nos queda a nosotros es rezar por nuestros pastores.
Última edición por Manuel Barros; 06/08/2013 a las 06:33 Razón: Error de traducción, sin cambio del sentido fundamental
Roberto de Mattei e o "estilo" Francisco
Il Foglio, 1º de agosto de 2013Sapatos vermelhos, maleta preta com barbeador e breviário, sem carro blindado. “Estamos agora reduzidos a avaliar um Papa a partir desses elementos, a partir de um discurso no avião, e não pelos atos de ensino” – diz o historiador Roberto de Mattei, preocupado com o fato de que o Papa está se tornando um personagem de gravura, de talk-show. “Hoje tudo é superficial, gestos, e é neste campo que se vai procurar o sentido último das coisas, perdendo-se o conteúdo e a substância; discute-se a forma, que acaba sendo a mesma substância”, acrescenta. “Basta fazer uma comparação com a ênfase dada à Lumen Fidei, sua primeira encíclica: paradoxalmente, destaca-se mais o que é dito no avião do que o conteúdo desse texto. Ainda assim, entre os dois existe um abismo.”
De Mattei não se impressiona com a entrevista de Francisco com jornalistas a bordo do airbusque o trouxe a Roma após a semana agitada no Rio com jovens, pobres e mais fracos. Mais do que uma conferência de imprensa em vôo, “é preciso discutir os atos de governo do Papa, mesmo que eles ainda sejam poucos. Os Pontífices se exprimem com as encíclicas e os motu proprio. As palavras no avião saem no momento em que são encontradas, são opiniões improvisadas e pessoais, completamente desprovidas do caráter magisterial”. Naturalmente, o nosso interlocutor admite que “são interessantes para construir o personagem, mas permanecem aspectos marginais”.
Se tomarmos, por exemplo, as declarações sobre os gays, ou aquelas sobre Nossa Senhora, definida pelo Papa como “mais importante do que os apóstolos, os bispos, os sacerdotes e os diáconos”, para De Mattei “são temas delicados e importantes que só podem ser construídos dentro de um discurso de ensino, e não reduzidos a um gracejo. Os gracejos podem ser significativos, mas não têm valor. “As frases improvisadas, por serem espontâneas, podem criar mal-entendidos superáveis se pronunciadas pelo homem comum, mas se tornam problemáticas quando saídas da boca do Vigário de Cristo. Lendo os comentários sobre o que foi dito por Bergoglio sobre os gays, incluindo o filósofo católico Giovanni Reale no Corriere della Sera nesta terça-feira, se parecia estar diante de uma mudança doutrinária. No entanto, tomando o texto integral das declarações de Francisco, percebia-se que ele baseou suas palavras na doutrina católica”. Trata-se de perceber onde está colocada a ênfase, que no jesuíta vindo de quase do fim do mundo é posta na mudança: “A mudança de estilo, uma revolução nos gestos e na fala”, que para De Mattei termina por “tornar-se mais profunda do que o plano doutrinário”.
A forma exprime um conteúdo, ou pelo menos deveria. O problema ocorre quando “os conteúdos são perdidos, retirados ou desviados. Nesse caso, discute-se uma forma tornada vazia. Prescindindo-se da dimensão sagrada do Papado – prossegue o historiador do Cristianismo – o sapato vermelho torna-se uma extravagância”. Um pouco de culpa em tudo isso têm também os meios de comunicação: “Eu me importo pouco se o Papa vai de Fiat 500 ou de Mercedes. Se eu me encontrasse diante de um São Pio X, talvez fosse melhor que ele usasse uma veste menos carregada”. A questão é outra, é “a redução da posição do Papa a puros gestos”, sem prestar muita atenção na substância. Mas Francisco – diz Roberto de Mattei – “não é um tolo ou ingênuo. Pensa naquilo que faz e decidiu confiar sua mensagem mais nos gestos do que nas palavras e mais nas palavras do que nos atos pessoais do Magistério”. O medo, porém, é de que no plano midiático o Papa “esteja brincando com fogo, ao alimentar a idéia de ser capaz de dominar o mundo da comunicação. Tampouco isso é ingenuidade, mas talvez o bispo de Roma sobrestime sua habilidade política ao lidar com a realidade da comunicação”. E no mundo de hoje “há necessidade de espírito sobrenatural mais do que de cálculos políticos ou de meios de comunicação. Meu medo – continua o nosso interlocutor – é de que à força de se apresentar como um homem comum, ele realmente venha a sê-lo. Mas ele é o Vigário de Cristo, um fator que não pode deixar de ser realçado. Sapatos e sedia gestatoria tinham o mérito de expressar, possivelmente não de modo errado, esse valor de sacralidade devido ao Vigário de Cristo”, diz De Mattei.
Mas se o Papa “andasse de clergyman, como o Cardeal Bergoglio costumava fazer em Buenos Aires, que mensagem daria?”. O ponto fundamental, que não pode ser mal compreendido, é que o Papa “não é um homem como nós, e essa humanização do papado leva a esquecer seu fundamento divino e metafísico”.
Para o historiador do Cristianismo, a consequência desse processo de secularização é a eliminação das barreiras do ensino magisterial: “Quando as palavras do Papa se tornam como as de um homem comum, todas as críticas se tornam lícitas. Quando a verdade é reduzida a uma opinião, quando os conteúdos são perdidos, quando não se fala mais de valores não negociáveis, tudo se torna negociável, tudo se torna objeto de discussão.” Um caminho que “leva a Igreja a protestantizar-se. Este é o risco que eu vejo”, diz De Mattei.
Ainda sobre a questão da Igreja pobre, próxima dos mais fracos, missionária da periferia existencial, nosso interlocutor demonstra algumas perplexidades: “Fiquei muito impressionado que um Papa que se inspira em São Francisco de Assis por ver no frade de Assis um padrão de vida, que faz contínuas censuras ao mundanismo e gestos espirituais em favor da sobriedade, tenha endossado a decisão da Congregação para os Institutos de Vida Consagrada, presidida pelo cardeal brasileiro João Braz de Aviz, de atacar os Franciscanos da Imaculada.” Se há uma congregação religiosa que vive do espírito do Evangelho é justamente essa, diz De Mattei.
“São episódios desconcertantes ao se pensar que enquanto se fazem referências contínuas à simplicidade do Evangelho, a Cúria se mantém inalterada com suas estruturas. O machado cai sobre o pequeno, sobre os mais fracos, sobre os fiéis à tradição. Se Francisco quer inclinar-se para os mais fracos, não precisa ir muito longe, bastando as muitas comunidades de fiéis que permanecem teimosamente ligadas ao Magistério e à moral perene. Para aqueles maltratados por seus bispos, pelos dicastérios da Cúria, isolados e demonizados. Procurar o mais distante esquecendo o mais próximo é uma falsa idéia de amor.” De Mattei precisa que não quer discutir o fato de o Pontífice se dirigir à periferia, aos mais distantes. Mais do que tudo, devemos sempre lembrar que “o caminho para chegar aos mais distantes passa pelos mais próximos, e não há atalhos possíveis. E os próximos hoje são os católicos ligados à tradição. Se há alguém precisando de misericórdia e ternura (palavras usadas por Francisco no Rio) são eles”.
Grupo Dom Bosco: Roberto de Mattei e o "estilo" Francisco
¿El Papa sugiere evitar el apostolado?
Leemos este artículo del blog Página Católica, 08-08-2013, que nos resulta interesante y se condice con lo que venimos denunciando en nuestro Blog.
Recordamos las felicitaciones que Francisco ha recibido de parte de algunos entes relacionados o que son, directamente y explícitamente, reconocidos como parte de la masonería. Ver aquí, aquí y aquí.
¿El Papa sugiere evitar el apostolado?
Impensable es imaginar que un Papa pudiera pedir que renunciemos al apostolado. Pero, lamentablemente, no logramos interpretar de otra manera las palabras que Francisco acaba de pronunciar en el video de abajo.
El siete de Agosto se celebra la Fiesta de San Cayetano. En Buenos Aires, el Santuario que se ha erigido al Santo en el barrio de Liniers recibe ese día una enorme cantidad de gente que, para rogar por pan y trabajo, espera desde la noche anterior.
El cardenal Bergoglio usaba peregrinar hasta allí en ese día y, como un fiel más, hacía la larga cola para llegar ante la imagen del Santo.
Por eso, al inicio del video que envió como saludo y breve homilía con motivo de esta fiesta, dice:
“Después de recorrer la cola, hablo con Uds. Esta vez la cola la recorrí con el corazón porque estoy un poquito lejos y no puedo compartir con Uds. este momento tan lindo. Momento en el que están caminando hacia la imagen de San Cayetano”.
El Papa explica que este año el lema de la peregrinación es “Con Jesús y San Cayetano, vayamos al encuentro de los más necesitados”.
Francisco dice que Jesús nos enseña a encontrarnos con el hermano para ayudarlo. “Necesitamos, dice, edificar, crear, construir, una cultura del encuentro”.
¿Pero qué clase de encuentro es el que el Papa desea? Porque hay entidades como el Rotary Club que, al mismo tiempo que están constituidas sobre el más radical de los laicismos, pretender hacer obras benéficas. Es decir, practican la filantropía pero no la Caridad.
Desde el principio de su pontificado, Francisco ha ido dando muestras del encuentro que pretende.
En una homilía en santa Marta (22/05/2013) dijo al respecto de los ateos y de los que piensan diferente:
“Todos tenemos el deber de hacer el bien, y creo que este mandamiento de hacer el bien a todos sería un bello camino hacia la paz. Si nosotros, cada uno por su parte hacemos el bien a los demás, nos encontramos allá. Haciendo el bien, hacemos poco a poco la cultura del encuentro. Aún los ateos y los que no piensan como nosotros, haciendo el bien nos encuentran allá”.
Hace poco, en el famoso reportaje concedido en Río expresó:
“Si la educación de un chico se la dan los católicos, los protestantes, los ortodoxos o los judíos, a mí no me interesa. A mí me interesa que lo eduquen y que le quiten el hambre. En eso tenemos que ponernos de acuerdo”.
¿Con quién tiene que ponerse de acuerdo en esta defección a la recta doctrina? Porque si la educación de un chico se la dan los protestantes, el chico será protestante, y si son los judíos será judío.
Y puesto que al Papa le debe interesar ante todo la salvación del alma de ese chico, veamos lo que enseña el Magisterio de la Iglesia, por ejemplo, en Mirari vos (Gregorio XVI) (*):
“Otra causa que ha producido muchos de los males que afligen a la iglesia es el indiferentismo, o sea, aquella perversa teoría extendida por doquier, merced a los engaños de los impíos, y que enseña que puede conseguirse la vida eterna en cualquier religión, con tal que haya rectitud y honradez en las costumbres”.
O lo que dice Pío XI en Divini illus magistri:
“Es, por tanto, de la mayor importancia no errar en materia de educación, de la misma manera que es de la mayor trascendencia no errar en la dirección personal hacia el fin último, con el cual está íntima y necesariamente ligada toda la obra de la educación. Porque, como la educación consiste esencialmente en la formación del hombre tal cual debe ser y debe portarse en esta vida terrena para conseguir el fin sublime para el cual ha sido creado, es evidente que así como no puede existir educación verdadera que no esté totalmente ordenada hacia este fin último, así también en el orden presente de la Providencia, es decir, después que Dios se nos ha revelado en su unigénito Hijo, único que es camino, verdad y vida (Jn 14, 6), no puede existir otra completa y perfecta educación que la educación cristiana.
Lo cual demuestra la importancia suprema de la educación cristiana, no solamente para los individuos, sino también para las familias y para toda la sociedad humana ya que la perfección de esta sociedad es resultado necesario de la perfección de los miembros que la componen”. (Pío XI, “Divini illus magistri”, n°5)
¿No contradicen sus palabras esta doctrina? ¡Cuánto daño hacen oírlas en su boca!
Para Francisco, entonces, “la cultura del encuentro” significaría: Un lugar en el que tratemos de satisfacer las necesidades del prójimo, evitando la manifestación de nuestra fe si esta pudiera obstaculizar “el encuentro”.
Alguien podría decir que esto es una exageración, que nunca el Papa ha dicho nada semejante. Pues, en ese caso, se equivocaría.
Al final del video que comentamos en esta nota (min: 3,48), luego de insistir con la cultura del encuentro, el Papa dice, en forma totalmente inesperada e impropia pues la gente que visita el santuario en general no va allí para convertir a nadie -se trata de católicos que visitan un santuario católico-, lo siguiente:
“Jesús sólamente les pide una cosa, que vayan, busquen yencuentren al que más necesita. ¿Sólos? No, con Jesús y con San Cayetano.
¿Voy a convencer a otro que se haga católico? No, no, no. Vas a encontrarlo, es tu hermano, eso basta.Y lo vas a ayudar. Lo demás lo hace Jesús, lo hace el Espíritu Santo”.
Parece que el Papa nos llama a deponer el apostolado para hacer exitosa la cultura del encuentro... de todos y todas, no importa la fe.
Encontrar al hermano (lo será sólo si está bautizado) para ayudarlo materialmente, y en todo caso darle un buen consejo, contenerlo, como dicen ahora. Eso basta.
De su conversión al Catolicismo ya se encargarán Jesús y San Cayetano milagro mediante. Pues la Fe, dice el Apóstol, entra por el oído, y éste oye lo que los seres humanos hablan, es decir lo que predican los apóstoles de Jesucristo, nuestro Señor.
Si los lectores tuvieran una interpretación diferente de estas palabras, serán bienvenidas.
Para finalizar, dos cosas:
En primer lugar, cuando se escucha a Francisco hablar tanto de ayudar a los hermanos en sus necesidades en un mensaje dirigido a los fieles del Santuario de San Cayetano, nos ponemos a pensar si él sabrá las enormes necesidades que pasaron y tienen que pasar algunas monjas (hoy expulsadas) pertenecientes a la Congregación propietaria del Santuario.
Puesto que por su gestión, y luego de que las monjas se negaran a cederle la propiedad del mismo, fue instalado al frente de la Institución el Comisario Mons. Eduardo H. García, quien las puso de patitas en la calle con sólo lo puesto, como se ha testimoniado en este blog (ver Aquí).
García las trató tan “cristianamente”, con la mente siempre puesta en la cultura del encuentro, que fue mencionado en una denuncia penal por lesiones realizada por una monja.
Suponemos que no supo todo esto el Cardenal Bergoglio, pues de haberlo sabido el actual mensaje a los fieles de san Cayetano vendría a ser un monumento a la mentira y a la hipocresía.
Finalmente, como dicho al pasar y recordando que Benedicto no puede ya utilizar la blanca esclavina papal luego de su renuncia, véase que Francisco tampoco la viste; lleva sólo una simple sotana de párroco con faja. ¿Habrá que convencerlo de que es Papa y que tiene que tener más cuidado cuando habla?
Kyrie eleison, Christe eleison, Kyrie eleison.
Un simple cartel nos informa que la cuenta de Página Católica en Gloria TV ha sido eliminada. Esperemos que sea sólo un error. Mientras tanto vea abajo el video en You Tube.
(*): Cita tomada de Catapulta
Comentario Stat Veritas:
Lo que tanto asombra al editor de Página Católica no es otra cosa que el Humanismo integral, de Jacques Maritain, que tanto ha influido en el pensamiento de Pablo VI y que ahora anda dominando la mente de los católicos que desean no sonar chocantes al pensamiento único dominante del mundo moderno.
Y, cuando nos referimos al “pensamiento único” que domina el paradigma moderno, hablamos de aquel inspirado por la masonería de “libertad, igualdad y fraternidad”. Para el católico modernista la “libertad” es la libertad religiosa. La “igualdad”, es la colegialidad en el gobierno de la Iglesia, apartando todo tipo de posible resabio de monarquía (también, en cierto modo, el ecumenismo iría encerrado en el pensamiento de la “igualdad”). Y el concepto de “fraternidad” está perfectamente ligado al ecumenismo.
Todos estos conceptos liberales y modernos de los cuales se ha imbuído la jerarquí eclesiástica, no es más que obra de las imprecisiones, ambigüedades y contradicciones de los documentos conciliares.
En fin, la pérdida del espíritu verdaderamente misionero de los católicos y del proselitismo en favor de la verdadera Religión, ha ido desapareciendo y mutando por el espíritu moderno del Humanismo integral en sintonía con el ecumenismo políticamente correcto.
STAT VERITAS
¿El Papa sugiere evitar el apostolado?
Leemos este artículo del blog Página Católica, 08-08-2013, que nos resulta interesante y se condice con lo que venimos denunciando en nuestro Blog.
Recordamos las felicitaciones que Francisco ha recibido de parte de algunos entes relacionados o que son, directamente y explícitamente, reconocidos como parte de la masonería. Ver aquí, aquí y aquí.
¿El Papa sugiere evitar el apostolado?
Impensable es imaginar que un Papa pudiera pedir que renunciemos al apostolado. Pero, lamentablemente, no logramos interpretar de otra manera las palabras que Francisco acaba de pronunciar en el video de abajo.
El siete de Agosto se celebra la Fiesta de San Cayetano. En Buenos Aires, el Santuario que se ha erigido al Santo en el barrio de Liniers recibe ese día una enorme cantidad de gente que, para rogar por pan y trabajo, espera desde la noche anterior.
El cardenal Bergoglio usaba peregrinar hasta allí en ese día y, como un fiel más, hacía la larga cola para llegar ante la imagen del Santo.
Por eso, al inicio del video que envió como saludo y breve homilía con motivo de esta fiesta, dice:
“Después de recorrer la cola, hablo con Uds. Esta vez la cola la recorrí con el corazón porque estoy un poquito lejos y no puedo compartir con Uds. este momento tan lindo. Momento en el que están caminando hacia la imagen de San Cayetano”.
El Papa explica que este año el lema de la peregrinación es “Con Jesús y San Cayetano, vayamos al encuentro de los más necesitados”.
Francisco dice que Jesús nos enseña a encontrarnos con el hermano para ayudarlo. “Necesitamos, dice, edificar, crear, construir, una cultura del encuentro”.
¿Pero qué clase de encuentro es el que el Papa desea? Porque hay entidades como el Rotary Club que, al mismo tiempo que están constituidas sobre el más radical de los laicismos, pretender hacer obras benéficas. Es decir, practican la filantropía pero no la Caridad.
Desde el principio de su pontificado, Francisco ha ido dando muestras del encuentro que pretende.
En una homilía en santa Marta (22/05/2013) dijo al respecto de los ateos y de los que piensan diferente:
“Todos tenemos el deber de hacer el bien, y creo que este mandamiento de hacer el bien a todos sería un bello camino hacia la paz. Si nosotros, cada uno por su parte hacemos el bien a los demás, nos encontramos allá. Haciendo el bien, hacemos poco a poco la cultura del encuentro. Aún los ateos y los que no piensan como nosotros, haciendo el bien nos encuentran allá”.
Hace poco, en el famoso reportaje concedido en Río expresó:
“Si la educación de un chico se la dan los católicos, los protestantes, los ortodoxos o los judíos, a mí no me interesa. A mí me interesa que lo eduquen y que le quiten el hambre. En eso tenemos que ponernos de acuerdo”.
¿Con quién tiene que ponerse de acuerdo en esta defección a la recta doctrina? Porque si la educación de un chico se la dan los protestantes, el chico será protestante, y si son los judíos será judío.
Y puesto que al Papa le debe interesar ante todo la salvación del alma de ese chico, veamos lo que enseña el Magisterio de la Iglesia, por ejemplo, en Mirari vos (Gregorio XVI) (*):
“Otra causa que ha producido muchos de los males que afligen a la iglesia es el indiferentismo, o sea, aquella perversa teoría extendida por doquier, merced a los engaños de los impíos, y que enseña que puede conseguirse la vida eterna en cualquier religión, con tal que haya rectitud y honradez en las costumbres”.
O lo que dice Pío XI en Divini illus magistri:
“Es, por tanto, de la mayor importancia no errar en materia de educación, de la misma manera que es de la mayor trascendencia no errar en la dirección personal hacia el fin último, con el cual está íntima y necesariamente ligada toda la obra de la educación. Porque, como la educación consiste esencialmente en la formación del hombre tal cual debe ser y debe portarse en esta vida terrena para conseguir el fin sublime para el cual ha sido creado, es evidente que así como no puede existir educación verdadera que no esté totalmente ordenada hacia este fin último, así también en el orden presente de la Providencia, es decir, después que Dios se nos ha revelado en su unigénito Hijo, único que es camino, verdad y vida (Jn 14, 6), no puede existir otra completa y perfecta educación que la educación cristiana.
Lo cual demuestra la importancia suprema de la educación cristiana, no solamente para los individuos, sino también para las familias y para toda la sociedad humana ya que la perfección de esta sociedad es resultado necesario de la perfección de los miembros que la componen”. (Pío XI, “Divini illus magistri”, n°5)
¿No contradicen sus palabras esta doctrina? ¡Cuánto daño hacen oírlas en su boca!
Para Francisco, entonces, “la cultura del encuentro” significaría: Un lugar en el que tratemos de satisfacer las necesidades del prójimo, evitando la manifestación de nuestra fe si esta pudiera obstaculizar “el encuentro”.
Alguien podría decir que esto es una exageración, que nunca el Papa ha dicho nada semejante. Pues, en ese caso, se equivocaría.
Al final del video que comentamos en esta nota (min: 3,48), luego de insistir con la cultura del encuentro, el Papa dice, en forma totalmente inesperada e impropia pues la gente que visita el santuario en general no va allí para convertir a nadie -se trata de católicos que visitan un santuario católico-, lo siguiente:
“Jesús sólamente les pide una cosa, que vayan, busquen yencuentren al que más necesita. ¿Sólos? No, con Jesús y con San Cayetano.
¿Voy a convencer a otro que se haga católico? No, no, no. Vas a encontrarlo, es tu hermano, eso basta.Y lo vas a ayudar. Lo demás lo hace Jesús, lo hace el Espíritu Santo”.
Parece que el Papa nos llama a deponer el apostolado para hacer exitosa la cultura del encuentro... de todos y todas, no importa la fe.
Encontrar al hermano (lo será sólo si está bautizado) para ayudarlo materialmente, y en todo caso darle un buen consejo, contenerlo, como dicen ahora. Eso basta.
De su conversión al Catolicismo ya se encargarán Jesús y San Cayetano milagro mediante. Pues la Fe, dice el Apóstol, entra por el oído, y éste oye lo que los seres humanos hablan, es decir lo que predican los apóstoles de Jesucristo, nuestro Señor.
Si los lectores tuvieran una interpretación diferente de estas palabras, serán bienvenidas.
Para finalizar, dos cosas:
En primer lugar, cuando se escucha a Francisco hablar tanto de ayudar a los hermanos en sus necesidades en un mensaje dirigido a los fieles del Santuario de San Cayetano, nos ponemos a pensar si él sabrá las enormes necesidades que pasaron y tienen que pasar algunas monjas (hoy expulsadas) pertenecientes a la Congregación propietaria del Santuario.
Puesto que por su gestión, y luego de que las monjas se negaran a cederle la propiedad del mismo, fue instalado al frente de la Institución el Comisario Mons. Eduardo H. García, quien las puso de patitas en la calle con sólo lo puesto, como se ha testimoniado en este blog (ver Aquí).
García las trató tan “cristianamente”, con la mente siempre puesta en la cultura del encuentro, que fue mencionado en una denuncia penal por lesiones realizada por una monja.
Suponemos que no supo todo esto el Cardenal Bergoglio, pues de haberlo sabido el actual mensaje a los fieles de san Cayetano vendría a ser un monumento a la mentira y a la hipocresía.
Finalmente, como dicho al pasar y recordando que Benedicto no puede ya utilizar la blanca esclavina papal luego de su renuncia, véase que Francisco tampoco la viste; lleva sólo una simple sotana de párroco con faja. ¿Habrá que convencerlo de que es Papa y que tiene que tener más cuidado cuando habla?
Kyrie eleison, Christe eleison, Kyrie eleison.
Un simple cartel nos informa que la cuenta de Página Católica en Gloria TV ha sido eliminada. Esperemos que sea sólo un error. Mientras tanto vea abajo el video en You Tube.
(*): Cita tomada de Catapulta
Comentario Stat Veritas:
Lo que tanto asombra al editor de Página Católica no es otra cosa que el Humanismo integral, de Jacques Maritain, que tanto ha influido en el pensamiento de Pablo VI y que ahora anda dominando la mente de los católicos que desean no sonar chocantes al pensamiento único dominante del mundo moderno.
Y, cuando nos referimos al “pensamiento único” que domina el paradigma moderno, hablamos de aquel inspirado por la masonería de “libertad, igualdad y fraternidad”. Para el católico modernista la “libertad” es la libertad religiosa. La “igualdad”, es la colegialidad en el gobierno de la Iglesia, apartando todo tipo de posible resabio de monarquía (también, en cierto modo, el ecumenismo iría encerrado en el pensamiento de la “igualdad”). Y el concepto de “fraternidad” está perfectamente ligado al ecumenismo.
Todos estos conceptos liberales y modernos de los cuales se ha imbuído la jerarquí eclesiástica, no es más que obra de las imprecisiones, ambigüedades y contradicciones de los documentos conciliares.
En fin, la pérdida del espíritu verdaderamente misionero de los católicos y del proselitismo en favor de la verdadera Religión, ha ido desapareciendo y mutando por el espíritu moderno del Humanismo integral en sintonía con el ecumenismo políticamente correcto.
STAT VERITAS
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