Comparto vuestra preocupación por las declaraciones que viene efectuando el Papa. Realmente la cosa pinta mal. Pero creo en realidad Francisco no ha dicho nada que no hubiese dicho antes Juan Pablo II, por citar un ejemplo. Entonces pienso que estáis exagerando un poco, quizá porque habéis tomado conciencia del problema recientemente.

Por contrastar un poco vuestro punto de vista pesimista --que en el fondo comparto--, creo que Francisco ha estado acertado en dos asuntos:

1) La gestión del tema de Siria ha sido positiva en líneas generales, pese a las ñoñerías pacifistas, que en esta Iglesia posconciliar parecen inevitables.

2) En los últimos días se viene informando del cese fulminante de varios obispos pedófilos, aunque las páginas neoconservadoras hacen todo lo posible por ocultarlo. Esto no había ocurrido con Benedicto XVI, ni mucho menos con Juan Pablo II, que más bien los había protegido. Si todo sigue igual que antes, pero los pedófilos son expulsados y entregados a la autoridad civil, el balance de este papado sería positivo en comparación con los anteriores.

El principal problema que veo ahora es la probable turbocanonización de Juan Pablo II y Juan XXIII. Pienso que ése sería un importante paso en la autodestrucción de la Iglesia, más que las declaraciones absurdas de las últimas semanas.