En efecto, han emulado a Pilatos, y es posible que acaben como él.El arzobispado de Madrid se lava las manos, y ayer reiteraba que el destino de los restos del dictador corresponde decidirlo al Gobierno y a la familia, no a la Iglesia.
Tienes toda la razón, pero esto no tiene nada que ver con el derecho (ni siquiera con el positivo, que se han saltado) y sí mucho que que ver con la política; y aún más con la Teología (me parece). La jugada maestra del Maligno no es sólo robarle el alma a las personas; si puede, lo hace con naciones enteras y con parte importante de la propia Iglesia (atacando y tentando a su cúpula, por ejemplo) el instrumento que utiliza entonces es la política. La Iglesia ya prácticamente sólo cree en Satanás como símbolo, lo que es terreno abonado para él, que al contrario que Dios, no le interesa demasiado que la gente crea en su figura salvo en casos muy concretos. El mal busca moverse con sigilo, y atacar cuando nadie se lo espere.Pero si Osoro o el Vaticano hubieran querido recordar la vigencia de los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979, el PSOE no hubiera podido legalmente intentar nada.
Reflexiono sobre si esta cobardía que observamos en la Jerarquía de la Iglesia, en connivencia con el poder político, es otro signo más; como la degradación sexual de muchos de sus miembros, los terribles casos de pedrastia y abusos, el fariseísmo, la herejía, el sincretismo...en realidad no son más que síntomas del mismo problema, de la misma enfermedad. Fue Pablo VI (no yo) quien hacia el final de su calamitoso pontificado avisó de que: "el humo de Satanás se ha colado en el templo de Dios" [1].
Cabe preguntarse quizá, si el Estado no habrá chantajeado en secreto a la cúpula de la Iglesia, con algún secreto inconfesable, de esos que se mantienen en un cajón, a la espera de ver la luz en el momento propicio. Quién sabe.
Todo esto, naturalmente, no hubiera sido posible sólo 40 años antes, a pesar de que algunas mentes privilegiadas sabían ya lo que se avecinaba (sólo hay que leer algún discurso de Don Blas Piñar). Entonces, los mediocres (y los sinvergüenzas) les llamaban "agoreros", "nostálgicos" y también "el búnker", buscando maliciosas analogías.
Es curioso, he puesto un minuto la televisión, y aparecía en el programa del ministro más efímero de la historia de España (hoy presentador de la 1ª) un magistrado emérito de ese llamado "tribunal supremo" haciendo ridículos circunloquios para apoyar la vil sentencia; argumentando que era "por unanimidad" (eso es debe muy bueno), quejándose del "encastillamiento" del Padre Abad, y explicando que si el Gobierno ni siquiera le dejaba a la familia poner la bandera al féretro (aunque fuera sin escudo) era porque estamos "en pleno siglo XXI". Toda una buena muestra de en manos de que pajarracos estamos.
[1] Homilía de San Pedro y San Pablo Apóstol (29 de Junio de 1972). Texto completo:
http://statveritasblog.blogspot.com/...grieta-ha.html
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