Es que lo que yo observé, sin saber de economía más allá de esa cultura que todo el mundo sería deseable que tuviese, es que hay un efecto psicológico también. Valga como ejemplo una anécdota vivida por mi. En una ocasión llevé a hacer una puesta a punto de mi coche a un taller de muchísima confianza mutua. Cuando le pedí la factura al dueño, me presentó una cantidad que superaba ligeramente los 300 €, me quedé desconcertado porque todo había sido cambiar filtros, aceite, líquido de frenos y bujías, y recuerdo que le dije estas palabras textuales: "Antonio, esta cantidad no te atreverías a presentarla en pesetas".

Es decir, gran parte de la inflación que se ha sufrido la ha provocado la gente y con la connivencia de unos gobiernos despóticos y absolutamente irresponsables. Yo ví como una parcela doblaba su precio en una semana. Y supongo que si hiciéramos un anecdotario acabaríamos echándonos las manos a la cabeza por los disparates incontrolados que la desvergüenza y la supina ignorancia de gobierno y población nos han conducido a esta situación actual. Ahora a ver quién y cómo es capaz de poner remedio al desaguisado.