Como no estar de acuerdo con don Arturo, pero a mi me asalta una duda "evolucionista": ¿éstos tíos actúan aisladamente, o en grupos? Es decir, si lo hacen aisladamente, como más o menos parece pues representan a sus empresas o a sus "holdings" ( o como rábanos se escriba) en esas jaulas de locos que son las Bolsas con sus fondos de "riesgo", "inversión", "activos", bla,bla,bla,bla,bla, en su verborrea, o forman grupos "conchavados" entre sí, con jefes desconocidos que tomarán las decisiones de "ahora una crisis", ¡hala esto a venderlo barato y lo otro a comprarlo a mejor precio!, "después conviene un periodo de bonanza, pero sin la "familia Cartwraithg" (¿se escribía así?) o cualquier otra de "economía-ficción".

Entre medias sus lacayos legislando gastos y más gastos en medio mundo, y digo medio porque en el otro medio dictadorzuelos, tiranillos, demagoguitos, señoritingos de la guerrita o masoncetes democratistas, imponen leyes atroces y bastante tienen con mantener sus séquitos y tropas que les dan lustre a base de una ostentosa parafernalia de gorras, desfilitos en círculo, discursos grandilocuentes, mientras la gente de sus pueblos se muere de mierda.

En el "primer mundo", el "bienpensante y feliz mundo desarrollado" de los "wekkend", del "consumo sin medida", de los créditos blandos e "hipotecas generacionales a 50 años", del coche nuevo cada tres, de las vacaciones en el Caribe, del piso-chalet-apartamento, que ha olvidado que Dios existe, porque es "obligatorio" ser feliz y no preocuparse, porque para eso están los servicios sociales, las inversiones, los plazos, y el "Banco amigo", estamos gobernados por delegación y se vive a la "voz de ¡arr!" de estos tíos.


Pero al pobre, limosnero o asalariado, si mantiene la cabeza en su sitio, siempre le queda una vengativa satisfacción: todos ellos vinieron en pelotas al mundo y en pelotas se van a ir de él por muy poderosos que sean. Y queda la satisfacción íntima de recordar la promesa de Nuestro Señor de que los últimos serán los primeros.