Aunque sigo la misma línea que Kontrapoder en mi visión crítica de Putin y el putinismo, dejo la traducción del siguiente apoyo que los creditistas sociales han puesto en favor de Putin, por boca de Wallace Klinck.
Wallace Klinck, Comentarios desde Canadá
Ni Vladimir Putin ni ningún otro “ciego guiador de ciegos” va a “salvar al mundo” siempre que este alienante y defectivo sistema financiero continúe en funcionamiento. Putin parece tener un genuino deseo de resolver los problemas internacionales y probablemente merezca igual o incluso más credibilidad que la mayoría de los otros “líderes” mundiales. Desafortunadamente “el camino hacia el infierno está pavimentado con buenas intenciones”, y no hay sustituto ninguno para la acción correcta, en vez de acciones defectuosas basadas en concepciones sinceramente sostenidas pero erróneas. Putin sostiene algunas sanas ideas, pero no percibe el núcleo del problema ni posee, por tanto, la clave para su efectiva y perdurable solución.
Mientras que el mundo siga ateniéndose a las convenciones de contabilidad financiera, que abren una raja creciente entre los ingresos efectivos del consumidor y los precios finales, necesitando incurrir en una escalada de deuda y de producción superflua, todo el planeta se verá conducido inexorablemente a priorizar de manera creciente el comercio exterior, en donde todas las naciones son forzadas a intentar exportar más de lo que importan con el fin de compensar las crecientes insuficiencias domésticas de poder adquisitivo del consumidor. Este proceso lleva a prácticas de negocios viciadas y poco éticas, y a políticas gubernamentales hipócritas y agresivas en medio de una competencia antinatural e incivilizada por los mercados extranjeros, en donde las naciones se obligan a buscar costes de producción menores, pirateando y expoliando los recursos humanos y físicos de otras naciones.
Todas las naciones, entidades económicas, sociales y culturales, e individuos se vuelven enemigas las unas de las otras en el contexto de una situación en donde los gobiernos intentan proporcionar estabilidad económica y social mediante la redistribución de un crecientemente insuficiente ingreso financiero. A causa del enteramente deseado proceso físico de eliminar la necesidad del elemento humano dentro de la producción, consecuencia del uso creciente de la inteligencia artificial y la automoción, un cuerpo de perceptores de sueldos cada vez más decreciente se verá requisado con el fin de apoyar al creciente número de aquéllos que ya no van a trabajar más a cambio de una remuneración financiera. El caos económico y social es el único resultado que se puede derivar de una insensatez como ésa.
El Presidente Putin parece ser un individuo reflexivo. Pienso que quizás la acción más constructiva de parte de los creditistas sociales hoy en día podría ser la de poner el nuevo libro de Oliver Heydorn Social Credit Economics en sus manos y en la de algunos de sus consejeros. Me quedé sorprendido y jubiloso cuando la Televisión Rusa ofreció recientemente una presentación que afirmaba que los americanos estaban trabajando ellos mismos hasta la muerte y estaban dañando su salud en ese proceso. Puede haber más potencial en Rusia para hacer avanzar las ideas del Crédito Social que lo que podríamos suponer. ¡Recuérdese a Peter Propotkin, quien se oponía al socialismo autoritario y denunciaba la escasez artificial! Hemos establecido ahora nuevos contactos en Japón y en España, ¡hagamos llegar nuestro mensaje directamente a lo más alto de Rusia! Puedes escribir al Presidente ruso. Su dirección está anunciada en Internet. Los esfuerzos de América para desacreditar al Presidente Putin y aislar a Rusia son un despreciable y patente acto de hipocresía, y demuestra la medida en que los Estados Unidos constituyen una nación “ocupada”: ocupada por aquellos elementos omnipresentes que buscan realizar sus propios objetivos egoístas mediante el uso de los recursos de la nación cuyas instituciones sus miembros han socavado y sojuzgado.
Paul Craig Roberts escribe artículos perspicaces y centrados. Desafortunadamente, sus prescripciones económicas parecen ser muy ortodoxas y revelan una ignorancia acerca del rol esencial de la finanza en los asuntos nacionales y mundiales, así como de los conceptos básicos filosóficos que deberían fundamentar nuestras actividades económicas modernas. También deberíamos poner un libro de Oliver en sus manos. Podría convertirse en un gran aliado si fuera convencido de la firmeza del Crédito Social. ¿Por qué debería el mundo arrodillarse a perpetuidad ante las políticas fallidas y defectuosas de John Maynard Keynes en lugar de reconocer la sensatez de las de Douglas? ¿Por qué realmente?
Dirección de email del Presidente de Rusia:
Existe un protocolo, por lo que, por favor, léase aquí. Por favor léase el protocolo para cartas antes de enviar alguna carta dirigida al Presidente de Rusia.
Dirección Postal para el envío de mensajes vía correo ordinario: Calle Ilyanka 23, Moscú, 103132, Rusia.
Fuente: ALOR.ORG
Marcadores