Como dice ese obispo de Iraq, lo que tienen que hacer los cristianos es quedarse para luchar por lo que es suyo. Ahora bien, eso nada tiene que ver con la actitud egoísta y rastrera del fulano este del partido de Le Pen. En fin, está clarísimo (y ya no me caben dudas) de que ese partido es una versión actualizada del partido nazi alemán de principio y mediados del siglo pasado.

Me retracto de mi alegría por su victoria en las pasadas elecciones europeas.