Sancho, dices "si se necesitaba inmigración"... Empecemos por ahí. No hacía falta ninguna inmigración. ¿No tenemos cuatro millones de parados? ¿Cómo vamos a dar de comer a los hijos del vecino si los nuestros tienen hambre?
En cuanto a los hispanoamericanos, si bien como he dicho en más de una ocasión nunca los he visto como extraños ni me he sentido jamás extranjero en Hispanoamérica, hay muchas consideraciones. Es cierto que muchos nos quieren y se sienten españoles, y en principio no es que esté mal que quieran estudiar o trabajar en España. Pero aparte de lo que ya dije de que en España hay mucho desempleo, no todos los inmigrantes hispanoamericanos se sienten necesariamente tan españoles (seguro que hasta los hay indigenistas). También entre muchos honrados y trabajadores, o muchos que han huido de regímenes dictatoriales (Cuba, Venezuela Bolivia) han llegado igualmente muchos delincuentes. Y además, muchos llegan contaminados por ese cáncer que se propaga tan rápido por Hispanoamérica que es el protestantismo. Por estas razones (y no son las únicas), me parece que aunque lógicamente debamos tener ciertas preferencias por nuestros hermanos del otro lado del charco, en este momento se haría necesaria una moratoria en cuanto a la entrada de hispanoamericanos, e incluso sería conveniente (por doloroso que sea) expulsar a algunos. Al menos habría que tener más rigor y no ser tan generoso en la concesión de visados. No digo que en otro momento y en otras circunstancias no fuera positivo un influjo de hispanoamericanos que amaran a España y fueran honrados y buenos católicos. Pero yo desde luego no voy a hacerme ilusiones, y no se ve que en un futuro inmediato la cosa vaya a cambiar.
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