Respuesta: Pilar Rahola tasta de la seva propia medicina

Iniciado por
arishem
Bueno, yo llamo fascista en general a los totalitarios, ya se definan de izquierdas, derechas o centros. El mismo diccionario de la Rel Academia Española lo dice en una de sus acepciones: "Excesivamente autoritario".
Ya, pero una cuestión es la costumbre que uno tenga y otra el significado real de la cosa. Invirtamos los términos y empecemos a llamar marxistas y rojos a todos los que no tienen nada que ver con ello. Así cuando hablemos de los carlistas los llamaremos rojos por llevar boina roja, y a los de Falange marxistas por hablar de revoluciones. Y más aún, se me ocurre que, por ejemplo, a SS Pío XII lo podemos llamar masón por haber salvado judíos durante la IIGM.
Realmente el asunto carece de lógica y además no lo ponemos en práctica sencillamente porque no es verdad. Pues del mismo modo llamar fascistas a quienes son más "coloraos que un pimiento morrón" es un absurdo. Tan sólo responde a una de tantas muletillas que se inventa la Prensa, como por ejemplo ,mito o mítico para referirse a cuestiones que no tienen nada que ver con lo que es "el mito", o creencia religiosa que forma parte del pensamiento "no-lógico" desde la mismísima Prehistoria. O, al igual que hace 20 años cuando les dió por llamar "paradigma" a cualquier mamarracho que fuera motivo de portada. Por supuesto cuando les preguntabas si habían leído La estructura de las revoluciones científicas de Thomas Khun te miraban con cara de asombro para replicar: ¿las queeeé?
El hecho de que el diccionario de la RAE recoja alguna acepción en tal sentido, no obedece más que a que se tiene por sinónimo, en base a la costumbre de los marxistas de llamar "fascista" a todo aquél que no es de los suyos. La inmensa mayoría no saben ni de lo que hablan, pero prueba a decirle a cualquiera de ellos: "Define fascismo", si encuentras uno sólo que lo haga nos lo cuentas.
Por otra parte, los señores académicos de la Lengua están en tal Institución, parte del Instituto de España, por motivos literario-lingüísticos, y sus opiniones no son muy coincidentes con las de los politólogos, sociólogos e historiadores, los cuales tienen sus respectivas Academias: Real Academia de Ciencias Morales y Políticas para los dos primeros y Real Academia de la Historia para los terceros. Y, en ninguna de ellas, se admite el uso inadecuado de los términos que definen grupos, movimientos, regímenes y periodos históricos. En caso contrario estaríamos ante la casa de tócame roque, algo que ya está pasando y es que la pregunta subsiguiente es: ¿y para qué estamos invirtiendo masivamente en Educación cuando se demuestra que no parece servir para nada?
En conclusión: un fascista es un fascista y un marxista es un marxista, se les llame después facha o rojo, respectivamente.
Saludos.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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