Fantástico, he estado intentando conseguir imágenes de este pueblo sin éxito. No sólo su sonoro y mítico nombre hacen que nos lo debamos plantear como visita. Es que el entorno donde está situado, rodeado de un inmenso sabinar, de una gran soledad, y de un precioso cañón/garganta natural a sus pies, hacen de Calatañazor algo digno de ser visto.
Otro detalle. Nada más llegar al pueblo, lo normal es que dejes el coche a la entrada, justo junto a una preciosa ermita románica, "Ermita de la Soledad".
El pueblo está experimentando un resurgir, desde el atroz abandono en que estaba sumido, están empezando a proliferar casas rurales y a generse algo de actividad económica. Posiblemente en veinte años, sea un lugar de escapada de referencia, aunque la verdad es que queda algo a desmano.
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