PRIMERO: ¡VIVA QUITO!
QUITENSES. LA VICTIMIZACIÓN NO LLEVA A NADA.
En nuestras venas fluye sangre de pueblos ancestrales americanos y europeos.
Estas fechas son utilizadas por los politiqueros, representantes de esa izquierda anquilosada y por el "progresismo" degenerado, para alzar la voz de victimización e inculcar un aberrante rechazo genético al propio mestizaje fruto de la historia de la ciudad de Quito. En estas fechas saltan grupos incoherentes a gritar proclamas en contra de la memoria genética, lo cual es hasta fuente de patología social y una propia aberración cuyo diagnóstico psicopatológico me lo reservo.
Por otro lado, cuando se practica un saludable revisionismo histórico se puede observar que ni los españoles fueron unos malditos ni los incas fueron unos buenitos. Aunque le duela a ese "pseudoindigenismo": la gran mayoría de caciques de estas tierras junto con el pueblo cañari y caranqui (los que fueron masacrados por el inca en Yahuarcocha) se unieron a los españoles para enfrentarse contra los cuzqueños; y no fue una traición, fue una lucha por su supervivencia porque el inca los tenía esclavizados, sojuzgados; los pueblos ancestrales de estas tierras no veían con buenos ojos a los incas. El conquistador no era un ángel bajado del cielo, obvio, era un guerrero heredero de las conquistas romanas e ibéricas, pero el inca no era el pueblo amistoso ni socialista que te han dicho, el Tahuantinsuyo era una monarquía (esta sí absolutista) pues el Inca era el hijo de dios; el inca practicaba sacrificios humanos y de sangre, no era vegetariano (comían carne de cuy, llama, perro y carne de caza), no eran feministas pues la mano poderosa del gobernante, del sacerdote y del guerrero eran fruto de un patriarcado poligámico.
Y el maltrato al indígena no aterriza con el español conquistador sino con el famoso "movimiento independentista"; todos esos marqueses, mariscales, etc., se apropiaron de las tierras cedidas a los caciques y sumieron al pueblo indígena a trabajos forzados. Uno de los hitos del indigenismo es una novela llamada Huasipungo, resulta que el hilo temporal de esa novela se ubica en el principio del siglo XX y no luego de la conquista. Es decir, los llamados "libertadores" no fueron sino unos excelentes esclavistas.
El patrimonio y la sabiduría ancestral de los pueblos no se deben forjar con una base llena de mentiras, deben ser recuperados, respetados y glorificados en base de la verdad histórica.
ESO CONSTRUYE UNA VERDADERA IDENTIDAD.
Cuando estos grupos aberrantes te inviten a protestar en contra de tu sangre solo fíjate en algunas cosas: ¿Cuál es tu apellido? ¿De dónde vienes? ¿En dónde vives, cómo vives? ¿Qué comes? ¿Cómo y en dónde estudiaste? Y verás que la tradición quitense es un mestizaje que nos debe llenar de orgullo. Razón suficiente para luchar por esta ciudad y por un país tan venidos a menos en estos tiempos obscuros.
Pensamiento de Juan Diego Maldonado
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Fuente:
https://www.facebook.com/francisco.n...80366405546807
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