Estimado Defensor:
Como quedé, trataré de responder a tu pregunta sobre Rucci.
José Ignacio Rucci (Presente!!) fue desde toda su vida un hombre NACIONAL.
Desde muy joven se inició en el campo gremial, destacándose como un verdadero Criollo.
Como un obrero más, estuvo presente en la Plaza de Mayo el épico 17 de octubre de 1945.
Tuvo una activa participación en la Regional de San Nicolás, de la Unión Obrera Metalúrgica, donde comenzó a batallar como Peronista contra los agremiados de tendencia izquierdista, troskista o comunista.
Fue un paradigma de lealtad hacia el General, soportando la persecución y la cárcel.
En 1970, conforme a directivas expresas desde Puerta de Hierro por parte del Comando Estratégico se dispuso el nombramiento de Rucci como Secretario General de la CGT, lo que así ocurrió en el mes de Julio de dicho año.
Rucci fue el factor vital y sustancial del retorno del General y se transformó en una pieza clave y fundamental de la Reconstrucción Nacional, propiciada por el Movimiento Peronista.
Con sapiencia y maestría alineó al Movimiento Obrero Organizado, transformándolo una vez más en la columna vertebral del Nacional Justicialismo.
Obviamente que ello generó la malquerencia de muchos sectores que pretendían mantener sus espurios privilegios. A ello se sumaban los dos imperialismos dominantes que no admitían la doctrina de la tercera posición profundamente humanista y Cristiana; y los demás pilares de la doctrina Peronista: Soberanía Política-Independencia Económica y Justicia Social.
Los grupos guerrilleros terroristas de Montoneros y FAR; al servicio de las inteligencias apátridas infiltradas en el peronismo con el objeto de adueñarse del poder, sabían bien de qué se trataba.
Uno de sus principales enemigos eran José Ignacio Rucci. El otro, el General Perón. Fue así como se movieron en las sombras y lo asesinaron el 25 de septiembre de 1973, a las 12.10 hs. del mediodía. Dos días después de que la fórmula Perón-Perón obtuvo el 62% de los votos.
Le pegaron 23 balazos.
Cuando se enteró el General, comentó: “Me mataron a un hijo… me cortaron las patas”.
Poco tiempo antes de morir sostuvo Rucci: “Si me pasa algo, que quede bien en claro que son los inmundos bolches y trotzkistas los que pueden atentar contra mi vida”.
Con Rucci se fue un hombre irremplazable.
Saludos.
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