En puridad, la versión de los hechos que aparecen en el artículo de ABC pertenece al General Kindelán y no al Sr. Satrústegui, el cual simplemente se limita a hacer de mensajero al recogerlos y reproducirlos. El Sr. Serrano Suñer está conforme con esa versión de los hechos. La razón por la que yo me animé a colgarla, aparte de las garantías antes mencionadas, fue porque el siempre minucioso y documentado historiador Tomás Echeverría también la daba por buena.

Es verdad que el título del artículo no deja de ser algo sensacionalista, pero pienso yo que Satrústegui lo titula así, a parte de para la típica técnica que suelen usarse en los titulares para atraer la atención del público a su lectura, para servir también de contraste a la tan manida -y falsa- afirmación o frase, que gusta mucho a los franquistas, de que "Franco nos salvó de la guerra" (asunto al que también alude incidentalmente Satrústegui en el propio artículo).

De todas formas de la lectura del cuerpo del artículo de ABC se entiende bien que Petain no hizo directamente de manera deliberada ninguna gestión conducente a evitar que los españoles entraran en una guerra que hubiera sido de consecuencias desastrosas para sus inmediatos intereres, sino que las gestiones de Petain se dirigían a conseguir que Hitler no aceptara las condiciones que Franco le presentara para entrar en la guerra. En este último sentido sí que cabría hablar de una ayuda indirecta por parte de Petain hacia los genuinos intereses españoles, pues estas gestiones del Mariscal impidieron que no prosperaran las condiciones que Franco ponía sobre la mesa para meternos de lleno en la guerra al lado de Alemania.

Se podría afirmar, como dice Serrano Suñer, que nos salvó la Providencia (mediante la decisiva intervención indirecta de Petain como instrumento de la misma).