¿Cómo va a ser fiable? Además, en su mayoría son apellidos españoles, no hebreos. Claro que antiguamente los apellidos no eran hereditarios como hoy en día, y los de uno podían coincidir o no con los de su hermano (véase, por ejemplo, el caso de los hermanos Pinzón, que sólo coinciden en uno). A veces se cambiaban de nombre o de apellido, lo que se hacía a veces al convertirse o para parecer cristianos viejos, y no existía registro civil. Incluso las partidas de bautismo y otros documentos semejantes son posteriores al Concilio de Trento. Por el apellido es muy difícil saber realmente quién era judío y quién no. Genealogías sólo había en la nobleza y la realeza. Entre la mayoría de la población era difícil tener una idea muy clara de los propios antepasados más allá de dos o tres generaciones.

Pues si esta lista fuera verdad, como no aparece mi apellido paterno pero sí el materno, resultaría que soy judío (precisamente se es por línea materna). Pero me tiene sin cuidado que pueda tener algún antepasado remoto judío.