Re: Sobre las fosas republicanas
Tal como he comentado en algunas ocasiones, la mal llamada Ley de la Memoria Histórica es inconstitucional. En efecto, y tal como se puede comprobar en los enlaces colocados por SignaSuperVestes, es contraria a los arts., 14, 16 y 20. Dado que según el propio Derecho positivo español (la normativa vigente), existe la jerarquía normativa para todas las leyes y disposiciones legales que se emiten en España, ninguna ley puede ir contra la Constitución vigente ya que ésta es la ley máxima o suprema. Esto sitúa a la "Ley de Zapatero" en clara nulidad de derecho, constituyendo cada caso de su aplicación, un caso de prevaricación, acorde con el art., 404 del Código Penal. Por tanto, son actos nulos de derecho constitutivos de delito. Como no se podría enjuiciar cada caso de violación de las leyes en las que han incurrido desde el gobierno central, pasando por los autonómicos, grupos parlamentarios y hasta en las entidades locales, sería lógico promulgar una ley de inhabilitación late sententiae para todos los responsables de los mencionados actos y durante un periodo de tiempo determinado que les impidiese ser elegidos o ejercer cargo público alguno, obligando al tiempo a la restitución, en la medida de lo posible, de lo que como consecuencia de la mencionada ley, ilegal e ilegítima fue desmontado o quitado de sus emplazamiento. Las mismas asociaciones montadas al amparo de esta ley nula de derecho, deberían ser disueltas y los fondos subvencionados con dinero público que hayan recibido, restituido a las arcas del Estado.
Es notorio que estas medidas, que son las que SI HAY QUE APLICAR, constituyen poco menos que una utopía a día de hoy. Sin embargo, y sabiendo que la Historia siempre es cíclica, llegará el momento en el que de utopía pase a realidad viable. En cuanto a la idea algo extendida de que se defiende la Constitución vigente cuando se hacen estas precisiones, hay que aclarar dos aspectos fundamentales:
1.- Se exige con ello la aplicación de la norma constitucional a quienes la promulgaron y la conmemoran. Se recuerda, además, a esta gente que no votó en día el texto constitucional por no tener la edad legal para ello, o por no haber nacido, que las leyes se cumplen aunque no gusten, por tanto esa desobediencia ideológica que exhiben es absolutamente ilegal e ilegítima. Del mismo modo que esa gente argumenta de tal modo, hay otro amplio sector de la población que dió el si, y tienen el mismo "derecho" a exigir que se respete. Lo que no es de recibo ni como argumento, es que una constitución se cambie a razón del gusto o de la tendencia da cada generación que llega.
2.- En aplicación de la Ley de Zapatero también habría que derogar de golpe la propia Constitución de 1978 por la sencilla razón de que el texto del Fuero de los Españoles franquista está incorporado en espíritu y en la letra íntegramente en el texto constitucional, algo que se puede comprobar dedicando un tiempo a la lectura y análisis de ambas codificaciones. Más todavía, habría que denunciar y derogar todos los acuerdos internacionales con organizaciones multinacionales, con Estados y con organizaciones no estatales, signados hasta 1976 para, a continuación, volver a celebrarlos todos. La Seguridad Social debería ser disuelta, pues en modo alguno fue obra de Felipe González, sino del Régimen de Franco a raíz de los 16 años en el Ministerio de Trabajo de José Antonio Girón de Velasco, pues fueron en aquellos años cuando se modelaron lo que hasta el momento eran organizaciones aisladas de diferente condición y rango.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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