Sí, la verdad es que las contradicciones del buenísimo progre son abracadabrantes, me maravilla su "coherencia".
Suárez, ahora con Alzheimer, y políticamente neutralizado, es reconocido por todos como “una bendición para la democracia”, pero en su momento, más de una vez, los sociatas felipistas le echaron en cara su pasado en el “Movimiento”, incluso en una ocasión le llamaron aquello de “tahúr del Mississippi”. En esa época, en la llamada Transición, era considerado un carca fascista, pero en estos días, que ya no representa un peligro político para la progresía, resulta que fue, es, lo mejor de lo mejor. O sea, que ser progre o no es sólo cuestión de tiempo y circunstancia política. En fin, hoy puedes ser considerado un facha desorejado, pero tranquilo, que mañana te pueden redimir los mismos que en el presente te despellejan.
Bueno, hay un sitio en el Polo Sur geográfico, allí luce una bandera congelada noruega, donde llegó un tal Amundsen a principios del siglo XX, creo que en ese sitio en concreto todavía no han llegado los “postulados progres universales”, aunque todo se andará.
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