He aquí una historia que apoya la tería de que España es (al menos fue)una meritocracia.

Julián Romero:

Julián Romero de Ibarrola (1518-1577). Militar español del siglo XVI, famoso por ser uno de los pocos de origen humilde y que empezando como soldado alcanzó el grado de maestre de campo.

Pocas noticias hay de su infancia y de sus primeros años, pero se sabe que en 1534 con tan solo dieciseis años se encuentra en los tercios de Flandes que el emperador Carlos V tiene destinado en Flandes. En aquellos momentos, Enrique VIII, es aliado del monarca español y está en conflicto con los rebeldes escoceses por lo que el emperador envia a sus tercios en su ayuda. Entre estos va Julián Romero, que en esos momentos es capitán ó sargento mayor, y manda un regimiento, tras su destacada acción en la batalla de Pike, el monarca inglés le eleva al cargo de maestre de campo y le hace caballero. Con la conversión de Enrique VIII al protestantismo, los españoles dejan las islas británicas y vuelve a su destino en Flandes.
Su siguiente acción destacada ocurre ya en el reinado de Felipe II, teniendo una actuación destacada en las famosa batalla de batalla de San Quintín; tras dicha batalla, en la que está presente el monarca español, le nombra caballero de la Orden de Santiago y maestre de infantería.
Junto al también famoso militar Sancho de Londoño, dirige las fuerzas españolas que vencen en Gemmingen pese a que los españoles se encuentran en inferioridad numérica frente a los franceses.
Más tarde pasa a Italia, y es uno de los maestres de campo que acompañan al Duque de Alba, cuando este atraviesa los Alpes para apaciguar la rebelión de los Países Bajos en 1565. El duque de Alba crea para él el cargo de Sargento Mayor General del Ejército. La guerra en Flandes se recrudece, y los tercios españoles se ven obligados a demostrar toda su pericia bélica. Así se encuentra a Julián Romero en diversas acciones destacadas, durante el asedio de Mons, es herido en un brazo. Años más tarde dirige una encamisada (11 de septiembre de 1572), y en la toma de Haarlem, uno de los principales núcleos protestantes de los Países Bajos, pierde un ojo. Todavía tiene tiempo de ayudar a Sancho Dávila cuando este es cercado en Amberes.
Tras nueve años de guerra en Flandes, Julián Romero solicita al rey que le nombre castellano, para volver con su familia a la que no ha visto desde el principio de la guerra, sin embargo aunque el monarca accede a nombrarle castellano lo hace de una plaza de Flandes, en lugar de una de España, que era la pretensión del militar.
Cambia la política del rey contra los rebeldes y decide que los tercios salgan de Flandes, en busca de una salida pactada de la crisis, (Edicto Perpetuo) pero pronto falla esta política y los Tercios apenas han llegado a la Lombardía deben volver a marchar sobre Flandes, por aquel entonces Julián Romero obstenta el título de Maestre de Campo General y se verá sorprendido por la muerte en la ciudad de Cremona, antes de volver a Flandes.
Fue pintado por El Greco en la última década del siglo XVI en un cuadro que se conserva en el Museo del Prado, y además el poeta Diego Jiménez de Ayllón dedicó unos sonetos a los más destacados soldados de su época, este es el que le dedicó a Julián Romero.

Temido vuestro brazo fue y espada
en estas partes y ánimo extremado
y en tierra y mar habéis siempre cursado
vuestra virtud con gloria sublimada.


De Marte a vos tal gracia fue otorgada
con que venciste campo tan nombrado
y habéis contra el de Orange muestra dado
de veros con sus gentes en jornada.


Digno de la corona preeminente
sois que la excelsa Roma concedía
a aquel que procuraba señalarse.


Con premio muy mayor cosa decente
por vuestro valor grande y valentía
pues pueden con vos pocos igualarse.