El diario "ABC" informa que 46 soldados del ejército rojo fueron asesinados por sus propios "compañeros". Sucedió después de la Batalla de Teruel, y es que después de 3 semanas de combates a 20º bajo cero se prometió a los combatientes de la 84º Brigada Mixta un permiso que, ante una contraofensiva de Franco, no les fue concedido.

Fueron bastantes los que se negaron a cumplir la orden, algunos desertaron y los 46 asesinados regresaron. Entonces, el teniente Andrés Nieto Carmona, ya en su edad más "venerable" alcalde socialista de Mérida, sin atenerse a reglamento alguno, ni consulta con sus superiores de la 40ª División republicana a la que pertenecía, los hizo ejecutar.

Años después, descendientes de dos de dichos infortunados, formaron una asociación que dirigió una petición a Baltasar Garzón para que abriese una investigación y se buscase la fosa común en la que se encuentran los cuerpos de estos soldados republicanos. Garzón ni siquiera se molestó en contestar. Ahora el Ministerio de la Presidencia ha dotado de 20.000 € iniciales para comenzar dicha búsqueda.

Mientras tanto, y según informa "Libertad Digital", la Generalitat Catalana aprueba por ley pagar las exhumaciones de las fosas de la guerra y el franquismo.

Sin embargo, se han negado a que dicha ley se extienda a la II República, pues esto sería "una ofensa al sistema democrático", según palabritas de un tal Jaume Bosch.

¡Claro! y la posibilidad de que se investiguen las casi 1.500 sentencias de muerte ordenadas y firmadas por Companys, presidente de ERC y de la Generalitat en aquellos simpáticos años del Frente Popular, y esto sólo a modo de ejemplo.