Aunque desde luego que se parecen, esto no es motivo para descartar una infidelidad -inexistente-, puesto que ese parecido es también con su madre, quién era prima de Carlos IV y de hecho, la barbilla de los Borbones se extiende hasta Juan Carlos "I" y el propio d. Sixto Enrique, lo que nos da una muestra de la fuerza genética de este carácter.
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