Tema: Revista ‘Fuerza Nueva’: de la muerte de Franco a la Constitución (1975-78)

Esclarecedor informe sobre la colaboración de capitalistas españoles con la subversión antifranquista especialmente en el mundo de la prensa: capitalistas sin escrúpulos haciendo piña, en el origen de la "transición".
Trabajo en tres entregas; esta es la primera:

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Revista FUERZA NUEVA, nº 461, 8-Nov-1975 El capitalismo “civilizado y la propaganda subversiva. Informe. Contactos entre las superfinanzas y los abanderados de la oposición antifranquista (I) F. Laguna en la revista «Doblón», ha presentado un cierto capitalismo español que llamaremos “capitalismo civilizado”, por analogía con la “derecha civilizada” cara a los Garrigues Walker, pero que nos resistimos a llamar “capitalismo inteligente” como quisieran algunos: “Es un nuevo núcleo de empresarios que ven en el cambio político la posibilidad de conseguir un acuerdo con el sector laboral, en términos exclusivamente económicos –sin degeneraciones políticas que arriesgan la pérdida del control de la producción- y al mismo tiempo librarse de una Administración sin criterios de competitividad definidos”, y luego cita, en apoyo de esta tendencia, el ejemplo portugués y el respaldo de la socialdemocracia europea. El conde de Motrico [J. M. de Areilza], en unas declaraciones a «Informaciones», confirma esta noticia: “Dentro del actual «establishment» hay mucha gente que acepta la necesidad de una evolución y de un compromiso y que está dispuesta a negociarlo”. Todo esto huele a la «Declaración del Comité ejecutivo del Partido Comunista Español», ya en junio de 1964: “El PC sostiene que las clases dominantes españolas comienzan a retirar su apoyo al Estado franquista, piensan que ya no es un instrumento adecuado a la defensa de sus intereses y lamenta no haber maniobrado antes”. Para remachar esta coincidencia entre las tácticas del PC y este “capitalismo” de nuevo cuño, citaré unos párrafos del excelente artículo de Gonzalo Fernández de la Mora en «ABC», extractando el libro de Carrillo recién publicado, «Demain L’Espagne»: “Hay capitalistas maquiavélicos que quieren firmar una póliza de seguros con el adversario. Pero hay además los que necesitan la democratización para entrar en Europa. Aquí se produce una convergencia objetiva entre las fuerzas revolucionarias y este sector del capitalismo español. El anzuelo es la financiación extranjera, la ampliación de los mercados y la extensión multinacional. Pero, ¿contra quién se librará luego esta lucha? Carrillo lo dice claramente: “Contra los aliados momentáneos”, porque “es evidente que, una vez implantada la democracia, la marcha hacia el socialismo conducirá al aplastamiento del sistema capitalista”. … Es exacto que asoma en España ese capitalismo que nos describe Laguna. Oportunista, presto a echar por la borda cuarenta años de la historia de España, intentando regresar a formas políticas liberales ya obsoletas y recién fracasadas, ciego a la realidad, ansioso de pactar y de traicionar con la esperanza de poder seguir medrando; tan materialista como el marxismo. Se obstina en creer lo que dijo el empresario progresista francés J.J. Servan-Schreiber: “Aunque la izquierda gane las elecciones y se haga con el poder, seguiremos ganando dinero, sólo que será más difícil”. Durante estos años, dicho capitalismo no ha sentido veleidades políticas, se ha ocupado sólo en crear su fortuna; ahora, temeroso de que el “cambio” le ignore y aparte, se quiere poner delante, se descubre vocación política y pretende jugar, él también, la carta liberalismo, revisionismo, revolución. Para que todo esto no quede en vano escarceo literario, será conveniente precisar y poner nombres; nombres que no descubrimos nosotros, que figuran a menudo en la prensa y en los anuarios financieros, sin misterio alguno. Estamos ante un capitalismo dispuesto a echar por la borda cuarenta años de la historia de España Así, José Oneto, en «La Vanguardia» (16-10-74), nos cuenta que “Joaquín Garrigues Walker, gerente de Liga Financiera, S.A., uno de los principales financieros del país y asesor de numerosas empresas con capital extranjero, piensa abandonar todos sus puestos en consejos de administración, para dedicar su tiempo a la política, a organizar la derecha civilizada. A este fin, ya está instalando en la capital española un despacho en el que piensa ejercer su actividad, asesorado por un amplio grupo de expertos”. Todo esto, muy americano, exige, claro, una generosa financiación. Dólares. Un caso parecido, de tardía vocación, es el de su hermano Antonio, que desarrolla también una febril actividad política, ligado también al grupo Rockefeller, según «Mundo», y a Colgate Palmolive, Minnnesota española, Hoteles Hilton, Altos Hornos de Vizcaya, donde participa la U.S. Steel, Food Spain, Westinghouse, etc., … Es también el caso de don José María de Areilza, conde de Motrico, emparentado con los Garrigues, éste con copiosos antecedentes políticos, que van desde las JONS hasta el Consejo Privado de don Juan de Borbón, y con grandes ambiciones, y de otros empresarios y financieros, como Sebastián Auger, Arturo Suqué, José María Santacreu, Javier Godó, Pedro Durán, Leopoldo Calvo Sotelo, Trías Fargas, que llenan las listas de políticos del futuro, de «Gentleman» o de «La Actualidad Española» para “después del cambio” y que pretenden tener la exclusiva política, si hemos de atenernos a manifestaciones de Antonio Garrigues y de Trías Fargas. Otro ejemplo de hasta dónde llega este capitalismo lo da la «Cita en el Ritz» de Barcelona, de hace un año, donde, según nos detalla triunfalmente «Cambio 16» (10-6-74), “trece españoles de primera fila, trece hombres para el cambio, en un amplio espectro que cubre desde el capitalismo más fuerte y avanzado hasta veteranos socialistas”, han dialogado y pactado amistosamente. Uno de ellos Lluis Carulla, el de Gallina Blanca, Purina y cinco inmobiliarias, C.H. de Aseguradoras, la Holding Agroliment, con Purlom, Trinaranjus, Extrísimo Bach, Canals Nubiola, Fogo y Rockefeller España, Salvat Catalá etc., y el Omnium Cultural, alardeó de que los reunidos representaban 15.000 millones de pesetas; gran capitalismo, pues, y se queda corto. Allí estaba el marqués de la Vega Inclán, “uno de los principales agentes de Cambio y Bolsa españoles”, junto al abogado Josep Solé Barberá, del Bloc Obrer y Camperol, trotskista en 1936, pasado oportunamente al PSUC staliniano, condenado a muerte en 1940, repetidas veces indultado y ahora defensor de los terroristas de ETA, y a Josep Andréu Abelló, ex diputado de la Esquerra Republicana de Catalunya y presidente durante toda la época roja, sin ser magistrado, de la Audiencia y del Tribunal de Casación de Cataluña, después de un Tribunal Popular, y con extraños negocios bancarios en el exilio –sitos en Tánger y Andorra- y, ahora, después de regresar en 1964, presidente de la Societat Catalana de Estudis e Inversions y con vinculaciones personales y familiares en bancos y grandes sociedades. Estaban también el inevitable Ramón Trías Fargas, delegado general en Cataluña del extrañamente complaciente Banco Urquijo y de la no menos complaciente Unión Explosivos Rio Tinto, S.A., y de la editorial Labor, Gasfondo, varias sociedades de seguros y secretario del Banco de Barcelona, etc, artífice de la «Cita»; Salvador Millet y Bel, director y consejero de varias empresas; Antoni Moragas, consejero de Banca Catalana y de Edicions 62, que politizó el Colegio de Arquitectos; el importante empresario Joan Raventós, directivo de varias industrias y de una editorial; Agustín de Semir, sobrino del importante financiero don Jaime; Antón Canyellas, joyero, que financia las editoriales Nova Terra y Oriflama, y, claro, el turbulento “profesor” Manuel Jiménez de Parga. Para terminar de definirlos recordemos que varios de ellos, como Solé, Andreu y Semir, fueron sancionados por participar en la Asamblea de Catalunya, donde llevó la batuta el PCE a través del PSUC, y las recientes multas a Trías, Solé, etc. Esta mezcolanza política y estos contactos entre nuestros capitalistas civilizados y extremistas políticos se repiten constantemente, lo mismo se entrevistan con don Juan como con los de la Junta Democrática de Carrillo. Así, en la famosa «cena de Aravaca», que dio en junio de 1974 don Joaquín Garrigues Walker, para presentar la “derecha civilizada”, estaban presentes Antonio Fontán, último director del diario «Madrid»; Camuñas, Tamames, Jiménez de Parga, Oreja Aguirre, Beneyto, Morodo, Auger. En las incalificables entrevistas de Bruselas de enero de 1975 y de Estrasburgo volvían a encontrarse Joaquín Garrigues; Calvo Serer, Camuñas, Vidal Beneyto, Morodo, Auger, Canyellas, Trías Fargas, Lasuén, en la primera; y con Calvo Serer, Beneyto, Morodo, Tierno Galván, Cossío, en Estrasburgo. Recordemos que Calvo Serer, Beneyto, Tierno Galván y Cossío pertenecen a la Junta Democrática de Carrillo. En otra reunión, en el Ampurdán, tenían que coincidir Areilza, Ruiz-Giménez, Joaquín Garrigues, Durán, Pallach, Tierno Galván, Andreu Abelló, Botanch, Tamames, Trías Fargas y Solé Barberá. Por la emisora británica BBC hacen declaraciones políticas Areilza, Ruiz-Giménez, Antonio y Joaquín Garrigues, Ridruejo, Jordi Pujol y Tierno, y semejantes nombres vuelven a sonar en Estoril o Lisboa. Se trata, asimismo, de un capitalismo sólo ocupado en crear fortuna y temeroso de que el «cambio» le pueda ignorar en el futuro Estas actitudes han merecido, claro, severos reproches y duros calificativos, entre otros, de don Alejandro Rodríguez de Valcárcel en Barcelona, de Suevos en «Arriba» o de don Luis María Ansón en «ABC». Este nos confirma que “en España, hoy, no es difícil tropezarse con algún alto financiero que hace suculentas operaciones bajo el ala protectora del Régimen, pero que se define como muy de izquierdas” y proclive al cambio. Y los conoce bien; estuvo también en Aravaca. Espero que haya quedado apuntada la existencia de un capitalismo revisionista, que pacta o se entrega a la Revolución para tratar de continuar en su situación de privilegio. Su estudio sociológico o político tiene varias vertientes. En este informe me reduciré a considerar sólo una de ellas, su complicidad con el aparato de propaganda de la oposición al Régimen del 18 de Julio, sus contactos con una prensa sistemáticamente demoledora y mendaz, con las editoriales rojas. Estas complicidades y contactos existen. Ansón («ABC», 20-5-75) dice crudamente: “Si despreciables resultan todas las gentes que políticamente pertenecen a la familia de las gallináceas, también habrá que medir con la misma vara a aquellos, burgueses, banqueros y aristócratas que se apresuran a nutrir las filas de la falsa izquierda y a financiar publicaciones y grupos de este signo para asegurarse su situación en el posfranquismo, como con parecidos procedimientos de incienso y sumisión se beneficiaron en el apoyo del Régimen”… José MALUQUER CUETO (continúa…)

Continúa el minucioso análisis de las conexiones entre capitalistas agitando la expectativa del "cambio”, usando la prensa como resorte.

Aparece el banquero Jordi Pujol como importante capo para catalanizar la prensa, ya en vida de Franco.

Revista Fuerza Nueva nº 462, 15- Nov- 1975 El capitalismo «civilizado» y la propaganda subversiva (II) Análisis de la gran actividad política inherente a la lucha por el poder en los medios de difusión II ...En la primera parte de este informe (Revista Fuerza Nueva nº 461) he señalado la presencia de un nuevo capitalismo oportunista y regresivo, que pretende pactar con los enemigos de la España del 18 de Julio, para situarse después del “cambio”. Da esta facción señales de una gran actividad política, de la que es prueba la pugna por apoderarse de los medios de difusión -diarios, revistas, libros- que usa utilitariamente, sin escrúpulos ni nostalgias. Veamos estos contactos. Trasiego periodístico En España suelen ser los periódicos y editoriales un mal negocio -papel caro, cortas tiradas y, por consiguiente, escasa publicidad-, y, sin embargo, asistimos desde hace poco a una febril movilidad en su propiedad, a un desmesurado afán de compra a precios anormalmente elevados y, claro, a algunos fracasos económicos. Así, por ejemplo: el «Diario de Barcelona», pese a que parece ser un negocio poco brillante, ha pasado, en pocos meses, de ser la propiedad compartida de Godó-Suqué, grandes fortunas ambos, a quedar Suqué solo, con otras participaciones menores; luego, Suqué - Santacreu, gran fortuna también, y, finalmente Santacreu solo. Los ejemplos podrían multiplicarse: «Nuevo Diario», «Noticiario Universal», «Tele-eXprés», «Correo Catalán», etc. En estos casos no se compra el periódico como negocio en sí, sino como instrumento, como palanca en la opinión pública para el grupo de presión adquirente. A veces, para explicar el giro rotundo al radicalismo, a la demagogia, a la agresión sistemática -caso del «Diario de Barcelona» con Suqué, del «Tele-eXprés» con Godó -se pretende que así aumenta la venta y la rentabilidad del negocio. La profunda inmoralidad de este proceder no precisa de comentarios, Es un ejemplo típico de la mentalidad del capitalismo clásico, que no admite más que un valor: el lucro. En realidad, no creemos que sea ésta la única motivación, se trata sobre todo de disponer de una plataforma demagógica. Aquí conviene recordar lo que dice el gran liberal don Salvador de Madariaga de la prensa en su obra «Anarquía o Jerarquía» (1934) y que resumimos: “La prensa se halla entregada a unos cuantos individuos que la explotan para fines privados. Subordina al interés público, es decir, la información fiel, al interés particular de la sociedad propietaria, lo que implica que cualquier interés privado pueda ejercer una censura sobre las noticias. Todo periódico puede, y así sucede con frecuencia, apelar a las pasiones más bajas y groseras de sus lectores. Sólo porque poseen tantas acciones de tal periódico, un corto número de personas ejercen inmensa influencia sobre la opinión. Concede a ciertas personas, propietarias de los periódicos, un arma muy temida sobre los hombres públicos, ya que la prensa puede hacer y deshacer carreras políticas”... Estructura de la prensa española: cuatro grupos Creo que ha llegado el momento de precisar con unos ejemplos los contactos de nuestro capitalismo de oposición con la prensa radical, de ciertos financieros, industriales o grandes Bancos con la revolución, sin pretender agotar el tema de la propaganda subversiva, que tiene otras facetas y envergadura. Tal vez sea conveniente exponer primero rápidamente, la estructura de la prensa en España, tema prácticamente inédito y poco conocido. Puede admitirse existen cuatro grupos de diarios, a saber: • La Prensa del Movimiento, con una cuarentena de diarios, pero de modesta tirada, de 15.000 a 35.000 ejemplares, pero que suman un millón, prensa hasta ahora casi inoperante a fuerza de sujeciones, pero que ha mejorado notablemente bajo la experta batuta de Emilio Romero, últimamente. Desgraciadamente, su saneamiento financiero ha llevado a la supresión de varios periódicos, sin tener en cuenta su utilidad política. Lugar aparte merece «Pueblo», de la Organización Sindical, dotado de gran autonomía y que tira más de 200.000 ejemplares. • Luego viene la prensa vinculada a “familias” o grupos políticos o a otras entidades, como ese partido político inconfesado llamado Editorial Católica con media docena de periódicos de corta tirada, excepción hecha de «Ya», uno de los más importantes diarios de España. Aquí encajan también «El Alcázar», adscrito desde hace poco a las Hermandades de Excombatientes, de gran alma patriótica y en proceso de modernización y extensión; «El Pensamiento Navarro», tradicionalista, y hasta ahora «Nuevo Diario», de torcida singladura política, desde que inexplicablemente se ha entregado la dirección a Martín Ferrand, eliminado como sanción oficial del «Diario de Barcelona», y a su mentor Manuel Jiménez de Parga. A esta relación habrá que añadir en su día el diario «El País», próximo a publicarse, que promociona José Ortega Spottorno, y del que son accionistas Fraga Iribarne, Ruiz Giménez y Gamero del Castillo. Sería interesante saber quién lo financia, ya sabemos quiénes son los padrinos. • Después hay que considerar los grandes diarios vinculados a grupos financieros familiares como «ABC», con más de 180.000 ejemplares, sólo en Madrid, y 90.000 en Sevilla, de gran influencia pública, liberal y monárquico, perteneciente a los Luca de Tena, en ligero retroceso; el importante «La Vanguardia», de Barcelona, 220.000 ejemplares, del Conde de Godó, periódico burgués, liberal también, con consentidas infiltraciones izquierdistas y catalanistas, progresistas (por ejemplo, Lorenzo Gomis, director de «El Ciervo» es subdirector); «El Noticiero Universal, de Barcelona, que fue de la familia Sedó-Peris Mencheta, y ahora controlado por elementos del Banco Condal, vinculados a Don José maría de Porcioles. • Finalmente, existen numerosos periódicos de mediana o pequeña tirada, pertenecientes a financieros o grupos, que por lo general, y, desde hace pocos años, han optado por la fórmula radicalismo, demagogia, agresión sistemática, manipulación y falsificación de las noticias, como son en Barcelona, donde la prensa diaria está más radicalizada que en Madrid, el «Diario de Barcelona», «Correo Catalán», «Tele-eXprés»; en Madrid, «Informaciones», «La Voz de Asturias», «El Pueblo Vasco», «Norte de Castilla», «La Voz de Galicia», etc. Vamos a considerar este grupo de indudable peligrosidad. Veamos quienes están detrás Veamos en primer lugar quién hay detrás de «Informaciones». En noviembre de 1974... financiaban el diario el Banco de Santander, Español de Crédito, Central y March. «Informaciones» que continúa la línea contestataria y con los lectores del diario «Madrid», es pues un negocio bancario... Consideremos ahora la prensa diaria contestataria de Barcelona, mucho más radical y numerosa que la de Madrid. El demagógico y agresivo «Tele-eXprés», que tira 35.000 ejemplares pertenece ahora íntegramente al «Imperio Godó»... La tónica extremista del diario se la dio su director don Manuel Ibáñez Escofet, nombrado por Godó después de cesar Carlos Sentís. El «Imperio Godó» incluye también con «La Vanguardia» a «Gaceta Ilustrada», «Mundo Deportivo», «Dicen», «Historia y Vida»... y múltiples participaciones que llegan hasta la mayoría de los escandalosos «El Papus» y «Barrabás». No olvidemos que don Carlos Godó figura en el ranking de las 50 primeras fortunas de Cataluña, según «Cambio 16». Otro caso de infiltración más claro es el del «Diario de Barcelona», el «Brusi» (unos 30.000 ejemplares) decano de la prensa española. Fue adquirido en los años de la liberación por don Carlos Godó y el gran español don Miguel Mateu, continuando con su línea tradicional: burguesa, prudente, moderadamente monárquica. Al fallecer don Miguel Mateu, heredó su participación, cerca del 50%, su yerno don Arturo Suqué, pero cayó bajo la férula del experto conde de Godó, que nombró director a don José Tarín Iglesias, dándole una orientación progresista y catalanista. La reforma no tuvo éxito, siguió bajando la venta y tomó la batuta Suqué, que nombró director a Manuel Martín Ferrand, jubiló o relegó a los redactores moderados y dio entrada a un nuevo grupo izquierdista: Antonio Álvarez Solís y José Guerrero, “incompatibles” en «La Vanguardia» y «El Correo de Andalucía», respectivamente; a Enrique Sopena, que procedía, a su vez, de «Madrid» e «Informaciones»; a José María Cadena, ultra “nacionalista” catalán y futuro director de «Avui»; a Antonio Franco, fundador de «El Papus», y a José Pernau, director después del cese-sanción de Martín Ferrand, y que no le cede en nada. El equipo Suqué imprimió un rumbo violentamente radical, izquierdista, catalanista, agresivo, azuzando todos los desórdenes y rebeldías, al otrora venerable y prudente «Brusi», con la pretensión declarada de mejorar el negocio, pero con otras intenciones evidentes para “después del cambio”. Arturo Suqué ocupa ahora en la economía catalana un lugar destacado con Calitax, DIMASA, Compañía Española de Financiación, etc. etc Despachados los Godó («Cambio 16», 10-2-1975) han vendido su participación a D. José Santacreu, importante en el ramo del comercio del automóvil, hombre fuerte del equipo de Fraga en Barcelona, que ha adquirido también (por 150 millones) la participación de Suqué recientemente, de orientación parecida, propiedad del «Brusi», del que es pues, responsable. Seguimos con las citas Hemos citado antes «El Correo Catalán», el más importante diario contestatario de Cataluña, si hay que atenerse a la tirada. Perteneció al Fomento de la Prensa Tradicionalista y en esa línea política militaba hasta que fue adquirido por un grupo financiero heterogéneo, en que destacaba como gerente don José María Baygual, presidente de la Unión Sindical Provincial de Empresarios, que le dio su orientación contestataria. Wifredo Espina, subdirector actual, arrinconando a los anteriores redactores, como Junyent, transformó el periódico, que pasó de derechista a izquierdista, catalanista, contestatario a ultranza, pero sin dejar, eso sí, el disfraz de Fomento de la Prensa Tradicionalista durante años. Recientemente ha adquirido el paquete de acciones mayoritario de Baygual, Jordi Pujol Soley, consejero ejecutivo de Banca Catalana, que así ya controla el «Correo. Esta compra forma parte de una vasta maniobra política de Banca Catalana a través de Jordi Pujol, para ir controlando la prensa catalana, dándole un matiz nacionalista catalán aún más acusado, pero con menos aristas izquierdistas. Banca Catalana había absorbido ya la «Gran Enciclopedia Catalana». Pujol había intentado con Botey, de Banca Catalana, también, hacerse con el importante «Noticiero Universal», maniobra fracasada porque el Banco Condal, léase Llarás, Folch, Vilar, etc. apuntalado por Rumasa, no vende por ahora. Jordi Pujol ha adquirido también la revista contestataria «Destino» por cincuenta millones, según parece, y la nacionalista «Canigó». Hay que citar aquí también el diario en catalán, aun nonato, «Avui», en avanzado estado de gestación, proyectado también por gentes próximas a Banca Catalana («Cambio 16», 10-2-75), apoyado por una potente y científica campaña de promoción, muy Omnium Cultural, con recogida intimidatoria de firmas y suscripciones. «Prensa Catalana», promotora de «Avui», declara que su característica dominante será la catalanidad. Ayudará a definirlo conocer nombres de sus promotores o presentadores, unos son artistas o intelectuales “ultracatalanistas” como J. M. Serrat, Guilermina Motta, Teresa Gimpera, A. Cirici, José María Castellet; otros pertenecen al capitalismo “ultracatalanista”, como Luis Carulla, Pablo Riera, A. Linati, Mauricio Serrahima, Ramón Trías Fargas, que ya conocemos, y otros son personalidades “nacionalistas” como el doctor Trueta o el abad de Montserrat, Cassiá Just. El señor Auger Mención especial merece don Sebastián Auger, de Barcelona, y su grupo «Mundo», con sus contestatarios «Mundo Diario», «Dossier Mundo», «Mundo Internacional», «Meridiano 2000»... No es preciso presentar al señor Auger, que ya encontrábamos en Aravaca o Bruselas, él se encarga de hacerlo con un talento envidiable en infinidad de almuerzos a periodistas, declaraciones y entrevistas, que se extiende a sus propias revistas; Auger es, además de aspirante a político, un importante empresario en inmobiliarias, terrenos, urbanización y fincas, que le ayudan a soportar su prensa y propaganda. Con esa dinámica ha logrado Auger se le incluya entre los políticos del futuro, en «Gentleman», «Actualidad Española» e incluso «ABC» y según los íntimos, entre los ministrables y disfrutar de importantes y sorprendentes protecciones, aun después del Opus por motivos menos claros. Recientemente ha sido objeto el señor Auger de un brutal ataque personal en la revista «Contrastes» (nº 6, 1-75). Auger ha reaccionado, demandando a «Contrates», pero no debiera haber olvidado que en sus revistas y periódicos emplea el mismo o peor lenguaje y táctica, por ejemplo, contras sus odiados “ultraderechistas”. (*) Dice «Contrastes»: “desde las páginas de la revista «Mundo» se viene jugando sin escrúpulos la baza de la apertura, o mejor, la baza antifascista. Así, se han publicado en sus páginas numerosos informes agresivos sobre la ultraderecha, y añade: “la ideología del señor Auger no se ajusta a ninguna doctrina de derechas o izquierdas, sino que se resume en una sola palabra: dinero”, y decimos nosotros: éxito. La intervención capitalista, comprobada Hubiera sido interesante el haber descubierto la financiación del resto de la prensa de oposición al Régimen; pero es ya excesiva la duración de este informe, que concluirá próximamente, tratando con la brevedad posible de las revistas y de las editoriales de libros subversivos, citando unos cuantos casos. Espero, sin embargo, que los ejemplos dados habrán bastado para probar la intervención capitalista, banqueros y acaudalados “managers” de la “derecha civilizada”, en la promoción y financiación de cierta prensa subversiva y de sistemática agresión al Régimen. Nos recuerda esto el final de la Monarquía alfonsina, cuando era un poderoso ariete subversivo «El Sol», que tenía tras sí a La Papelera Española y Calpe y los negocios de armas de un astillero gaditano. «El Sol» fue rescatado cuando era ya tarde. Se hundía ya la Monarquía de la restauración. (*) Por ejemplo, en el número de «Meridiano 2000» (nº 9 de septiembre 75) dedicado exclusivamente a denunciar y combatir los “fascismos” y la “ultraderecha, nos presenta a un joven, don Fermín Bocos, especialista en el tema en la Redacción y encargado de este número; ya antes en el número de «Mundo Internacional» (1667, 15/4/72) dedicado a los “guerrilleros de la derecha”. José MALUQUER CUETO (continúa)

... Ya en vida de Franco los progres denunciaban a los "nazis" y a la "extrema derecha":

Más sobre complicidades capitalistas con la subversión antifranquista: «Cambio 16», editoriales izquierdistas...

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Revista FUERZA NUEVA, nº 473, 31- Ene- 1976 El capitalismo «civilizado» y la propaganda subversiva (y III) Hemos visto en la segunda parte de este informe (FUERZA NUEVA, nº 462, 15-XI-75) cómo detrás de la prensa diaria de oposición subversiva descubrimos capitalistas “inteligentes”, que juegan la carta revolución para conservar su situación de privilegio. Con las nuevas revistas políticas de contestación sistemática y de agitación subversiva, que don Torcuato luca de Tena llama de «pornopolítica», que pululan de unos años a esta parte [1976] y de gran impacto en la opinión pública, se repite el caso. Motivos para avergonzarse De ellas ha dicho «Arriba» que “la profesión periodística tiene motivos para avergonzarse por el hecho de que unos aventureros políticos, con fondos reservados, están fundando publicaciones que se acomoden a sus designios. Detrás de estas revistas figuran gentes que no son de la profesión, que la han despreciado siempre en sus cenáculos, en sus negocios o en sus mentideros, pero que quieren aprovecharse de ellas”. En las de creación reciente, es decir, en las posteriores a la admonición de Santiago Carrillo a las “clases dominantes españolas” (que ya hemos visto en FUERZA NUEVA, nº 461), se puede descubrir que también suelen estar promocionadas, a veces fundadas, por neopolíticos capitalistas. Así ya hemos visto que detrás de la revista de la “gauche divine” barcelonesa «Destino», y detrás del nacionalista «Canigó» aparece Jordi Pujol, de Banca Catalana, y del ilegal Consell de Forces Politiques de Catalunya; con la extremista «Oriflama», el joyero Antón Cañellas, de la también “ilegal” Unió Democrática de Catalunya; con la antifascista «Mundo», el industrial Sebastián Auger; el vicepresidente de «Índice» es el financiero Antonio Garrigues Walker, de empresas multinacionales americanas. El caso «Cambio 16» Consideramos con más detención un ejemplo típico, que servirá de norma, el de «Cambio 16», la revista de oposición subversiva de mayor tirada. Entre los fundadores, los «16», encontramos nombres tales como don Juan Huarte Beaumont, de Papeleras de Navarra, Industrias Metálicas de Navarra, Cía. Ibérica de Pescados, Traviesas Armadas, Constructora Huarte, etc., de la familia que ha hecho toda su enorme fortuna en nuestra posguerra, al amparo de la paz de Franco, o don Alberto Lafita, consejero de Tabacalera, Sefisa Leasing, Sefipalma, y entre los accionistas al ilustrísimo señor don Rafael Pérez Escolar, de Carburos Metálicos; Laboratorios Lepetit, Potasas de Suria, Fasa-Renault, Banesto, etc.; a don Antonio García Campos, de Minera y Metalúrgica Los Guindos; a don J. L. Yuste, secretario general de la Transmediterránea; a don Antonio Ruiz de Alda, etc. «Cambio 16», revista de agitación, nació, sin embargo, hacia 1970, como revista de economía y finanzas, pero enseguida hizo el cambio. Esta argucia, que por lo visto bastaba ante el Ministerio de Información y Turismo para obtener la autorización, ha sido muy utilizada. Es el caso también de «Doblón», de «Mundo», de «Actualidad Económica». Este disfraz transparente es suficiente también, por lo visto, para que bancos, seguros, financieras de inversión y otras grandes empresas anuncian y publiquen balances, memorias a juntas generales y otros muy lucrativos comunicados, que encontramos entre propaganda socialista y ataques al sistema capitalista, el elogio de los separatismos, protestas contra la represión y exigencia de amnistía total, la justificación de todo desorden y violencia. Y el apoyo económico no termina aquí. Desnudos y subversión En las revistas políticas subversivas más antiguas el origen puede ser otro. A veces su motivación es puramente económica. Es el caso de algún semanario de gran venta que con desnudos en la cubierta y difamación y subversión en el texto ha logrado una excelente rentabilidad […«Sábado Gráfico» (¿?)]. Otro importante semanario rojo […«Triunfo» (¿?)] parece tiene un origen más turbio, el apoyo de un grupo judío holandés y el de PAX o IDO-C […catolicismo progresista]. Otras revistas contestatarias están mantenidas por grupos de religiosos “progres”, como «Hechos y Dichos», publicada por jesuitas de Zaragoza; «Serra d’Or», de los frailes de Montserrat, o el «Correo», de los Salesianos. ***** Vamos a considerar ahora el caso de las editoras de libros. Producen a menudo obras rojas por puro afán de lucro, único móvil del capitalismo. El cabecilla judío alemán de los estudiantes franceses en el levantamiento anárquico de mayo de 1968, Daniel Cohn Bendit, en la introducción de su obra «Le Gauchisme» (Seuil, 1968), dice: “En el sistema mercantil, los capitalistas están prestos a preparar su propia destrucción, divulgando ideas revolucionarias, con tal de que a corto plazo les dé dinero, aunque sepan que este dinero servirá para preparar cocteles molotov”, y así le adelantó 50.000 marcos, antes de que hubiera escrito una sola línea, la Rowohlt Taschenbuch Verlag. «Newsweek» ha publicado una información impresionante sobre las relaciones de las más antiguas y prestigiosas editoriales americanas y las voces más estridentes de la nueva izquierda. Así Simon y Schuster editó los panfletos anarquistas de Jerry Rubin; McGraw Hill, «Revolution of the Hill», de Abbie Hoffmann, y Ramdom la propaganda del “pantera negra” Bobby Seale, en tiradas enormes. Una parte de los beneficios se destina a sostener la revolución. Así Abbie Hoffmann ha declarado que entregó sumas considerables a los “panteras” y a Al Fatah, porque lo único que le interesa es destruir la sociedad. Este es también el caso de algunos de los más importantes editores españoles. En cambio, el caso del editor italiano Feltrinelli, millonario y disoluto “playboy”, que financiaba y armaba a los asesinos de Brigadas Rojas y a Baader Meinhof, muerto al intentar volar por sí mismo una línea de alta tensión, no parece tener aún imitadores entre nosotros, pues no llega a tanto cierto acaudalado editor barcelonés que se declara militante comunista y amigo del Che Guevara y que ha recibido importantes sumas de dinero de Castro. La «Intelligentsia» Pero ahora se da en España el financiero o gran industrial que mantiene una editorial de izquierda para hacerse una plataforma política y congraciarse con la “intelligentsia”. Así la más extremista editorial catalana, Ediciones 62, que fue fundada por emigrados alemanes en la época hitleriana, los Cahner de Bonn, está financiada por Antoni Moragas, consejero de Banca Catalana. La editorial socialdemócrata Nova Terra la mantiene el joyero Antón Cañellas. Los financieros e industriales Ramón Trías Fargas, del Banco Urquijo y de la “ilegal” Esquerra Democrática de Catalunya, y Joan Raventós, de Convergencia Socialista de Catalunya, controlan varias importantes editoriales. Otro ejemplo interesante es el de Ediciones Taurus, de Madrid, que pertenece al excelentísimo señor don Arturo Fierro Viña, presidente de Naviera Fierro, Fasa-Renault, Banco Industrial Fierro y consejero del Banco Ibérico, Financiera Fierro, Transatlántica, Tabacalera, etc., que situó en la dirección de la editorial al ex sacerdote don Jesús Aguirre con un equipo procedente de «Cuadernos para el Diálogo». La lista de autores publicados define sin dejar lugar a dudas la editorial. Ahí van: Aranguren, Adorno, Besteiro, Castellet, Habermas, Marcuse, Merleau Ponty, Morodo, Mounier, Russell, Teihard de Chardin, Tierno Galván… Es también interesante Ediciones Alfaguara, de don Jesús y don Juan Huarte Beaumont (que ya encontramos en «Cambio 16»), editorial de Manuel Jiménez de Parga –que también está en la revista «Guadiana», en el «Diario de Barcelona», en «Nuevo Diario»-, Ramón Tamames, que se declara socialista… Sería interesante… Sería asimismo interesante poder detallar la historia del ex Esquerra de Reus, Grijalbo, y su editorial mejicana y cómo vino ésta a España; de Ayuso, Ariel, Anagrama, Siglo XXI, Zero y ZYX, pero nos levaría demasiado lejos. Creo que, con lo apuntado, a lo largo de todo este informe, quedan evidentes las extrañas concomitancias de cierto capitalismo con la subversión. José MALUQUER CUETO

Si fuera de España el “escándalo” de las ejecuciones de septiembre de 1975 de cinco terroristas de ETA y FRAP, asesinos de policías y guardias civiles, fue acompañado de alborotos callejeros y asaltos a las embajadas españolas en París, Roma, Lisboa; en España, el escándalo real lo dio Pablo VI, poniéndose del lado de los terroristas asesinos de policías; para Pablo VI y su Conf. Episcopal taranconiana era incomparablemente más culpable y sanguinario Franco (que por cierto había conmutado la pena de muerte a otros seis terroristas). Llovía sobre mojado, porque Pablo VI y los obispos nunca condenaban los asesinatos de policías, guardias y militares a manos de ETA. Pero los terroristas sí tenían club de fans entre el clero y obispos, sobre todo vascos.

Aquí una muestra de lo que sentía la gente de la calle de entonces (aun sin "democracia" ), la repulsa contra Pablo VI, Tarancón y sus obispos, etc, en este caso por una agrupación carlista:

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Revista FUERZA NUEVA, nº 461, 8-Nov-1975 Junta Carlista de Defensa de Castilla la Nueva CARTA AL CARDENAL VILLOT Eminentísimo y reverendísimo señor cardenal Jean Villot. Secretario de Estado de Su Santidad. Ciudad del Vaticano. Eminentísimo y reverendísimo señor: La Junta Carlista de Defensa de Castilla la Nueva cumple hoy el penoso deber de dirigirse a vuestra eminencia reverendísima con ocasión de las palabras pronunciadas por S. S. el Papa Pablo VI, en las que dedica una “vibrante condena de una represión tan dura que ha ignorado incluso los llamamientos que de todas partes se han elevado contra aquellas ejecuciones”, haciendo constar que también él había pedido clemencia, incluso utilizando la canonización de San Juan Macías como pretexto para forzar a las autoridades españolas a conceder un indulto que ya había sido otorgado. Sin duda alguna, el Augusto Pontífice olvidó en aquel momento la doctrina común de teólogos y juristas católicos tan ilustres como Santo Tomás de Aquino y Alfonso de Castro, doctrina recordada por el llorado Pontífice Pío XII, de santa memoria, y que puede verse en autor tan conocido y de tanta solvencia como Jolivet, para el cual el Estado tiene el derecho de pronunciar la pena de muerte cuando es el único medio eficaz para cumplir su misión de defensa de la sociedad. Resulta triste y doloroso para los católicos españoles que unas penas dictadas por unos tribunales legítimamente constituidos, y que sentencian con arreglo a las leyes procesales dictadas por quien tiene el supremo cuidado de la comunidad, sean equiparadas por el Romano Pontífice con los crímenes cometidos por quienes no buscan sino la destrucción de la sociedad y de la civilización cristiana. Las palabras del Pontífice han venido a sumarse a las pronunciadas por los portavoces de la revolución enemiga de cristo y de Su Iglesia. Y si es cierto que como Padre común de los fieles puede pedir clemencia, no debe ciertamente reprobar el ejercicio de la justicia, en cuanto la humana, con sus fallos y debilidades, es un reflejo, siquiera imperfecto, de la Justicia divina, que a todos nos juzgará en el último día de nuestra vida. Ha olvidado el Romano Pontífice, al parecer, que los sentenciados a muerte eran unos vulgares asesinos, que mataban por la espalda a sus víctimas, y que éstas eran guardianes del orden y de esa misma justicia, fruto de la cual es la paz. ¿Quiénes, por otra parte, han movido la campaña antiespañola, sino las fuerzas del mal y de la revolución, que durante tres años redujeron a España a escombros y asesinaron a obispos, sacerdotes y seglares por ser soldados de Cristo? ¿Y a éstos es a quienes ahora ignora Su Santidad, al condenar a quienes condenan a los hijos y herederos espirituales de sus asesinos y de sus verdugos? Bien pudiera ser que el Augusto Pontífice recuerde que entre los defensores de los enemigos de Cristo estaban parientes suyos, uno de los cuales duerme su último sueño en tierras regadas por la sangre de tantos mártires como entonces morían pidiendo perdón para quienes los ejecutaban. Más, mucho más nos agradaría a los católicos españoles que el Augusto Pontífice, en vez de fomentar actitudes de odio y de rencor contra España, cuyos reyes se honraron en llevar la Cruz por los confines del mundo entonces conocido, condenase doctrinas y personas que se prevalen de su condición eclesiástica para perturbar la conciencia de los fieles. El es, por encargo de Cristo a San Pedro, quien ha de confirmar en la fe a sus hermanos. Y ahora estamos asistiendo a todo lo contrario. Que el Espíritu Santo ilumine al Vicario de Cristo y le haga ver que con palabras como las pronunciadas hace pocos días no ganará en modo alguno la simpatía y el afecto de los católicos españoles, que saben muy bien hasta dónde llega el magisterio infalible de Roma y cuáles son sus límites. Estimamos, eminentísimo y reverendísimo señor, que con lo dicho queda suficientemente claro cuál es el sentir y la opinión de la Junta Carlista de Defensa de Castilla la Nueva, heredera espiritual de quienes lucharon por Cristo y por su Iglesia, como lucharemos siempre que se vea amenazada, hasta derramar por tan santa causa hasta la última gota de sangre que corre por nuestras venas. Pero en nombre de Cristo pedimos que se nos juzgue con justicia y que no se interfiera en nuestros asuntos internos, ni aun siquiera invocando la condición de Pontífice Romano. Besa con todo respeto la sagrada púrpura de vuestra eminencia reverendísima, Por la Junta Carlista de Defensa de Castilla la Nueva, Alfonso TRIVIÑO DE VILLALAIN

Tras la campaña internacional y consiguientes disturbios callejeros en Europa contra el régimen español por la ejecución de cinco terroristas de ETA y FRAP, a fines de septiembre de 1975, y ante la respuesta terrorista y oleada de asesinatos contra miembros de Fuerzas de Seguridad en España, que no suscitaba ninguna condena por Pablo VI y mons Jubany, cardenal arzobispo de Barcelona.
Otra opinión indignada:

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Revista FUERZA NUEVA, nº 461, 8-Nov-1975 A los silenciosos Ahora resulta que los perros que ladran piden silencio; silencio para los asesinatos. No hay que “sensibilizar” al “país” con las muertes de españoles de primera categoría, inocentes asesinados sin más por la escoria criminal, jaleada por el idiota Olof Palme; no hay que hablar de estas víctimas que suman nueve cuando escribimos, a partir de las cinco ejecuciones que hirieron tan cristianamente [IRONÍA] desde los más conspicuos perreristas hasta Pablo VI, que, después de lo del 21 de septiembre, que nos hizo abrir desmesuradamente los ojos, añadió el célebre 28 de septiembre, el día que pasará a la historia de las homilías, estas frases para la historia, no de la Iglesia sino de Pablo VI: “Pero a esta condena (la de los atentados terroristas que NO CALIFICÓ DE ASESINATOS) debemos añadir también una VIBRANTE condena de una represión tan dura que ha ignorado incluso los llamamientos que de todas partes se han elevado contra aquellas ejecuciones”. Se olvidó, como todos, de los seis indultos. Inexplicable, si no fuera porque, como en las películas de misterio, ahora, por fin, nos lo explicamos todo… Silencio sobre los asesinatos [TERRORISTAS]. Silencio sobre los indultos [DADOS POR FRANCO]. ¿No es ya bastante? ¿Quién puede extrañarse de que se hable como se habla dentro de los templos progresificados, separatistizados, moralmente destrozados? Creíamos que, cuando se produce un acto subversivo, el empresario o dueño del local donde tiene lugar es responsable y el local es sellado. ¿Cuántos templos han sido sellados? Leemos que Iniesta, no el teniente general don Carlos Iniesta, sino Iniesta, el auxiliar de obispo, ya ha vuelto a Madrid. Aquí, señores, no pasa nada. Aquí somos civilizados, no estamos en la Europa de los salvajes de París, de Italia y de Portugal. No estamos en la Europa del primer imbécil sueco, digo, del primer ministro. Aquí, por lo visto, se puede hacer todo, siempre cuando sea contra el Régimen de Franco, que es el ÚNICO que nos dejó vivir en paz años y años, después de los cacaos continuos de cuando éramos tan demócratas; que nos ha dejado vivir en paz hasta que aparecieron los cleriguillos del Norte y después los de Montserrat y después los separatistas catalanes pidiendo obispos ídem, amamantando las Comisiones Obreras comunistas y todo el tinglado de lo que ha venido después por sus pasos contados. Pasito a pasito, probando la paciencia, hasta el crimen repugnante de asesinar al primer policía armado o al primer guardia civil que a mano viene, en muchos casos, sin saber los asesinos ni siquiera quién era. No hablemos del magnicidio del Almirante, todavía impune. ¿Qué haremos, Iniesta, qué haremos, Pablo VI, si los pescamos? ¿Ponerlos en un hotel de cinco estrellas? Porque más sangre, no, por favor. No quieren no, más sangre culpable; solamente sangre inocente. ¿Qué haremos, señor Jubany, si la vida es tan importante, la de los criminales, por supuesto? ¿Y la de los que caen asesinados por las calles? ¡Ah! Esto es otra cosa; eso no son penas de muerte y los jurídico-político-cleriguillos no se meten en esto. Silencio, señores; silencio sobre asesinatos terroristas. Hablemos de democracia, de terceras vías, de aperturas, participaciones y demás zarandajas. [IRONÍA] Los muertos, al hoyo; sobre todo mientras no toquen la mejilla de un cleriguillo o de uno de estos de la sagrada misión informativa, porque entonces el escándalo se oiría hasta en Roma, donde se hieren los corazones también selectivamente. Ramón Castells Soler

Frente a la prevista Monarquía del 18 de Julio, denuncia el articulista cómo, alterando sibilinamente el léxico se pretendía hacer pasar inadvertidamente a otro tipo de legitimidad puramente borbónica-liberal :

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Revista FUERZA NUEVA, nº 461, 8-Nov-1975 Legitimidad El 30 de octubre los poderes públicos, en cumplimiento de las leyes vigentes, han hecho recaer la Jefatura del Estado en la persona del sucesor a título de Rey, el Príncipe Juan Carlos. Así las cosas, todavía podemos leer en letras de imprenta “la reinstauración” y la alusión al “depósito de legitimidad histórica” radicado en la persona del jefe de no sé qué casa. ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Hasta cuándo tolerar el que se propugne “una España bien distinta de aquella otra que alzó al caudillaje a un joven general”? No, señor mío: la distinción hay que hacerla sobre la España que nos había conducido a aquella coyuntura. Desde ella ya no queremos otra España, sino aquella precisamente: la que elevaba a Franco sobre el pavés y en la que radicaba y radica la única legitimidad posible. J. Sánchez Robles

Otra confusión inducida de efecto paralizante en las Fuerzas Armadas, que pasan a considerarse un elemento “apolítico”, (o sea, invitadas a dejar hacer a los políticos rompe-patrias), bastardeando su deber político de su defensa de la Patria y principios... defensa rebajada al nivel caprichoso de las componendas político-partidistas.

Cantinela que duraría diez años, hasta mediados de los 80, ya después del 23-F , en que “la frágil democracia” se vio libre del peligro de ser “desestabilizada por extremismos de uno y otro signo”:

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Revista FUERZA NUEVA, nº 461, 8-Nov-1975 ¿No políticas? Creemos que aquí y ahora, en esta circunstancia española donde se han desvalorizado ciertos conceptos y se han tergiversado las raíces de ciertas palabras, es necesario puntualizar. Yo no dudo que la mayoría de nuestros generales, jefes y oficiales han entendido en su recto y justo sentido la orden recibida públicamente y tan cacareada por cierta prensa. Pero… ¿Qué es lo que se entiende por ser político, hoy, en España? Antiguamente, en los desastrosos tiempos de los partidos y partidillos, partidas y grupos de mangantes, ser político era dar el nombre a un color determinado, era afiliarse bajo el mando de un cacique, era obedecer, dentro del cuartel, las directrices de politicastros… o masones. Bien claro se vio en los tiempos de la República y sobre todo el 18 de Julio. Pero… Hoy nos tildan de políticos a los que defendemos las esencias de nuestra historia, a los que salimos a la calle a defender nuestra bandera y a los que nos lanzamos ante la chusma alimentada por el extranjero gritando a voz en cuello: ¡Viva España! Pues bien, creo –con el máximo respeto- que el Ejército y la Marina y nuestras Fuerzas Aéreas –y todos los servicios auxiliares- deben hacer política en el sentido en que hoy se adjetiva la política en nuestra Patria. Ser patriota es ser político. Y somos, pues, en este sentido, políticos. Y si todos debemos ser defensores de esta esencial y fundamental política patriótica, mucho más, obligados de profesión, lo deben ser todos los elementos de nuestras Fuerzas Armadas. No nos dejemos engañar por aforismos o fantasmas de falso vocabulario. No somos políticos de partido, los odiamos, los hemos sufrido en nuestras propias carnes. Pero si hoy nos llaman políticos porque defendemos un 18 de Julio y la gloria de nuestra España, somos políticos, lo somos hasta la médula de los huesos, y exigimos que lo sean nuestros hombres de uniforme. No soy militar. He sido soldado de segunda cuando el deber me lo exigió, aunque se me había pasado la edad militar. Y lo menos que podemos pedir hoy a todos los hombres que visten glorioso uniforme es que sientan la misma “política” que nosotros. Y todo lo demás son pamplinas y cataplasmas muy peligrosas. Andrés MONTMAJOR

Más confusiones en un ambiente equívoco y enrarecidísimo: tampoco nadie era ya “de derechas”...

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Revista FUERZA NUEVA, nº 461, 8-Nov-1975 De “derechas” Ayer asistí a una reunión de cierta hermandad de excombatientes. Sin duda, allí estaban los mejores, los más dedicados a la salvación de la verdadera España. Tipos íntegros, de pelo en pecho, aunque ya poco coronando las testas. La conversación, densamente política. Pisando la realidad de hoy. De pronto, con motivo de un personaje muy actual, uno soltó: -Es que yo no soy de derechas. -Ni yo, por supuesto. -Yo, jamás lo he sido. El cuarto era yo, y callé. Todos llevaban en sus solapas, comprometidos y valerosos, una de las insignias más gloriosas de la historia de España. De la España del 18 de Julio. Y, en casa, he dado vueltas a la anécdota. Es sintomática. Es inexplicable. Le busqué soluciones. Di, a mi parecer, con dos: o la palabra “derechas” nos la han desvalorizado los enemigos y “ciertos no tan enemigos”, con un sentido burgués y capitalista, de defensa de la Banca y los grandes monopolios, de una aristocracia antañona, de unos formulismos pasados de moda, de los que vapulean “la violencia venga de donde venga”, de capa para esconder latifundios y dar largas a las situaciones cobardonas, para sembrar confusionismos religioso-demócratas, para embobar a esa masa de bobos inútiles, etc., o realmente la palabra “derechas”, en su sentido único y genuino, está tan desacreditada por la actuación de muchos, que se autotitulan derechas, por la actuación acaramelada de tantos discursos y poco hacer, de muchas asambleas y poco concretar, de largas lamentaciones y poco arrimar el leño al fuego y de añorar tiempos pasados y no saber saltar a la calle en el momento oportuno… Y sin embargo… Para mí es indiscutible que somos y hemos de ser de derechas. Fuimos de derechas el 18 de Julio. Lo fuimos hasta el heroísmo. Y el concepto, por mucho que lo quieran afeminar los de siempre, sigue con aquel vigor de bravos que se jugaron, cara a cara, el todo por el todo, a lo hombre hombre. VARA DE RUBLE

Contra la impunidad de la "marcha verde" marroquí para invadir el Sáhara español, y el problema militar de fondo:

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Revista FUERZA NUEVA, nº 462, 15-Nov-1975 El Sáhara Cuando escribimos la presente crónica, la denominada “marcha verde” marroquí al Sahara ha llegado al límite de lo que podría ser, de continuar, la gran tragedia para ese pueblo y la posibilidad igualmente trágica para España de tener que legar a un enfrentamiento armado con Marruecos. Y mientras el “valeroso” Hassán, el monarca alauita, que dictatorialmente gobierna a su pueblo, dando una gran prueba de “prudencia”se ha quedado atrás bien instalado en su palacio o en su puesto de mando de la retaguardia, en lujoso Mercedes; mientras sus súbditos se cuecen en las dunas y pueden morir tristemente rezando a Alá y acordándose de ese “glorioso embarque” que con ellos ha efectuado su soberano y jefe espiritual religioso. Pero todo esto es bien grave, pese a las pequeñas licencias que nos permitimos con la ironía que en cierto modo realizamos al escribir sobre el caso. El Sáhara, sea el resultado que sea, quedará en nuestra historia patria como la más clara muestra de una terrible equivocación política; como la demostración de una ausencia total de una política internacional española en estos últimos tiempos; como una muestra peligrosa de hasta dónde puede llegar una política interna centrada en dar de lado a nuestras Fuerzas Armadas, de destruir una industria militar necesaria y básica; de nuestra dejación de ser un auténtico Estado con fortaleza interior y sobre todo exterior, que haga se nos tenga en cuenta y se nos respete en el concierto de las naciones. Nada de esta situación en que ahora nos encontramos hubiese sido posible si, en lugar de mantener unos Ejércitos magníficos en sus hombres, en su preparación moral, patriótica y técnica, con auténtico espíritu de servicio y sacrificio, pero carentes de medios materiales y del instrumental bélico adecuado –no olvidemos el imbécil y casi traidor triunfalismo que se ha venido alardeando de que España destinase a su presupuesto militar el tanto por ciento más bajo de todas las naciones de Europa y casi de todo el mundo-, se hubiese llevado a cabo una reorganización de nuestras Fuerzas Armadas –tantas veces pedida en estas páginas- … Dando a nuestras Fuerzas Armadas los pertrechos, los instrumentos de combate para poder realizar su altísima misión y no tener que sufrir la inferioridad armamental frente a Estados que, histórica, práctica y políticamente , son inferiores a nosotros en todos los aspectos, así como en cuanto a pueblo y nación en armas… Ramón de Tolosa

Católicos mejicanos denuncian al presidente Luis Echeverría, muy activo en la campaña internacional contra España, tras las ejecuciones de terroristas, en septiembre de 1975.

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Revista FUERZA NUEVA, nº 462, 15-Nov-1975 RESPETO A LA SOBERANÍA DE ESPAÑA Nota de la Unión de Católicos Nacionalistas Mejicanos MÉJICO, 14, D. F. 3 de octubre de 1975 Ante la campaña global desatada contra España, madre de las naciones católicas de América, campaña realizada por la internacional masónica socialista y el comunismo mundial, queremos hacer pública nuestra opinión: 1. La decisión de las legítimas autoridades españolas de ejecutar a los terroristas urbanos, asesinos a mansalva de los guardianes del orden público, es asunto que, conforme a la doctrina Estrada, que norma la conducta internacional de Méjico, no pude ser de la competencia del señor presidente, Luis Echeverría y de otras entidades y personalidades, que pretenden intervenir en los asuntos internos de España, contradiciendo así las tesis jurídicas que siempre ha defendido Méjico en materia de derecho internacional. 2. Carecen de estatura moral para opinar sobre los mencionados sucesos Gobiernos como los de Hungría y Checoslovaquia, cómplices del asesinato de millares de sus compatriotas, perpetrado por las hordas del imperialismo bolchevique. 3. Pedimos a Dios por intercesión de Nuestra Señora de Fátima, especial protección para el catolicismo español, para que, así como pudo, en 1936, lograr la única derrota militar que se conoce del comunismo, pueda en esta hora de tinieblas continuar la vocación católica española, común a las naciones iberoamericanas. ¡VIVA CRISTO REY! Ing. Anacleto González Flores, presidente, y Miguel Bustos, secretario

Otro artículo durísimo contra la chulería de la “internacional vaticana” y su capo en España J. Ruiz Giménez. (Las referencias al “paternal caballero” lo son al Santo Padre):

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Revista FUERZA NUEVA, nº 462, 15-Nov-1975 Al contrafuero Presentado por el señor Ruiz-Giménez y sus satélites de las llamadas Comisiones de Justicia y Paz. En cierta ocasión, el ministro señor Ruiz Jarabo hizo público que todavía era la hora que estaba esperando que Ruiz Giménez y sus secuaces se tomaran las mínimas molestias que señala el dichoso Concordato para la constitución de toda esta pléyade de asociaciones llamadas religiosas o apostólicas. Ruiz-Giménez, que no se anda por las ramas, dijo públicamente que el Papa las había mandado constituir, y ello bastaba. Esto apareció en una página que se titula alegremente «Religión y Tiempo». Significa que, si no ha cumplido todavía el famosísimo ex ministro de Educación los mínimos trámites señalados, cosa más que probable, porque aquí es Jauja en todo lo referente a la internacional vaticanista, significa, repetimos, que las Comisiones Justicia y Paz son ilegales. Y he aquí que estas llamadas Comisiones, que se reúnen libremente en Montserrat para decir que no hay derecho de reunión, tienen la ocurrencia de presentar objeciones al Decreto-Ley sobre represión del terrorismo. Posibilidad de contrafuero. El hecho de que, mientras las comisiones citadas parían esta brillante idea, murieron asesinados otros nueve servidores del orden cristiano, católico (con permiso del paternal caballero) y español, no importa. Aquí de lo que se trata es de salvar pieles asesinas. Ni justicia, ni paz, ni reconciliación, ni narices. Si la Administración se pusiera en jarras, y las Leyes Fundamentales, y todas las leyes se cumplieran a rajatabla, no existirían las Comisiones Justicia y Paz, el señor Ruiz-Giménez estaría informando permanentemente en Roma en directo al paternal caballero y dudamos muchísimo que el señor cardenal siguiera en Barcelona. La perrera se pasa media vida hablando de los que disfrutan de privilegiadas posiciones. ¿Quiénes son, si no, los amparados por la internacional vaticana? Decíamos el otro día, si es que FUERZA NUEVA ha tenido a bien publicarlo (y vemos que hablamos con cierta oscuridad), que este Régimen puede ser criticado parcialmente por falangistas, tradicionalistas, alfonsinos, republicanos, centristas… porque no ha sido exactamente nada de todo eso. Lo que nos olvidamos de decir es que si hay un estamento que no tiene derecho a abrir la boca, suponiendo que quiera hacerlo con un mínimo de dignidad, es el estamento eclesiástico; desde el paternal caballero al sacerdote guevarista. Esta gente ha hecho lo que le ha dado la gana cuando el Régimen era tan “autoritario”, cuando empezó la apertura, ayer y hoy. Cuatro multas de mala muerte no son sino una risa para ellos, porque dinero lo poseen a calderadas. No los sacerdotes de verdad (y con esto nos entendemos), sino todo el clericalismo bajo, mediano y alto, que disfruta de “pasta” catalana, de asociaciones a barullo, de bendiciones en cadena, de permiso para el remoloneo, la protesta, el separatismo, la subversión oral y escrita (que precede invariablemente a la subversión terrorista) y para todo cuanto se les antoja. Excepto, repetimos, los sacerdotes de verdad, que viven de puro milagro con la miseria que reciben en ciertas diócesis regidas por ciertos obispos; o arzobispos; o cardenales. Es bien verdad que Dios escribe recto con renglones torcidos. ¿Ahora contrafueros, don Joaquín? Y después, ¿qué haremos? Ramón Castells Soler

Se denuncia el doble rasero de la “internacional vaticana”, escandalizada a voz en grito con los comunistas, ante la ejecución de cinco terroristas que asesinaron vilmente a guardias civiles en España... frente a su silencio rastrero ante el demócrata De Gaulle, que había mandado fusilar, pocos años antes, a militares patriotas en Francia.

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Revista FUERZA NUEVA, nº 462, 15-Nov-1975 DE LA OSTPOLITIK A LA SUBVERSIÓN … Michel Fromentoux, bajo el título “Une indignation suspecte” sobre los últimos hechos españoles acaba de escribir en «Aspects de la France» del 9 de octubre de este año. He aquí los párrafos más significativos de ese trabajo: “Que se nos comprenda bien: la decisión que había de tomar el Caudillo, indultar o ejecutar a cinco terroristas condenados a muerte, era de la más alta gravedad. Para un jefe de Estado cristiano, las referencias supremas, en un caso semejante, son las de la Biblia y las de la enseñanza de la Iglesia. Es normal que el Papa, la más alta autoridad religiosa, y los obispos españoles, custodios de los valores espirituales que atañen al Estado, se dirigieran personalmente al General Franco para pedirle de sopesar el pro y el contra a la luz de la fe. Las cosas, desgraciadamente, no ha sucedido así. El Soberano Pontífice ha intervenido con gran aparato de publicidad, en el que se han mezclado una multitud de obispos y sacerdotes de todos los países, particularmente de Francia, desconocedores de los problemas españoles. Así, lejos de revestir un carácter pastoral, las declaraciones de antes y después de las ejecuciones han tomado la figura de tomas de posición públicas destinadas a dictar al Jefe del Estado español una conducta política, y después, a condenarla. Un principio tradicional y constante de las naciones occidentales cristianas ha quedado menospreciado: la distinción entre lo espiritual y lo temporal… Juzgamos anormal que se condene en nombre de la caridad cristiana a un Jefe de Estado que tenía todas las razones de pensar que su clemencia sería considerada como un reconocimiento de debilidad. Es fácil, en efecto, señalar que la subversión se hubiera visto reforzada y que los asesinatos de policías se habrían multiplicado. La guerra civil quizás habría sido la salida, y entonces, no de cinco hombres con las manos manchadas de sangre, sino de millares de inocentes que el Caudillo, claudicando, habría sentenciado a muerte. Según el derecho natural, y también según la Ley de Dios, el primer deber de un jefe de Estado está en asegurar la paz, la unidad y la perennidad de la nación. Esto no pertenece a los obispos. Es él el que deberá responder, delante de Dios y de la historia, de su gestión en la cosa pública… Fuera de lugar, estas intervenciones clericales son también hipócritas y sospechosas. ¿Quién se acuerda de unos que, bajo la orden de un tal Charles de Gaulle, como los valientes soldados Bastien-Thiry [año 1963], Dovecar, Piegts, Degueldre, fueron fusilados? La indignación tiene un sentido curiosamente único, y hay que denunciar aquí la complacencia mórbida con que cierto clero mira a los que destruyen las comunidades nacionales. Solo merecen su emoción hombres como esos cinco terroristas españoles que, llevados de su odio al Régimen, quieren destruir la unidad de la nación española. Por el contrario, a sus ojos no tiene ningún interés un gesto como el de Bastien-Thiry inspirado por la exasperación ante un presidente de la República que atacaba la integridad moral y territorial de la nación francesa. Si el acto violento es de inspiración revolucionaria, merece automáticamente el perdón, pero si el acto violento es de inspiración contrarrevolucionaria, apuntando al mal en su raíz, no merece más que indiferencia y despecho… Injuriando al General Franco, que actúa para la salvaguardia de la civilización cristiana, después de que en años pasados tácitamente se ha aprobado a Charles de Gaulle, cuyo poder era dirigido contra los defensores de la civilización cristiana, los hombres de Iglesia, ávidos de querer hacer oír sus voces, han demostrado que mienten cuando pretenden “condenar la violencia venga de donde venga”, pues su pasión en condenar aquello que está al servicio de la nación histórica demuestra que están al servicio de ideologías falsas y de instintos anarquistas. Se podrían contar con los dedos de una mano los prelados que se han sentido turbados sobre la muerte de los franceses argelinos expoliados o de los policías fríamente asesinados. Este clero charlatán oculta bajo un vocabulario caritativo su avidez de hacerse aceptar por la intelligentsia de moda. Siembran la confusión en un problema político.”