ESPAÑA Y EL ROMANTICISMO.
El Romanticismo nace en Inglaterra y Alemania hacia 1800, pasando luego a Francia, donde no triunfará hasta 1830 con la publicación de "Hernani" de Víctor Hugo. España, más que un país de románticos, es un país romántico. Así lo entendieron los románticos que visitaron nuestro país a lo largo de todo el siglo XIX. España era para los románticos europeos -y americanos (Washintong Irving)- destino obligado. En España -creían los románticos- pervivía todavía un estilo de vida muy diferente al europeo; el rico patrimonio histórico, artístico y folclórico de España inspiró a los románticos (Lord Byron hizo sus respectivas versiones de "Los Infantes de Lara" y "Don Juan"); el "Quijote" era símbolo para los románticos del idealismo contrariado por la realidad; los valores medievales pervivían en el pueblo español -según la idealizada visión romántica. También ocurría que los muchos siglos de Islam en nuestro suelo hacían de España un país que los románticos entendieron mezcla de Europa y África ("Cuentos de la Alhambra" de Irving). Medievalismo y exotismo eran combinaciones muy queridas al espíritu romántico. Por eso no es de extrañar que España se impusiera en la mentalidad de los románticos europeos.
No obstante, España cuenta con un precursor del romanticismo. Nos referimos a José Cadalso y Vázquez, autor que hay que entenderlo como perteneciente a la Ilustración, pero que con sus "Noches lúgubres" Cadalso, anticipándose al romanticismo propiamente dicho, lo inaugura en 1798.
Sin embargo, la introducción del romanticismo en España es lenta. Es a partir de 1810 cuando comienza la tímida difusión de las teorías románticas alemanas y con ellas la defensa de la tradición literaria española. Pero el triunfo del romanticismo en España será en 1835 con el estreno de "Don Álvaro o la fuerza del sino" del Duque de Rivas.
La penetración del romanticismo en España se efectúa por dos caminos: Cataluña y Andalucía. Por la parte levantina nos llegará un romanticismo de tendencia tradicionalista (la revista "El Europeo" y las muchas traducciones de Walter Scott y Chateaubriand son prueba de ello). En cambio, Andalucía -y luego Madrid- reciben la corriente revolucionaria romántica (encarnada en Europa por Byron y Hugo).
Las influencias extranjeras sobre el romanticismo español son variadas, pero prevalecen las de signo francés.
Podemos distinguir tres fases del Romanticismo español:
-La primera la representan el periodista Mariano José de Larra y el político Martínez de la Rosa.
-La segunda estaría representada por el Duque de Rivas y José de Espronceda: es el fervor del romanticismo.
-La tercera -donde culmina la nacionalización del movimiento romántico- está encarnada por la figura de José Zorrilla.
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