Respuesta: Hedonismo
Es el hedonismo es una de esas tendencias filosóficas (habría que añadir, "pardas") que por proceder de los siglos de la Grecia antigua, parecen destinadas a ser intocables, cuando lo cierto es que son detestables.
Surgida del epicureísmo, y cultivada por los cirenaicos, en realidad no propugna el placer como supremo bien, sino la ausencia de dolor como máxima a la que se debe aspirar. Por ello, también era una postura adoptada por algunos ascetas, ya que dicha ausencia de dolor permite el logro de la ataraxia o imperturbabilidad del ánimo.
En el epicureísmo, se propugnaba que todo en la naturaleza se debe al azar y nada estaba regido por voluntad alguna de los dioses, mientras que el alma humana está dotada de clinamen, o capacidad para modificar las cosas desviándolas, así, los dioses no tienen sentido pues todo depende del alma humana.
Pero dicha alma la consideraban material, por lo que al morir se desintegraba ya que las partículas o átomos que la constituyen se dispersan y no sobrevive a la muerte corporal. Así pues, la muerte no es motivo de preocupación, pues no representa ningún mal, ya que al morir se deja de existir y ya no hay sufrimiento alguno.
Con semejantes presupuestos uno no se explica para qué se está en el mundo y que finalidad tiene éste, incluso el mismo Universo se vuelve ininteligible. Pero estas corrientes no podían pasar desapercibidas para los materialistas franceses del XVIII, y para los utilitaristas ingleses. A partir de entonces se va agudizando una transformación hacia la búsqueda del placer por el placer en todas las cosas. De aquí surgen ateísmo, panteísmo, agnosticismo, y también hedonismo, maniqueismo, materialismo y cinismo, todo ello en versión actual en una mezcolanza que en tiempos antiguos nunca se dió. Se enlazan y conectan todas las corrientes degradantes del ser humano, las negacionistas del espíritu y las esclavizantes del cuerpo. En definitiva, todo lo negativo que degrada al ser humano a simple suma de células sensitivas.
Última edición por Valmadian; 29/12/2009 a las 15:42
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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