Cita Iniciado por Antonio Hernández Pé Ver mensaje
Muy bien explicado esta doctrina fislosófica, amigo Valmadián, con una brevedad y claridad conceptual que cualquiera puede entender sin dificultad alguna. Pero hay una cosa que no me cuadra. ¿Es posible incluir el maniqueísmo junto a las otras tendencias degradantes? Y no estoy sosteniendo que el maniqueismo sea postivo, sino que no encaja, creo yo, entre el resto las "filosofías" que acertadamente enumeras. Te agradecería que me aclararas esto si no tienes incoveniente.
Saludos.

Con mucho gusto, Antonio. Tal y como decía a partir del XVIII, es decir a partir de la Ilustración, una de cuyas "banderas" era La Enciclopedia de Diderot, lo que hasta entonces fueron diversas corrientes filosóficas y éticas principalmente, y algunas con pretendidos ribetes morales, quedan refundidas en una especie sopa ideológica al servicio del laicismo. Pero todas dichas corrientes tienen algún elemento en común, o llegan a conclusiones con cierta similitud, lo que demuestra las limitaciones del intelecto humano, el cual sólo es sublime cuando está orientado a lo que es Sublime por si mismo. Así, el maniqueismo si bien en sus planteamientos nos habla de dos principios: el de la luz o bueno, y el de lo material o malo, es una doctrina manifiestamente perversa pues cae directamente en el gnosticismo. Es decir, en la herejía al tergiversar el Evangelio infectándolo de creencias judaicas y las propias de religiones asiáticas.

En ella se suprime todo albedrío, es decir, toda responsabilidad. La Redención deja de ser algo que sólo Dios puede otorgar, algo realizado en el Sacrificio de Cristo, para convertirse en una autosotería o redención por uno mismo. Y ésta se realiza de dos modos o grados: el considerado como "Superior", para aquellos que se ajustan a un presunto código moral basado en la abstinencia sexual incluido el matrimonio, o en los placeres de la mesa y en la ausencia de todo trabajo manual. Y en segundo lugar, el "Inferior", para aquellos que basan su conducta en la observancia del Decálogo.

Desde mi punto de vista, encontramos rasgos de todo ello en algunas de las corrientes doctrinales materialistas como, por ejemplo, el marxismo, aunque también en las líneas fundamentales de todas las gnoseologías actuales, o pretendidos modos de acceder al conocimiento. Todas estas tendencias ideológicas forman parte de la misma corriente general laicista y que no es otra que la anulación de la obra de Dios en el mundo y la esclavización de las conciencias.

Esto es tal y como me planteo las cosas, pero, naturalmente, se puede discrepar de mis planteamientos o de una parte de ellos, pues como digo no es sino una manera de interpretar los signos actuales mediante el estudio de las corrientes antiguas, al fin y al cabo lo que se expresa en esa máxima popular de que "no hay nada nuevo bajo el sol" es prácticamente una certeza. Para destruir al Cristianismo, hay que volver a lo que le es anterior, aunque hoy ya no exista la esclavitud física, pero sí la moral, y en vez de un panteón con un millón de dioses haya un nuevo dogma cientificista disfrazado de falsa ciencia.