Nací en una España rota

y de otra rota me voy.

He vivido una falacia

de la que me doy cuenta hoy.


Me dijeron que era UNA,


con sus diversas regiones.


Mas resulta que la integran


innumerables naciones.



Me enseñaron que era GRANDE


como el aguila imperial.


Y ahora la veo diminuta


como un granito de sal.



Contaronme que era LIBRE


como el condor al volar.


Y resulta que es un antro


donde se prohibe hablar.



¡Maldito quién me enseñó


tantas mentiras reunidas!


¡Maldito el que me ocultó


que esta tierra está podrida!



Antonio Pardal




Enero, 2006