Ya que me he presentado, en el sitio indicado (en las presenaciones) debo decir de Joseph Pearce, que para mí es uno de los mejores escritores que hay en el panorama literario ahora mismo. En su obra de Oscar Wilde nos dice, que Oscar Wilde sucumbio a causa del libro amarillo (en realidad, creo, que fue la obra a contrapelo de Joris Karl Huysmans) puede decir que el efecto de la obra de Pearce sobre mí ha sido el inverso.
Yo anes de leer a Joseph Pearce sabía, que la Iglesia católica, estaba muy presente en Inglaterra, pero jamás, me pude imaginar, que lo estaba tanto. Yo creo, que el libro de los escritores conversos es uno de los mejores, que haya tenido la oprtunidad de leer. Gracias a él he podido co nocer a muchísimos escritores y tener la oportunidad de leerlos, primero fue escritores conversos, luego fue Oscar Wilde (yo ya sospechaba el catolicismo de Wilde, más si cabe después de leer el retrato de Dorian Gray), después leí la de Tolkien el hombre el mito (ya antes leí la obra de Humphrey Carpenter, sobre Tolkien en ediciones Minotauro), pero sinceramente me gusto más la de Pearce, por varias razones primero el amor, que siente por el escritor, que anbaliza, y luego porque va a lo más profundo del ser humano y nos analiza su crecimiento espiritual y religioso y nos lleva a las motivaciones. Tal y como exprese en otras reseñas posteriores Joseph Pearce no es muy inferior a otros biografistas pienso en Emil Ludwig, Stefan Zweig, Andre Mauorois e incluso podemos aadir a sus idolatrados Belloc, Dawson y a su adorado Chesterton.
También leí su biograía de Chesterton, que es muy buewna, aunque no me impresionó tanto, porque yA había lerído otras. Pero gana muchísimo con una segunda relectura, también leí la de Tolkien el señor de la Tierra Media y escogió unos textos y ensayos de diferente calidad. Por supuesto, su ensayo fue de los mejores, además del de Stephen Lawhead.
Incluso en una obra no an lograda como Shakespeare saca Joseph Pearce lo mejor de si mismo y sus prfundos conocimientos de literatura.
Por ponerle algún ligero fallo, que sobre todo se dedique al catolicismo inglés (que no es un fallo, sino una opción suya).
Algún escritor inglés no ha puesto como Anthony Burgess, A. C Cronin o Bruce Marshall. Aún así lo enojoso es que mientras haya que aguantar onterías como el Código Da Vinci, o la tetralogía Millenium de Sieg Larsson un magnífico escritor como Pearce sea ninguneado. Faltan obras por traducirse enre ellas sus novela Thys Three mens, a parte de una biografía de Roy Campbell, otra sobre Hilaire Belloc (este maravilloso escritor, tan poco aprovechado) llamada el viejo trueno y C.S Lewis y la Iglesia Católica, a parte de Giants of a catholicm.
En fin una pena, espero que para ser mi primer mensaje, no los haya aturdido demasiado, su ilustre protegido Fonch.