Iniciado por
Gothico
Hay contradicciones evidentes.
Después de que su cuerpo (su única razón de ser) haya desaparecido para siempre jamás, no procede imaginar el destino ulterior del alma sensitiva (o vegetativa) porque es ajeno a la lógica: tal como lo sería imaginar subsistente la figura de un edificio una vez destruido el edificio.
Si se admite que el principio “material energético” de los animales sobreviviera de algún modo, cabría plantearse qué sucedería con tal principio “material energético” que deberían tener también los humanos (por lo que respecta a las operaciones animales regidas por su alma espiritual).
Porque, en tal caso, ese principio “material energético” debería ser una substancia: una realidad subsistente independiente del cuerpo, tanto en animales como en personas. (Los animales, en tal hipótesis, no serían una sola substancia, sino un compuesto de dos substancias, a semejanza del hombre…)
Y, por tanto, aplicando tal subsistencia extracorporal del “principio energético animal” al caso del ser humano, cabría plantearse:
¿Acompañaría tal necesario "principio material energético” substancial al espíritu humano, tras la muerte, en su destino sobrenatural ultraterreno?
Eso es imposible, porque sólo lo espiritual puede entrar y participar en un mundo de realidades espirituales. Y cualquier tipo de energía es material y pertenece al universo material.
Luego ese principio “material energético” de la persona, al no poder entrar en el mundo espiritual de ultratumba debería, por exclusión junto al resto de almas sensitivas de los demás animales.
La (falsa) conclusión, en tal caso, sería que el hombre habría de tener dos almas: una espiritual, que iría a un destino ultraterreno; y otra animal (principio material energético) cuya energía pudiera ser que fuese a algún lugar (con las “energías” del resto de los animales).
Pero tal conclusión sería herética y contraria al sentido común.
Luego si en el ser humano no hay un principio animal “material energético” que le sobreviva, tampoco deberá haberlo en los animales.
(O si se admite, deberá admitirse también, heréticamente, que el ser humano tiene un alma espiritual y otra material ...que van cada una por su lado, tras la muerte)
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